lunes, 13 de septiembre de 2021

LA SABIDURÍA DEL QUIJOTE

 


LA SABIDURÍA DEL QUIJOTE

 

©GIUSEPPE ISGRÓ C.

 

 

Cervantes, con el Quijote plasmó una de las obras más originales de la literatura universal.

El Quijote es un homenaje que Cervantes rinde a la cultura árabe en España, de influjo enriquecedor en todos los ámbitos: literatura, arquitectura, idioma, música, espiritualidad, ciencia, y un largo etcétera.

Es la obra emblemática de España, marcando un antes y un después de la misma. Paradójicamente, Cervantes coloca como autor imaginario del Quijote, a Cide Hamete Benengeli: Un árabe.

Cervantes se alimentó en las fuentes clásicas, leyendo las obras de: Francisco Petrarca, Giovanni Boccaccio, Dante Alighieri, Erasmo de Rotterdam, Ibn Arabi, Mahoma, Plotino, Plutarco, Séneca, Cicerón, Platón, Xenócrates, Esquilo, Hesíodo, Homero y Hermes Trismegisto, por nombrar sólo algunos. Era un buscador acucioso.

El Quijote presenta una visión positiva, y optimista, de la vida, en elevado grado, frente a todas las circunstancias y variantes.

Contiene los valores universales esenciales que facilitan la práctica de las virtudes. Sus lectores encuentran consejo oportuno, estímulo moral y sosiego, para superar las pruebas de la vida y triunfar.

Es un potente faro de luz y de ideas que iluminan los caminos a seguir, o permiten abrir nuevas sendas creadoras. Esta es la razón por la que excelentes líderes, políticos, y personas en general, se inspiran en el Quijote para optimizar los resultados de su labor, ampliar su visión existencial, día tras día, y vivir más felices y confiados.

Los jueces, suelen inspirarse en Sancho Panza, cuando en la Isla de Barataria juzga y resuelve casos que denotan la agudeza jurídica de Cervantes.

Porque, a no dudarlo, no es ni de Alonso Quijano, alias Don Quijote, ni de Sancho Panza, de donde fluye tan grande caudal de sabiduría, sino de su autor: Cervantes, y de la inherente inspiración que los autores geniales suelen tener, además del cultivo del arte y de las extensas lecturas.

Salvo que, en las regiones insondables de la imaginación, que es la dimensión espiritual de la vida, vivan, de verdad, verdad, “dos genios” denominados, convencionalmente, Don Quijote y Sancho Panza, que inspiraran a Cervantes su magna obra. ¿Quién puede saberlo?

Cervantes estaba consciente de que los dos principales personajes de su inmortal Quijote le quitarían gloria como escritor, pasando él a un segundo plano, al adquirir ellos vida propia y fama imperecedera, como en efectos, así ocurrió.

Muchos se identifican con Don Quijote, sin embargo, no en menor cantidad los hay que lo hacen con Sancho Panza. Franz Kafka es uno de ellos. En el mundo entero, gran número de personas quisieran leer una historia de Sancho Panza, y buscan obras de ese tenor. Es decir, le tienen, en su imaginación, como un personaje verdadero. Con Don Quijote ocurre igual.

Cada uno de los personajes del Quijote refleja la idiosincrasia de una época, y, algunos, como el Caballero del Verde Gabán, son profetas de nuevas realidades por emerger, como lo fue el caso de la burguesía española, adinerada y cultivada, posterior a los tiempos de Cervantes, que previó con claridad.

La sabiduría universal que Cervantes logra plasmar en el Quijote, es atemporal. Además, divirtiendo, instruye.

Recordemos unos pocos aforismos cervantinos:

1) -“Que siempre tengas… firme propósito de acertar en cuanto negocios te ocurrieren, porque siempre favorece el cielo los buenos deseos”-.

2) -“Y en todo haréis como se espera de vuestro entendimiento”-.

3) –“Y será bueno darle tiempo al tiempo”-.

4) –“¡Bendito sea el poderoso Dios, que tanto bien me ha hecho!”

5)-“Mis costumbres me dieron renombre de bueno”-.

6) -“Y estando uno contento, no tiene más que desear”-.

7) –“Y aquí entra –en juego- la habilidad y el buen juicio, y principalmente la buena intención de acertar”-.

