jueves, 29 de agosto de 2024

AL AEDA INSPIRADO DE LOS PINTORES

 

Obra de Juan Antonio Torrijo Latorre

AL AEDA INSPIRADO DE LOS PINTORES


©Giuseppe Isgró C.

 

Al hermano y amigo: Juan Antonio Torrijo Latorre

 

Al fondo, la luz intensa, dorada, cual miel divina, energía en eterno movimiento, símbolo y emblema de la Divinidad. Amanecer y ocaso, los opuestos que se unen. Principio y fin, ciclos de constante renovación ad infinitum, en un ir y venir, en eterno retorno a la fuente, sin alcanzarla jamás afortunadamente. Paradójicamente, siempre se ha estado en ella. Se ha sido: el caminante, el camino y la fuente.

Por un camino rodeado de verdes horizontes de abundantes vidas en ellos inmersas, acompañantes silenciosos, unos, cantores de variadas melodías que hacen sentir la compañía de seres amigos, otros. Agarrados de las manos seres que representan dos fases existenciales. El hombre maduro en el ocaso de la vida y el joven redimensionado, en el alba de la vida, indican claramente, como en cada nueva generación el Espíritu se agiganta, pero el lazo afectivo le une.

Por mucho que se haya avanzado, los que siguen los pasos sobrepasarán, con creces, todo logro alcanzado.

El mañana, siempre será más que hoy.

Jamás imaginó el hombre maduro la estatura que alcanzaría aquel niño que un día cargara, hijo o nieto, o biznieto, que preanuncia el mañana, cuando se vuelva a emprender un nuevo ciclo.

Épocas de grandeza, de esplendor, de inmensidad latente, que va extrayendo de sí mismo lo que ya posee, en conocimiento y poder, y siempre encuentra más, a medida que las necesidades crezcan, y los anhelos del infinito, que ya se poseen, latentes, cual bellota el árbol gigante de la encina, del fuerte roble y tantos otros de análoga naturaleza, e intuye, también, su dorado futuro.

Siempre hay más porque el absoluto se encuentra en la ínfima parte, cual lo percibiera Anaxágoras. En lo infinitamente grande al igual que en lo infinitamente pequeño, existe la misma potencia y sabiduría, sin diferenciación, aunque se ignore. Con solo tener una necesidad, o anhelo, ilimitados, al instante, se expresaría todo ese potencial y cualquier ser de los cuatro reinos, podría hacerlo cual Divinidad viviente. Empero, aún la misma Divinidad, el Ser Universal, el Sin Nombre conocido, por ser anterior a todo lo que existe, necesita de la eternidad, el eterno presente, para expresarse –a través de cada ser, en los cuatro reinos, en una obra que jamás termina, porque siempre hay un más allá, un nuevo comenzar en una estación superior, -eterna polarización- en cualquier estado de conciencia, por elevado, o variante, que fuere.

En lo alto de la colina, indicativo de un camino elevado que se recorre. Al pié de la misma, la orilla del mar, el vaivén de las olas, el eterno ritmo, el ir y venir que permite la vida y la depuración-renovación constante.

Al mirar en la lejanía, se busca el fin del mar, pero el camino es circunferencial, sin principio ni fin, al igual que la Divinidad, representada en el Círculo. A cada vuelta, a partir del punto dentro del círculo, la espiral evolutiva del progreso, se expande en un doble recorrido exterior e interno, a la vez, hacia afuera, y hacia adentro. Al igual que el árbol: hacía fuera, buscando la luz. Hacia dentro, buscando las raíces nuevos nutrientes. Al crecer interiormente, en forma paralela se realiza en lo externo.

Como es adentro es afuera, como es afuera es adentro, como es lo grande es lo pequeño, como es arriba es abajo para realizar el prodigio de la creación. Esto ya lo había previsto aquel mensajero inspirado, Hermes. Como es Dios es el hombre, el animal, el vegetal y el mineral, en las tres dimensiones: divina, espiritual y física. La misma: vida, inteligencia, conciencia, luz, potencia, aptitud, actitud, carácter, voluntad, anhelo y ser, sin división ni separación, con la misma sed del infinito que ya se posee y que jamás se saciará, afortunadamente, porque la sed de mañana, será mayor y el manantial es inagotable.

Ya lo dijo Mahoma: -“Quien se conoce, conoce a Dios”. ¿Quién se conoce?

