domingo, 14 de mayo de 2023

HAY UN SER, PRECIADO SER

 


HAY UN SER, PRECIADO SER

 ©Abg. Giuseppe Isgró C.

10-05-1970

 

 

Hay un ser

cuya presencia

de la naturaleza su condición engrandece.

Sin él, del humano ser,

su especie perpetuarse no podría.

Su grandeza eternizar permite

de la evolución del hombre

su continuidad.

 

Hay un ser

cuya belleza enaltece

del hombre su existencia.

Su visión en destellos de luz

y elevada conciencia

orienta el destino humano.

En su hermosura el hombre inspirase

y del amor nace ideal sublime

cumpliéndose de la Creación

su Ley.

 

Hay un ser

por siglos subestimado,

algunas veces esclavizado,

sin embargo ahora emancipado,

en su grandeza,

sabia lección al hombre enseña.

 

Hay un ser

cuyo derecho, sólo en su ignorancia,

el hombre negar puede.

Cuando ese ser se eleva

en amor,

bondad,

intuición,

dulzura que solivianta en sus penas al hombre,

que constitúyele en guía de la humanidad,

resplandece su condición sublime.

 

Hoy, el hombre,

cuya existencia

de la evolución su luz palpa,

rinde homenaje a ese ser

reconociendo su misión sublime.

 

Mujer, preciado ser,

a la Creación tú representas.

Concibes la vida,

y la eterna y continuada vida permites.

¡A ti que has embellecido a la Creación

con la proliferación humana,

a ti, hoy, todos, te rinden homenaje!

 

Madre, preciado ser:

¡Bendita seas

todos los días de la vida!

 

 Poesía recitada en “Atardecer Poético”, por Radio Puerto La Cruz, Venezuela, el Domingo 10 de mayo de 1970, por el insigne poeta-locutor José Antonio “Totoño” Lara, programa radial que marcó una “Época de Oro” en la difusión del arte sublime que se ejerce bajo el influjo y la inspiración de las Musas.

 



POESÍA A LA MADRE

 

©Abg. Giuseppe Isgró C.

-1966-

 

  

 

 

Hermosa con tu dulzura,

más grande aún con tu amor,

inspira consuelo con tu fe,

Y haces llorar con tu bondad.

 

Madre:...

Eres tú el ser

para quien Dios me dio las fuerzas,

entendimiento y conciencia,

para adorarte con fervor y devoción,

como a otro ser, jamás podré!

 

Eres tú, madre,

guía de mis pasos,

senda de mi vida,

luz con tu amor, que en mi vida brillas,

cual faro en puerto fijo

que alumbra al náufrago.

 

Eres tú, madre,

el hilo en que mi vida pende,

que a mi existencia alegras

aun cuando tú sufres.

 

Una sonrisa tuya

siempre me consuela

cuando acudo a ti.

 

Madre, eres tú el ser

en quien la naturaleza imprime

sus huellas de amor profundo;

que nos da la vida

aun a costa de la tuya,

revelándose con ello

la grandeza de tu ser.

 

¡Madre, benditas seas!

¡Madre, tu bendición!

 

 

 

Poesía recitada en el programa “Atardecer Poético”, por el excelente locutor-poeta Jesús Antonio “Totoño” Lara, en mayo de 1969, por Radio Puerto La Cruz.


jueves, 11 de mayo de 2023

UN COMINCIARE TUTTO DA CAPO

 


UN COMINCIARE TUTTO DA CAPO

Un empezar todo de nuevo, en cada etapa,

con la experiencia adquirida: divino tesoro,

en la eterna polarización de un estado de 

conciencia, a otro más elevado, ad infinitum

 ©Abg. Giuseppe Isgró C.

 

 

 Escudero, -dijo Hidalgo:

En todo ciclo de vida, cada ser, en los cuatro reinos naturales, se encuentra preparado para empezar, nuevamente, desde el inicio, para aprender.

Es un nuevo comienzo, pero desde una nueva perspectiva, en un estado de conciencia más elevado. Como percibía Arturo Uslar Pietri, en edad avanzada: Él había aprendido donde se encontraba la información que precisaba, pero que la tarea por realizar, en adelante, era una nueva, en una fase incipiente, la obra que compete, de acuerdo con las inquietudes de los tiempos. En ese hacer y rehacer, o dejar de hacer, observando y comprendiendo, se va logrando la perfección, -siempre relativa- que permite percibir la información en la obra anterior, y corregirla. La experiencia, divino tesoro.