8) –“Siempre la alabanza fue premio de la virtud”-.

9) –“Lo que los cielos piden, la fortuna ordena, la razón pide, y, sobre todo, mi voluntad desea”-.

10) -“No le queda otro camino para mostrar que es caballero sino el de la virtud: siendo afable, educado, cortés, comedido y oficioso”-.

El Quijote es para tenerlo en la mesita de noche, permanentemente, y nutrirse, cada día, con la porción de sabiduría que a cada quien le apetezca, meditando, luego, en los elevados ideales quijotescos que enriquecen al ser humano, integralmente.

Adelante.

sábado, 11 de septiembre de 2021

LA PROGNOSIS DE APOLONIO DE TIANA

 


LA PROGNOSIS

DE APOLONIO DE TIANA

 

©GIUSEPPE ISGRÓ C.

 

 

Apolonio de Tiana fue un contemporáneo del hijo del carpintero de Nazareth, a quien sus contemporáneos consideraban de análoga jerarquía en sus estados de conciencia evolutiva.

En cierta ocasión, el emperador Vespasiano, le formuló esta interesante pregunta:

“¿Qué debe hacer un buen líder para gobernar bien?”

Apolonio, le respondió:

-“Lo que preguntáis no se enseña. El arte de reinar es el más grande que existe entre los hombres, y no se puede enseñar. Sin embargo, yo os diré algo que no dejará de merecer vuestro asentimiento. No contéis con las riquezas que están almacenadas, y que valen menos que un montón de arena, ni con las que proceden de los hombres arrancadas bajo el peso de los tributos, porque el oro que viene de las lágrimas es bajo y sin brillo alguno. Si queréis usar de las riquezas mejor que cualquier líder, socorred a los indigentes y dejad a los ricos que gocen en paz de sus bienes. Temed vuestro poder absoluto, y así podréis usarlo con más moderación. Guardaos de cortar las espigas que sobresalgan de las otras, como injustamente aconseja Aristóteles, y tened cuidado de no provocar odios, ni levantarlos, como se levantan las yerbas entre los trigos; haceos temer de los perturbadores, menos castigándoles que dándoles a entender que podéis castigarlos. ¡Obedeced vos mismo a la ley, Oh líder!, y si la observáis, seréis un legislador prudente. Respetad a Dios; grandes dones habéis recibido de Él, y más grandes cosas os dará. Haced esto, como líder, en lo que concierne al Estado, y en lo que se refiere a vos mismo, como simple particular”.

Las nuevas generaciones de líderes, que emergen, a nivel mundial, y que, en un no lejano tiempo habrán de tomar las riendas de los destinos de sus respectivos países, precisan de una guía certera en la cual basar su acción como conductores prudentes y efectivos. Al final de sus carreras, serán evaluados por los resultados que han sido capaces de gestar, haciéndose acreedores a la gratitud, o a la desaprobación de la conciencia pública, que es el más severo, e insobornable de los jueves. Es preciso recurrir, como fuentes esenciales en las cuales basar su formación constante, a los grandes autores de la antigüedad clásica.

La vida de Apolonio de Tiana, de Filostrato, de la cual se ha tomado la cita anterior, es una de ellas. Describe la vida virtuosa de uno de los personajes históricos más sobresalientes. Es un paradigma vigente. Sus vidas paralelas, al estilo de Plutarco, las podemos enmarcar, -como un ejercicio de meta-historia-, entre las figuras sobresalientes de: Tales de Mileto, Empedocles de Agrigento, Aristóteles, Leonardo Da Vinci y Emanuel Swedemborg.

Otra fuente de consulta imprescindible, es: Las vidas paralelas, de Plutarco, obra que ha formado la mayor cantidad de líderes, y estadistas, en el mundo occidental, a partir del siglo II de nuestra era. Por supuesto, LOS SOLILOQUIOS, o Meditaciones, de Marco Aurelio, debería ser un libro de cabecera, tanto del joven que aspira a las grandes responsabilidades como de aquel que sobre sus hombros las sustenta, en un momento dado.

Empero, la respuesta de Apolonio de Tiana, debería ser reproducida y colocada en un marco, y ubicarla al lado de la cama, donde pueda verla, y leerla, cada noche antes de acostarse, y al mismo tiempo, ser lo primero que vea, cada mañana, al levantarse, para inspirarse en las labores del día.