Por eso los nuevos cantos de esperanza de los poetas, de los pintores, de los líderes o aurigas, de los maestros y cada uno de los seres, en sus propia esfera, para iluminar el camino con esa luz divina, cual faro que oriente al nuevo destino de turno, en cada nueva edad de oro, o renacimiento espiritual integral.

El contraste entre la luz y la oscuridad, ambas en el fondo, conforman un todo. ¿Cómo apreciar la una sin la existencia de la otra? ¿Cómo saber lo que es dulce sin la existencia de lo amargo, el calor sin el frío, el bien sin el mal, la bondad sin la maldad, el placer sin el dolor, la belleza sin la fealdad, y un largo etcétera? Sabia previsión de la Divinidad que en sus eternos planes previó todo lo que se precisa, como guía certera bajo cuya égida caminar seguros. Por eso decía Lao Tse: -“Cuando se percibe la luz, se da cuenta lo que es la oscuridad. Cuando se percibe la belleza, se descubre lo que es la fealdad”, etcétera.

El hombre maduro y el joven gigante, preanuncian un progreso incomparable en las nuevas y renovadas edades de oro que, cada cierto tiempo, revelan nuevas etapas de progreso.

Solo los poetas y los pintores, artistas inspirados y seres enfocados en su propósito de vida, proyectados a otras dimensiones, en los inmensos mundos del universo, perciben humanidades adelantadas una eternidad a nuestro planeta, hasta donde puedan absorber los adelantos inherentes a su propio nivel y plan de adelante del propio planeta de turno, hasta ahora inimaginable, empero, señalando los caminos que esperan como destino, a cada ser, en los cuatro reinos, paralelamente, como única ley divina de progreso integral.

Los poetas con sus cantos, los pintores con los símbolos plasmados en sus lienzos, el científico en su laboratorio, el trabajador en su faena diaria, el maestro y el líder o auriga, con sus arengas, el legislador con sus justas legislaciones, y cada uno en su propio rol, inspirado por el mensaje de la Divinidad, -Sublime Pedagogo- en la propia conciencia, cada uno como heraldo del infinito, anuncia el alba, y las incontables albas, del porvenir, un porvenir de Gigantes, como lo plasmó Juan Antonio, en cada nueva generación, ad infinitum.

Todos son portadores de un nuevo aliento renovador, de confianza en tiempos mejores que los conocidos, por muy buenos que estos hayan sido, nada se le comparará, al igual que el joven gigante y aquel hombre maduro de la hermosa obra pictórica-simbólica de Juan Antonio.

Cuantos tesoros ocultos, inmensas vidas existentes en ese mar inconmensurable, que escapan a la propia vista. Para todos estos seres de los cuatro reinos naturales, el canto de esperanza es idéntico, por cuanto las etapas de progresos son idénticas para todos; lo que cambia es la forma, no el fondo ni la esencia, ni el ser, que es una expresión indivisa de la Divinidad a la conciencia individual, como instrumento de su voluntad.

Esta obra que hoy, agradecidos y emocionados se contempla por la inspiración, y el cultivo del arte, -como decía Sócrates, en el Ión de Platón-, del hermano Juan Antonio, es un canto de esperanza y el reflejo de infinitas verdades que se deducen, ya existentes, que están ahí, basta enfocarlas, para verlas gradualmente, de acuerdo al propio grado de atención. Mientras más se contempla, más profundo el éxtasis que eleva el Espíritu a las esferas del infinito, para ver hasta donde las alas del progreso, y experiencia, lo permitan.

 Es una obra que cual heraldo, se repite nuevamente, trae un canto de esperanza, anunciando buenas noticias, sobre nuevos tiempos, cual lo han soñado, siempre, las mentes más preclaras de la historia.

Cuán lejos se ha proyectado el pintor a esas elevadas esferas de radiante luz, frecuencias divinas de sabiduría y armonías cuyas vibraciones dirigieron el pincel, y la experta mano, plasmando la visión de nuevas edades de oro –ahora utópicas y parecieran lejanas, aún- que esperan que las nuevas generaciones conquisten como retos capaces de extraer las esencias divinas que traen consigo para encontrarle el sentido a la vida, en cada fase, ad infinitum.

