UN MUNDO MEJOR
©Abg. Giuseppe Isgró C.
En un mundo que, repentinamente nos resulta algo desconocido, que sin embargo siempre ha estado allí, en transformación constante, que ha superado sus etapas anteriores, y que, aún, como escuela planetaria, le queda mucho trecho por recorrer, por lo cual es preciso ser optimistas y mantener expectativas positivas.
Decía Michele Isgró Scibilia: -“Cuando el mundo parece que se acaba, comienza de nuevo!”
El futuro siempre será mejor que el pasado, caso contrario no tendría ningún sentido estar aquí, en un aprendizaje constante. Pero ese mundo mejor que cada quien anhela, es nuestra misión, como seres humanos, crearlo. Para ello, debemos mejorarnos individualmente. Al mejorarse, cada quien, está contribuyendo de manera efectiva a que lo haga, simultáneamente, el planeta y la humanidad.
No obstante, dentro del aparente caos en que pareciera verse sumergido el mundo, se encuentra todo en un orden justo y perfecto, ya que refleja el orden interior de cada ser en los cuatro reinos naturales. Empero, por ley de vida, ese orden se encuentra en proceso de perfeccionamiento constante, de acuerdo a los elevados estados y estaciones en la conciencia individual, y colectiva, simultáneamente, que se va produciendo, como meta del progreso de la humanidad, a que está destinado este minúsculo, y sin embargo, importante, planeta, en el concierto cósmico. Hay que mejorar constantemente, y los que constituyen un obstáculo a la evolución natural, son reubicados, constantemente, precisamente, en armonía con ese orden interior, con todos y con el Todo. Por la acción de la ley de afinidad, -mecanismo de la ley del karma y del vipaka, acción – reacción, siembra y recogida, el entorno se va ordenando continuamente, conduciendo cada cosa a su lugar justo y perfecto.
No se puede desconocer, empero, que el Planeta Tierra se encuentra afrontando serios riesgos:
a) El calentamiento global y el deshielo de los polos, que podrían acelerar la inversión de los polos y transformar los polos en el ecuador, y viceversa. La contaminación va aparejada, como causa de múltiples efectos, incluyendo a nivel de los mares y océanos y la consecuencia sobre la vida, que le es inherente. No solamente la atmósfera y la tierra, están contaminados, sino, también, los mares y los ríos, y el agua del subsuelo.
b) El desarrollo de la energía atómica, donde apenas un porcentaje mínimo del 10%, o menos, de su potencia global, podría ser causa del exterminio de la vida en el Planeta Tierra.
En pleno siglo XXI, es inconcebible que aún existan guerras, inclusive entre países que se estiman del primer mundo, lo cual no deja de ser una paradoja. Esto indica que el primer mundo se encuentra donde existan seres humanos con elevados estados de conciencia, cultivando los valores universales, haciendo realidad el ideal estoico: Vivir en armonía con la naturaleza. No precisamente los países denominados del primer mundo, son del primer mundo, en todo el sentido de la palabra, ni los otros, tal como se les denomina. El mundo es una retorta, en constante transformación, y ordenamiento, donde cada quien va siendo ubicado, o reubicado, en el orden justo y perfecto que le corresponde en el concierto de todas las cosas, como un medio de aprendizaje.
c) El incremento acelerado de las desigualdades sociales, a nivel global, concentrando la riqueza mundial cada vez en poder de un menor número de personas. Aunado, esto, a la explotación laboral de incontable número de seres humanos que trabajan un número excesivo de horas para apenas disfrutar de niveles mínimos de bienestar, en el mejor de los casos.
d) El deterioro de los valores humanos, o universales y la necesidad de incrementar la educación en ética y la enseñanza de la axiología, o ciencia de los valores. El desempeño ético en todas las profesiones y actividades humanas, alcanzando niveles de excelencias justos y perfectos, es prioritario para revertir las circunstancias que se desean mejorar a nivel global. Es preciso que la gente aprenda a pagar el precio de lo que valen las cosas, en estricto sentido de la justicia humana, y divina. Desarrollar el sentido de la justicia, es una necesidad prioritaria. No en menor grado lo es el querer ver la verdad, tal cual es. Justicia y verdad, son claves esenciales sobre cuyas bases sí se puede construir un mundo mejor.
e) El riesgo de desembocar, nuevamente, en una nueva edad media, cíclicamente hablando, ya que se sigue tergiversando la verdad universal, y ocultando informaciones, que, además, mucha gente no está preparada para recibir, ni desea hacerlo. Muchos de los avances en el progreso humanos han quedado relegados a segundo plano y se están olvidando. Las nuevas generaciones no tendrán ideas de muchos de los avances obtenidos en los siglos XIX y XX, y otros que se han logrado a lo largo de la historia, y en época clásicas. Un fenómeno que se ha repetido cada quinientos o mil años, que se podrá observar si analizamos la historia con conocimiento de causa. Pero, son contadas esas personas con visón global capaces de ver más allá de las apariencias.
f) Grupos de poder que manipulan el liderazgo político y de cualquier otra índole, para mantener estancada a la humanidad. Muchos de ellos son la causas de los factores que colocan a la humanidad en las condiciones de riesgo, a que se alude en este ensayo. Cada quien sabe bien quien es y podrá reconocerse a sí mismo, sin necesidad de ser señalado. La responsabilidad es individual, en cada caso, y se responde de sí mismo.
g) Sin embargo, esta realidad que se afronta y los eventuales riesgos que pudieran verificarse, enfrentarán a la humanidad con su destino, de cuya confrontación se derivarán, paralelamente, beneficios importantes. Quizá por eso de que, lo peor que se teme jamás ocurre y lo que, de cierto podría verificarse, siempre se podrá someter a estricto control y orientar las correcciones inherentes. Salvo, por supuesto, las eventuales excepciones.