Si así lo hiciera, el líder alcanzará un nivel de eficiencia tal, que habrá de merecer que incontables generaciones de jóvenes emulen sus ejemplos, y mayor número, aún, de personas, bendigan su nombre, a lo largo de los siglos, por los cuantiosos beneficios con que habrá contribuido al engrandecimiento de su Patria, o de la humanidad.

Los grandes líderes de todos los tiempos han sido lectores, y practicantes asiduos, de las enseñanzas contenidas en los Versos de Oro Pitagóricos. Meditan, cada día, en un verso diferente, y su respectivo comentario exegético, según la versión de Hierocles u otra de que se disponga.

Esa es la razón por la cual aún se recuerdan y admiran nombres como los de Alejandro Magno, Ptolomeo I Soter, Antonino Pío, Marco Aurelio, Juliano, Mahoma, Alí, Abderraman III, Saladino, Solimán El Magnifico, Abraham Lincoln, entre otros.

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EL LENGUAJE DE LA TIERRA.

 

©Giuseppe Isgró C

 

 

 

El lenguaje de la Tierra: hay que aprender a interpretarlo. Las tradiciones antiguas hacen referencia a la descomposición moral de los habitantes como causas del hundimiento de civilizaciones desaparecidas como la Atlántida, Lemuria y otras menos conocidas, cuyos restos van aflorando con la investigación arqueológica.

El Estado actual de la humanidad, por supuesto, sin generalizar, muestra signos evidentes de decadencia moral, cuyos estados de conciencia precisan su inherente transmutación a niveles de mayor pureza original, con el cultivo de los valores universales y las virtudes: el amor, la justicia, la belleza, la prudencia, la fortaleza y la templanza.

Hemos visto, en estos días, lo fácil que es que desaparezcan ciudades o países enteros poniendo al descubierto a un ser humano indefenso frente a la acción de la naturaleza.

El hombre, que se cree todopoderoso, y con derecho de violentar los más elementales derechos humanos, a nivel de gobernantes de diversos países, en el planeta tierra, creyéndose amos y señores de vidas y destinos, son algo menos que nada frente a la acción imperante de la naturaleza que reclama a los infractores por sus extravíos, señalándole, claramente, a todo buen entendedor, que debe rectificar su conducta moral, en primer lugar.

 El planeta tierra se encuentra en peligro por la insensatez humana y por la imposibilidad de hacer algo de parte de la gente más noble del planeta, por la manipulación de líderes que violentan todo estado de Derecho: ¿impunemente?

No, impunemente, no, ya que a toda acción le sigue su reacción, como su propia sombra. El planeta está en peligro. Hay que comenzar a respetar la vida de los cuatro reinos naturales: humana, animal, vegetal y mineral. A qué sirven los extravíos de algunos locos, en el mundo, que juegan a ser dioses, cuando no son más que insensatos. Esos pocos grupos de poder de índole oscurantista, desde la época medieval, y aún desde antes, no rehúsan en transgredir las leyes naturales conduciendo a la humanidad por falsos derroteros.

La naturaleza de las cosas hace sentir su voz de reclamo y reclama y aplica la justicia natural, corrigiendo lo que debe ser corregido.

Es hora de ayudar a la Tierra, rápidamente, como con sabiduría lo pedía el gorila Koko. Si los animales hablarán más, ¿cuántas cosas nos dirían?

El hombre se cree el ser más inteligente, en la naturaleza. ¿Lo es, realmente? ¿Piensa, el hombre? ¿Usted que cree? Personalmente, tengo la certeza que los animales, los vegetales y los minerales, piensan, como hay evidencias científicas que lo demuestran.

Pero, sinceramente, en cuanto al hombre, tengo mis reservas si realmente piensa. Hay muchas evidencias de que no lo hace, sino que absorbe matrices de opiniones, y las aplica como si fueran sus propias opiniones, o pensamientos, sin serlo.

Los animales, los vegetales y los minerales, saben a ciencia cierta por sí mismos. El hombre cree saber, peno no sabe reconocer su propia ignorancia, fuente de la auténtica sabiduría.

El hombre es el opresor del hombre en gran número de niveles, vertientes y variantes. Y también del reino animal.