Hacer, rehaciendo, y corregir, innovando y creando, es un eterno ir y venir, constantes, en un viaje hacia la eternidad presente: Aquí y ahora.

Aquí, es donde se encuentra la conciencia del ser; ahora, es el instante presente de la eternidad, siempre presente, en tiempo presente. ¿Qué es lo que cambia? El estado de conciencia por la experiencia y que la perfección de los atributos divinos ya existe, de por sí. Esto, debido a la emanación a la conciencia individual, de cada ser, en los cuatro reinos naturales, en estado de perfección latente. Es decir: El ser, en los cuatro reinos naturales, emana perfecto a la conciencia individual, en el alma universal, a partir de la Divinidad, sin separarse de la Divinidad y sin dejar de ser la Divinidad. Pero, falto de experiencia, precisa adquirirla en el eterno camino de retorno desde el ser individual al Ser Universal.

Escudero, -continúa Hidalgo: Cuando creemos que ya sabemos, percibimos que no sabemos, y empezamos de nuevo para llenar ese espacio de la esfera mental que refleja la porción de ignorancia que se precisa transmutar en conocimiento, sabiduría, prudencia o experiencia. Es el grado de aptitud perceptiva, comprensiva y realizadora desarrollado como bagaje existencial.

A partir de la nueva ascensión de grado, o estado de conciencia, se percibe la emergente porción de ignorancia, de turno, que habrá de satisfacer. Jamás, afortunadamente, dejaremos de ser ignorantes, ni eternos aprendices, caso contrario, ¿cómo adquiriríamos los nuevos estados de conciencia en las infinitas estaciones de la vida?

Es como tener hambre y comer para satisfacer esa necesidad. Pero, jamás se dejará de tener hambre, y cada vez que se tenga la misma, cada quien adquiere mayor conciencia del alimento que perciba para alimentar el cuerpo.

El Espíritu, -Escudero, tiene hambre de conocimiento. Es la necesidad de comer que siempre experimentará tras breves intervalos de satisfacción temporal. Es un estado de insatisfacción constante que jamás dejará de experimentar, nuevamente, tan pronto como satisfaga la de un breve intervalo anterior.

La naturaleza de las cosas busca que el ser esté en constante y eterno movimiento, para evitar estancarse.

Si no existiesen las necesidades básicas, las de seguridad, la de pertenencia o afectivas, las de hetero y autoestima, y las de autorrealización, en ciclos constantes y alternos, repetitivos ad infinitum, los seres, en los cuatro reinos naturales, se achantarían: Dejarían de estar activos.

Si no hubiese insatisfacción espiritual, que impele a expresar la fuerza creadora potencialmente infinita hacía propósitos claramente definidos, en dichos reinos naturales, los seres se estancarían y dejaría de haber progreso.

Que gran visión tuvieron Sidharta Gautama y Abraham Maslow, a la distancia de 2.500 años que les separaban, guardando las distancias, que siempre podría haberlas por la misma dinámica de la vida.

Por esto y mucho más, es: Un cominciare tutto da capo, pero, con la experiencia adquirida: divino tesoro, en la eterna polarización de un estado de conciencia a otro más elevado, ad infinitum.

Adelante.

 

lunes, 8 de mayo de 2023

UN PODER MORAL

 


UN PODER MORAL

 

©Abg. Giuseppe Isgró C.

 

 

Arthur Schopenhauer estableció tres tipos de poderes, sustentados por lo que se es, por lo que se tiene y por lo que se representa.

La autoridad de lo que se representa, en primer lugar, es la que confiere la titularidad de un cargo determinado. Un juez, por ejemplo, verifica su competencia por la materia, por la cuantía y por el territorio, entre otros elementos inherentes.

El poder de lo que se tiene, es de relevante importancia; empero, dada las variaciones de la fortuna, podría, en un momento dado dejar de tenerse. Ahí es donde entra en escena el poder más importante: lo que se es.

Quien ha sido capaz de crear una fortuna, en un momento dado, podrá volver a crearla, si tuviese que empezar de nuevo, desde cero, a cualquier edad. Pitaco, uno de los siete sabios, en cierta época, expresó: -“Todo lo llevo conmigo”-.

Decía José Ingenieros: -“Algo necesita cada ser humano de los demás: respeto. Debe conquistarlo con su conducta”. Luego agrega: -“La independencia moral es el sostén de la dignidad. Si el hombre aplica su vida al servicio de sus propios ideales, no se rebaja nunca”.