h) El manejo del movimiento migratorio mundial, en muchos casos produce estragos enormes a nivel de la dignidad humana. Se violan los elementales derechos humanos, y se irrespeta al ser humano como persona, reduciéndolo a niveles inhumanos de vida, a la vista de todos. Hoy por unos, mañana por los otros, antes o después, cada uno será beneficiario o perjudicado por las mejoras que se lleven a cabo, o se dejen de realizar. Recordar: Hoy por los unos, mañana, por nosotros, hay que contribuir a mejorar la humanidad del mundo tierra.
i) El aborto: ¿Y, si fueras tú el ser en gestación -feto- que sería abortado, que pensarías? La justicia debe imperar, e imperará, para todos en igualdad de condiciones, de acuerdo al resultado del fiel de la balanza, ya que, al pesar, en uno de los platillos de la balanza de la justicia, los pensamientos, sentimientos, palabras y actos, automáticamente, al igual que, en una hoja de cálculo electrónica, en Excel, es arrojado un resultado instantáneo. La educación al respecto, por una parte, y legisladores más sabios, con una conciencia más clara, a nivel integral, son vías que aportarán resultados positivos.
El Creador Universal nos ha dado todo para ser felices, para vivir en perfecta armonía y bienestar. ¿Por qué esto no ocurre, totalmente, así? ¿O, sí ocurre, y no nos damos cuenta?
Este parecería ser un excelente momento para la reflexión, y para plantearse objetivos de cómo, cada quien puede dar su mejor aporte para crear ese mundo perfecto, y cada vez más perfectible, en que cada quien anhela vivir.
Forjémonos el propósito de asumir como misión de vida la de perfeccionar nuestro ser mediante un estudio amplio de la Doctrina Universal: todas las corrientes de pensamiento de acuerdo con la propia vocación y en asumir como misión de vida en contribuir, cada día, el mejoramiento del mundo en que nos ha tocado vivir, por las razones de nuestro aprendizaje. De esta manera, en el siguiente ciclo de vida, encontraremos una realidad imbuida de las cosas que ahora creemos que alguien debe realizar. Algunas personas precisan darse cuenta de que es a nosotros a quienes competen tales cosas.
Parecería que estamos destinados a arremangarnos las mangas de la camisa y poner manos a las obras. ¿Por qué demorar una acción que nos compete? ¿Por qué desaprovechar unos beneficios que están al alcance de las manos?
Este es el momento; esta es nuestra oportunidad. Que cada quien elija su propósito para transformar el mundo, transformándose, antes, a sí mismo, que es, realmente, lo que compete a quien: No cambiar a los otros, sino a sí mismo, y aportar un buen ejemplo, silenciosamente, sin molestar a nadie.
Entremos en conexión divina con el Creador Universal, el auténtico maestro que habla en nuestra conciencia mediante el lenguaje de los sentimientos inherentes a los valores universales: Amor, verdad, prudencia, justicia, fortaleza, templanza y belleza.
Bajo la égida de los valores universales, y la guía divina, resultará fácil abrir los nuevos caminos que conducen a esa nueva EDAD DE ORO, en torno al año 26.000 de nuestra era, anhelada por todos. Mucho tiempo por delante. Empero, un auténtico líder, además de mirar donde dará el siguiente paso, deberá tener la visión de donde quiere estar dentro de 60 años por delante, y donde estará la humanidad dentro de 500, 1.000 o 25,000, o más años, por delante. Los ciclos económicos, los históricos y los espirituales, facilitan esa labor, y existen casos aislados que han sabido ver en el espacio y en el tiempo, por los diferentes medios a su alcance, por el estudio del arte inherente, y muchas veces, por la intuición y la inspiración, u otras facultades que aquellos oidores de la antigüedad, sentados a los pies de un maestro, -sensitivo-, entre otros, conocían bien. También algunos de los grandes utopistas del siglo XX, entre ellos Georges Bernard Shaw, H. G. Wells, Henry Poincaré y Aldous Huxley, percibieron que la nueva edad de oro, en el planeta tierra, florecería en torno al año 30.000 de nuestra era. Un largo camino por delante, para tener esperanza, y certeza, de su posibilidad real.
¡QUE LA LUZ DE LOS VALORES UNIVERSALES, BRILLE EN LA CONCIENCIA DE CADA SER!
QUE EL AMOR ILUMINE EL CAMINO DE TODO SER EN LOS CUATRO REINOS NATURALES: HUMANO, ANIMAL, VEGETAL Y MINERAL.
¡QUE LA JUSTICIA REINE EN TODOS NUESTROS PENSAMIENTOS, SENTIMIENTOS, DESEOS, PALABRAS Y ACTOS!
Visualizar el Planeta Tierra envuelto en un manto de luz blanca, depuradora de todo lo que precise purificación, en los cuatro reinos naturales, y en la conciencia de todos, en justicia, amor, paz y bienestar para todos.
Para mejorar el mundo en
que vivimos, basta con que, cada quien, como ser humano, se mejore a sí
mismo, y haga de la verdad su camino, de la justicia, su compañera, del
amor, su potencia, de la amistad, un vehículo de armonía y de reciprocidad, en
todo, de la templanza un medio de equilibrio, de la fortaleza, un instrumento
de persistencia en el bien, y de la belleza, un mundo más hermoso en que vivir,
todos, en el orden perfecto de la Divinidad.
¡Que así sea! ¡Hecho está!
Adelante.
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