Es, sin darse cuenta, un prisionero del planeta tierra, en manos de unos pocos “matones de turno”, en cada generación, de los cuales deben emanciparse, para buscar su propia liberación por el amor, la justicia y el progreso.

Los gobiernos del mundo, hoy, no sabrían que hacer con un humano inteligente desarrollado; por eso, buscan de amarrarlo a esquemas de antiguos cortes oscurantistas, de los cuales se emancipará, ¿qué duda cabe?, pero, precisará su tiempo, hacerlo.

Los líderes del mundo deben cambiar su enfoque del liderazgo buscando la emancipación del ser humano por el progreso integral a niveles elevados de conciencia.

Mientras tanto, de vez en cuando saldrá un nuevo “loco”, con su bomba atómica, amenazando a la humanidad, como si fuese un dios rapaz y vengativo para demostrar su estado de inferioridad moral, del cual, ni remotamente se da cuenta.

Seguiremos reflexionando al respecto........

 

FUERZA FUNDAMENTAL

 


FUERZA FUNDAMENTAL

 

©GIUSEPPE ISGRÓ C.

 

 

La fuerza es una sola: La que mueve el infi
nito universo; la energía universal en movimiento, accionada por la voluntad suprema del Creador Universal.

Es ese poder potencialmente infinito que reside en el Espíritu eterno e inmortal, de cada ser, en los cuatro reinos de la naturaleza.

Si el ser humano tuviese una necesidad infinita, expresaría un poder “efectivo” infinito.

El mecanismo es automático, y funciona como un termostato, generando la fuerza necesaria, para mantener la normalidad en todo, a menos que nosotros mismos inhibamos su funcionamiento, con expectativas inadecuadas.

El compromiso, asumido con férrea determinación del logro, siempre encuentra la fuerza suficiente para alcanzar la meta, satisfactoriamente.

La activación de la energía para realizar las funciones inherentes a cada ser, acrecientan, simultáneamente, el propio conocimiento de las facultades personales, del grado de fuerza que se posee, en ese momento, del entorno, y, gradualmente, de la fuente universal.

Este poder viene, acrecentado, también, por el conocimiento de los valores universales que rigen todas las acciones humanas, para optimizar los resultados.

El conocimiento, entonces, pasa a ser un factor decisivo para encontrar la fuerza: la propia fortaleza, en todas sus vertientes.

El conocimiento es fortaleza en grado análogo al de comprensión: De sí, de las propias facultades, de los atributos divinos o valores universales, de la Divinidad que se anida en el propio interior, de la conciencia personal como réplica de la del Creador, de las leyes universales, de la misión de los seres, en cada plano y reino natural y del entorno.

El entorno aporta necesidades por resolver y oportunidades para optimizar mediante la creación de bienes y servicios.

Paradójicamente, hasta los puntos menos fuertes, del propio ser, constituyen elementos para encontrar la fuerza: la que sea capaz de transformar toda adversidad en oportunidades existenciales.

Las pruebas de la vida, son las que mejor ayudan a cada quien, para encontrar su propia fuerza, si las afronta con decisión, y con ánimo de triunfar.

El servicio es otra vertiente de la fuerza: Dando lo que la gente precisa, obtenemos lo que necesitamos, en un proceso de intercambio perenne.

Dar y recibir, es un mecanismo que permite encontrar la fuerza de la prosperidad, de la riqueza, del bienestar, de la abundancia, del conocimiento y de la autorrealización.

Pero, la fuerza está dentro, y es allí donde hay que buscarla, en la conexión con la fuente universal: el Creador Universal. Si la encuentras en tu interior, podrás manifestarla, correctamente, en tu exterior.

La meditación, centrando la mente en el Creador y sus atributos divinos, permite fluir la energía y el conocimiento.

En la meditación el ser encuentra su fuerza.

Es preciso el desapego y regirse por los valores, rehusando todo lo que deja de corresponder con la justicia, la prudencia, el amor, la fortaleza, la templanza, entre otros valores.

El desapego es un camino perfecto para encontrar la fuerza. Evita que nos carguemos de objetos innecesarios que hacen que el recorrido sea muy pesado.

La clave es dar y recibir, valor por valor. SEMBRAR LO MISMO DE LO QUE SE QUIERE COSECHAR.

La abundancia de Dios siempre es suficiente, aún en su mayor expresión de templanza.