La autoridad moral, además de estar sustentada por un dominio del arte, en todas sus vertientes o variantes, en el rol que se desempeña, viene dada por la experiencia adquirida a lo largo de la propia carrera y por los triunfos obtenidos en situaciones favorables o adversas. Sobre todo, por la probidad que se ha demostrado en las vicisitudes propias del rol humano.

Mantener la propia conducta dentro de los parámetros de los valores universales, como práctica de todas las virtudes, obteniendo los mejores resultados factibles en las situaciones menos favorables, en forma repetitiva y constante, otorga la autoridad moral frente al entorno.

Evidentemente, la autoridad moral también se granjea la preferencia de los conciudadanos a la hora de elegir los servicios que les son inherentes a quien la sustenta, en todas las variantes y vertientes sociales.

La autoridad moral de un Rómulo Gallegos, cuando en la hora menguada de su carrera política, en forma obstinada y digna, con firmeza y decisión, rehusó regir su conducta presionado por los actos de violencia ejercidos por quienes buscaban negociar con él, su renuncia o un cambio de gabinete. Es admirable la demostración de valentía de Rómulo Gallegos, aunado, todo ello, a la probidad en el manejo de sus cuentas públicas.

Decía Séneca, que la vergüenza es un elemento de advertencia coercitiva que mantiene a la persona dentro de los parámetros de la autoridad moral.

Quienes superan el escenario de las virtudes, experimentan silenciosa vergüenza, como acción coactiva de la conciencia. Pero, siempre se está a tiempo de rectificar, en el eterno ahora.

Las generaciones emergentes se inspiran en los actos ejemplares de Cicerón, Marco Aurelio, Arrio, Apolonio de Tiana, Homero, Confucio, Platón, Sidharta Gautama, Plutarco, Saladino, Cervantes Allan Kardec, Victor Hugo, Andrés Bello, José Mazzini, Alexis Carrel y Paul Brunton.

Luz fulgurante es para los nuevos conductores de la Patria la que emiten personajes descollantes como Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Andrés Bello, José Antonio Páez Herrera, Rafael Urdaneta, Antonio José de Sucre, Cecilio Acosta, Eleazar López Contreras, Isaías Medina Angarita, José Antonio Giacopini Zárraga, Arturo Uslar Pietri, por nombrar sólo algunos.

La juventud que emerge, con renovados ideales revitaliza a la sociedad. Los viejos jerarcas que ya han dejado de ser útiles al progreso luminoso, y armonioso, dejarán paso libre a nuevos estados de conciencia, de bienestar, crecimiento personal y riqueza integral.

La historia debe estudiarse y enseñarse, para emular los grandes caracteres que han ostentado la autoridad moral que guía y dignifica.

Es preciso recordar, también, la autoridad moral del profesional, o del experto, en un determinado arte, o ciencia, que le faculta para obtener los mejores resultados a favor del mercado en que actúa, obteniendo elevados y justos honorarios, o salarios, por sus prestaciones. Generalmente, este tipo de persona forma parte del 20% de la sociedad que obtiene el 80% de los resultados factibles, en todo lo que realiza.

La justicia divina nivela, por la ley de afinidad, por la de compensación y la de la igualdad, todo lo que debe ser nivelado y coloca, en su justo lugar, cada persona y cosa, estableciendo, oportunamente, el orden perfecto y la armonía cósmica. Cada quien recibe su respectivo salario cósmico.

 Aquí y ahora, en el planeta tierra, y en cada persona, se establece el orden divino y la armonía cósmica. Hecho está. Así es, así será.

Seamos canales de la Luz del Creador Universal.

Adelante.


viernes, 5 de mayo de 2023

EL PODER DE LA DETERMINACIÓN

 


EL PODER DE LA DETERMINACIÓN


© Abg. Giuseppe Isgró C.