Evitar involucrarse en tareas que son ajenas al propio plan de vida, es parte del uso de la fuerza. Forma parte de la sabiduría natural, encerrada en la ley cósmica.

Rehusarse en abandonar a mitad de camino, cuando las cosas se ponen menos fáciles, activa la fuerza, y comienzan a suceder prodigios de coincidencias y logros.

Centrar la propia fuerza en un logro, o solución, a la vez, optimiza la fuerza.

Discernir, entre el bien y el mal, entre lo útil y necesario, y lo superfluo e innecesario, entre lo que hay que hacer y lo que hay que dejar de hacer, oportunamente, es otro mecanismo para encontrar la fuerza. Es preciso saber ver más allá de las apariencias.

El ahorro, también es una expresión de la fuerza: ahorro de energía, de tiempo, de recursos, de preocupaciones innecesarias, etcétera.

Aceptar las cosas como son, y descubrir en ellas las oportunidades inherentes ocultas, afrontándolas y resolviéndolas.

La visión es la característica principal del líder, es UNA FUERZA FUNDAMENTAL. Visión es ver, ver es descubrir, descubrir es comprender, comprender es elegir, y elegir es otra de las fuerzas esenciales: al usar bien del don de elegir, nos transformamos en dueños de nuestro destino.

El amor representa la expresión de la fuerza suprema en todas sus vertientes y variantes.

Adelante.

 


SECRETOS DE LA NATURALEZA

 


SECRETOS DE LA NATURALEZA

 

©Giuseppe Isgró C.

 

 

El ser humano ha ido penetrando en los secretos de la naturaleza, gradualmente, sin tomar en cuenta de que nosotros desconocemos la clase de conocimiento que puedan poseer los seres en los demás reinos: animal, vegetal y mineral, que, aún, el ser humano desconozca, por la razón que fuere.

 Pero, evidentemente, en cada etapa evolutiva, existe un límite que, gradualmente, habrá que ir trascendiendo.

Por ejemplo, el método científico utiliza la lógica inductiva y deductiva en su búsqueda del conocimiento.

 Pero, la percepción por los cinco sentidos físicos y la capacidad de razonamiento tienen sus respectivos límites los cuales son trascendidos por la intuición y la inspiración.

 Es decir, que la mente humana es capaz de obtener informaciones utilizando facultades espirituales, cuyos límites los constituyen el estado de desarrollo de las mismas, y la pureza de conciencia, que se traduce en la intención de la persona, en determinado grado evolutivo.

 El ser humano, como lo ha ido demostrando en la historia, ha ido superando todas las barreras que ha encontrado en su búsqueda del conocimiento, y así lo seguirá haciendo en el eterno presente, en forma gradual, sin límites de ninguna naturaleza.

martes, 7 de septiembre de 2021

EL SERVICIO Y LA AUTORREALIZACIÓN



 EL SERVICIO Y LA AUTORREALIZACIÓN

 

©Giuseppe Isgró C.


 

Tres responsabilidades tiene el ser humano: la primera, con Dios; la segunda: con la humanidad y, la tercera, consigo mismo.

La responsabilidad con Dios, es la de cumplir con los objetivos cósmicos asignados al ser humano como metas de evolución en la realización de la gran obra; tiene libre albedrío, pero debe cumplir las leyes cósmicas acordes con los valores universales, cuyo cumplimiento constituye la practica de todas las virtudes, hasta que se gradúa de maestro de la creación. Tiene que estudiar eternamente, en los eternos y continuos ciclos de vidas, la obra universal y engrandecerla con el propio aporte. En síntesis, le corresponde cooperar con Dios, en su obra, como co-creador. Cada ser es un creador secundario de la naturaleza.

Con la humanidad, tiene un compromiso el cual consiste en la cooperación que debe prestar para la realización de la gran obra; dicha cooperación la da a través del servicio, por cuanto, sostener la vida en el planeta en que se vive constituye deber de todos, y cada uno asume el compromiso de cubrir una o varias necesidades sociales, con cuya oferta de servicio obtiene la respuesta que él requiere, y en el servicio prestado se obtiene la compensación respectiva. A la vez que el servicio permite obtener la compensación para sufragar el propio sustento, constituye a la vez, una forma de crecimiento personal, por cuanto, la variedad de situaciones que se van presentando exigen el perfeccionamiento como profesional y como persona, única manera de que se requieran los propios servicios en el espacio y tiempo.

La responsabilidad consigo mismo consiste en que, el ser humano, tiene el derecho y el deber de cuidar de sí mismo, de embellecer el espíritu, -personalidad del alma-, desarrollar los dones con que la vida le ha dotado, y realizar la  cuota de cooperación, a través del servicio, con la humanidad y con Dios, para que, oportunamente, se le pueda pagar el respectivo salario cósmico.

El servicio efectivo, generoso, oportuno, con amabilidad, constancia, recorriendo el kilometro extra, es decir, dando más de aquello por lo cual le pagan, es el medio de obtener el salario cósmico, -compensación y aprendizaje-, y además el derecho de obtener la oportunidad de asumir nuevos compromisos de servicio y obtenerlos, en el nuevo nivel de competencia que, por la experiencia y conocimiento, va adquiriendo.

¿Qué es lo que sabes hacer?

¿Qué te gusta hacer?

¿Cuál es tu vocación?

¿Cuál es tu visión del entorno en que vives: del planeta, del universo y de la vida?

¿Cuáles son tus aptitudes y fortalezas que pudieras explotar, proporcionando bienes y servicios a la colectividad?

¿Cuáles son los puntos menos fuertes que debes potenciar y desarrollar, en cuanto a cualidades, conocimientos, experiencias, etc?

¿Cuáles son las fortalezas de la zona en que tú piensas prestar el servicio?

¿Cuáles son las necesidades insatisfechas del entorno al cual piensas dedicar tu servicio, asumiendo determinadas cuotas de compromiso social,  mediante bienes y servicios determinados?

Todas estas preguntas permiten reflexionar sobre cuales deben ser los objetivos de servicios a la colectividad y cuáles los resultados que debes alcanzar para satisfacer tus propias necesidades que garanticen el éxito mínimo, en el menos favorable de los casos; cuáles los resultados que justifiquen que te dediques a la actividad y cuales los que, alcanzándolos,  te dan brillo.

Afirma:

1.     Entro al servicio del Creador Universal. (Tres veces).

2.     Ahora estoy, ya, al servicio del Creador Universal. (Tres veces).

3.     Me encuentro bajo la guía de su voluntad divina, con la investidura de su poder, en la realización de su Obra. (Una sola vez).

El propio desempeño, en todos los ámbitos existenciales, es, en realidad, un servicio a la Divinidad y a la realización de su Gran Obra, en la expansión incesante, y eterna, de la Creación. De acuerdo a la magnitud del servicio brindado, y de los resultados alcanzados, se obtiene el salario cósmico, que trasciende la simple remuneración, u honorarios que se perciben, en un momento dado, por el despliegue profesional. Estos resultados, positivos, o, eventualmente, negativos, según los casos, pasan a engrosar, o a disminuir, el saldo de la suma existencial.

La suma existencial, de manera integral, dada por la balanza de la justicia divina, por la ley de compensación cósmica, bajo la égida de la ley de igualdad, -que rige igual para todos- activa a la ley de afinidad, ordenadora de la vida y del universo, ubicando, o reubicando, a cada ser, -y cosa-, en el orden que le corresponde en el concierto universal, en armonía con todos y con el Todo. En esto reside el gran secreto ordenador de la vida.

La elección del servicio es la selección del camino a seguir en la vida, mediante el cual, recorriéndolo, gradualmente, habrán de conducirte a las respectivas metas, en todos los niveles existenciales. Una vez asumido el reto, la misma vida te secundará para que alcances los mejores resultados factibles, como un instrumento de la voluntad divina, la que te guía por inspiración.

La elección del objetivo de servicio te conecta con tu propio poder interior en conexión con la fuente: -el Creador Universal-, a cuyo servicio estamos todos.

Es preciso tener presente, que muchas personas eligen el propio servicio bajo la guía y la inspiración espiritual, que, muchas veces, de la manera más extraña, son conducidas hasta nuestro despacho. Esto trasciende la casualidad.

 

 

 

 

 

 

 

 


 



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    PAGAR EL PRECIO   ©Giuseppe Isgró C.       Decía Ralph Waldo Emerson, ensayista norteamericano del siglo XIX: -“Toma lo qu...