Herman Hesse, comentaba en uno de sus ensayos, que la palabra que más le había emocionado, y a la cual siempre había prestado una atención especial, era “obstinación”, equiparable a “tenacidad", o "determinación".
Se refería a esa clase de obstinación que engendra una fuerza de voluntad de tal magnitud que conduce a la persona a superar cualquier obstáculo, de la índole que fuere, empleando los recursos esenciales hasta alcanzar la meta.
Tomás Alva Edisón, era de este temple. El 21 de octubre de 1879, después de realizar más de diez mil experimentos para encontrar el filamento y la técnica adecuada mediante la imaginación sintética, perfeccionó la primera bombilla eléctrica.
La obstinación de Henry Ford, de construir el motor V-8, hizo realidad algo que sus mismos ingenieros creían imposible. Solía decirle: -“Lo quiero y lo conseguiré”.
Napoleón, borró de su diccionario la palabra  “imposible”; tal eran su determinación de triunfar.
Bolívar, en Casacoima, en condiciones adversas, soñaba con los éxitos de la campaña del Sur. En Pativilca, postrado, a la pregunta de Don Joaquín Mosquera: -“Y qué piensa hacer usted ahora?”, –con  ojos resplandecientes, expresión decidida y confiada actitud, responde: -“Triunfar”; haciendo realidad, poco después, su sueño de la emancipación latinoamericana.
Es la tenacidad de aquella hormiga que, con una carga de mayor volumen que la de su cuerpo, se volvió a levantar una y otra vez en el ascenso de un escalón, hasta que, felizmente, a la treinta y seisava vez, logró superarlo, inspirara a un famoso líder que, después de una fallida contienda, le observaba, haciéndole tomar, la inspiración que recabó de ello, la determinación de reagrupar a su gente y reemprender las acciones, saliendo triunfante en las mismas.
No existen barreras infranqueables para una mente determinada a triunfar.
De esta casta de seres extraordinarios que han hecho de la obstinación el instrumentos de sus múltiples y continuos triunfos, era, con certeza, el Ilustre, P:. y QH:. José Antonio Páez, que en la batalla de las Queseras del Medio, solamente con ciento cincuenta y tres hombres, elegidos por él, venció a Pablo Morillo, con siete mil hombres. El Libertador, que había presenciado los sucesos, emocionado y admirado, a la vez, mediante una proclama, elogió lo ocurrido como “la mayor hazaña heroica de todos los tiempos”. Constituye un paradigma indiscutible.
Ignacio de Loyola, en un aforismo, parafraseado, expresó: -“En tiempos menos fáciles no hay que mudar de propósito”, indicando, expresamente, que jamás debe abandonarse un proyecto a mitad de camino.
La inmutabilidad en la realización de los objetivos identifica a los triunfadores, en los cuatro reinos de la naturaleza.
Esa planta que habiendo sido pisada, se vuelve a erguir, demuestra una voluntad férrea de vivir con dignidad.
El águila que, al llegar a una edad intermedia,  debe tomar la difícil decisión de desprenderse de su pico y plumaje, en un proceso nada fácil de renovación que dura ciento cincuenta días; muchas la toman; otras no. Quien decide hacerlo,  con renovada fortaleza vive los siguientes 35 años. 
Michele Isgró Scibilia, solía decir: -“Cuando el mundo parece que se acaba, comienza de nuevo”-.
En la obstinación reside uno de los mayores secretos del éxito; en el momento de negarse en abandonar, persistiendo impasible en dirección de la meta, en ese mismo instante se activan los poderes creadores de la mente y se comienza a tomar el  control de las propias fuerzas y de las circunstancias exteriores; oportunamente, se gestan los resultados.
Obstinación, es una hermosa palabra que encierra en sí misma un mundo de creación y objetivos felizmente realizados o en camino de serlo, sobre todo si lo justo rige la intención.
Imaginemos a la tenaz y victoriosa hormiga, exhortar a sus congéneres, diciéndole: -“Conquistad vuestras metas con calma imperturbable, impasibilidad, serenidad y paciencia, haciendo uso de de los dos mayores poderes existentes: el amor y la obstinación triunfante. ¡Triunfad, ahora y siempre!”-.
La tenacidad de un jardinero que siembra las semillas, las riega con dedicación y amor, hasta que un día contempla extasiado a las hermosas y radiantes flores; parecieran sonreírles agradecidas.
La fábula del rosal, de Niko Kazantzakis, encierra una hermosa moraleja: -“Un día, las ortigas pidieron al rosal: -Señor rosal, ¿no quieres enseñarnos a nosotras también tu secreto? ¿Cómo te ingenias para hacer las rosas? Y el rosal respondió: -Hermanas ortigas, mi secreto es muy simple. Durante todo el invierno, con paciencia, confianza y amor yo trabajo la tierra y solo tengo una cosa en mi mente, la rosa. Las lluvias me azotan, los vientos me deshojan, las nieves me cubren, pero yo solo una cosa tengo en mi mente, la rosa. Éste es mi secreto, hermanas ortigas”-.
Adelante

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