Tanto el joven como el hombre maduro, ambos marchan confiados hacia su destino futuro, en el eterno ahora. El segundo sabe, que luego, cuando el primero ocupe su lugar en la madurez, en escalas acrecentadas de progreso, le estará esperando, cuando reencarnado vuelva. Esas manos enlazadas de dos generaciones, lo han sido incontables veces, como abuelos y nietos, o bisabuelos y biznietos, o como amigos, compañeros de caminos, por eso el amor es tan intenso entre seres de estos saltos generacionales y entre seres amigos que hacen de la amistad un lazo de familia verdadera, en un interminable ciclo de progreso y compañerismo. Por eso en el camino de la vida se encuentran tantos seres que, desde el primer instante, se percibe como si se le conociera desde siempre, y por supuestos, con lazos de amistad, para siempre en una interconexión que trasciende lo físico, la distancia y los saltos generacionales.

Al final, los padres se transforman en discípulos de sus propios hijos, porque, los alumnos, salvo excepciones, montados sobre hombros de gigantes, superan a sus padres y maestros. Es el instante donde ya, no es el vínculo filial el que se impone, sino el de la amistad, eterno lazo de afecto entre los seres y riqueza incomparable, entre todas las existentes.

Un saludo con gratitud al experimentado e inspirado pintor, el hermano y amigo Juan Antonio, que hizo posible una obra que cual mándala divino es capaz de inducir al éxtasis meditativo y nos invita a recorrer nuevos caminos luminosos de belleza inigualable.

Adelante.


domingo, 18 de agosto de 2024

EXALTACIÓN DEL INFLUJO CREADOR

 


EXALTACIÓN DEL INFLUJO CREADOR

 

© Abg. Giuseppe Isgró C.

 

 

El influjo de una fuerza superior invade el propio ánimo, dinamiza el Espíritu en el fragor de una batalla, en la persistencia de la realización de un objetivo, que transforma en incansable a la persona, hasta que alcanza la meta, el resultado anhelado, el logro deseado con fervor y entusiasmo.

 Le posee una fuerza superior que le hace superar todo dolor, toda fatiga, todo sufrimiento e impasible le conduce a la meta prefijada, o que trasciende, inclusive, su propia visión, en concordancia con los supremos designios divinos o de un orden superior.

 Por eso los antiguos denominaban al entusiasmo “Dios dentro de sí”, que le insufla ese aliento divino, que le transfigura el semblante, y le anima de una fuerza superior que le engrandece, cuando le anima un ideal de orden superior. Empero, también, podría ocurrir lo opuesto, si el orden moral que anima los propios pensamientos y sentimientos, fueren de un orden moral inferior. La polaridad en los pensamientos y sentimientos, en la índole del ideal, hace la diferencia. Una pasión de índole superior impele a la perfección suprema en el arte que se cultiva, y se imanta con la potencia suprema de los genios de todos los tiempos, en el propio nivel de manifestación, e inspiración.

 Por eso es de principal importancia la sintonía con los principios elevados, con el orden moral superior, con la potencia del bien, de la belleza, del amor, de la justicia, de la benevolencia, de la cooperación y de la felicidad por el servicio a la humanidad en el entorno del que se forma parte y en el que, se participa, dando y recibiendo bienestar, asumiendo la inherente cuota de responsabilidad social, aportando bienes y servicios que satisfagan necesidades insatisfechas.

 He ahí la explicación por la cual el bien siempre se impone. El inflijo de la cooperación cósmica, dinamiza a los líderes de turno, situacionales, que le impelen a poner orden en el entorno en que actúan, con el fin de restablecer la armonía y la nueva realidad que debe imperar según la inquietud de los tiempos que corren.

 Siempre emergerá, de dónde menos se piensa el líder efectivo, en todos los escenarios del mercado, y de las actividades humanas, en tiempo oportuno, que desplazará a aquel otro ser que ya no se adecua a las inquietudes actuales del entorno, y al orden divino de la justicia, y objetivos cósmicos inherentes en cada fase histórica. Tal como lo percibiera Adam Smith, en el libro La Riqueza de las Naciones, siguiendo fines egoístas de grupos de poder que, no dejan de representar una constante controversia entre el bien y el aparente mal, empero,  como el viento en contra que impele a las aeronaves a elevarse, al despegar su vuelo, o a aterrizar, una vez alcanzado el aeropuerto de destino, se obtienen los resultados que deben ser logrados, que trascienden las intenciones personales de los propios actores de turno, determinando que, en todo aparente caos, impere el orden justo y perfecto y la armonía cósmica.

 Al igual que en una hoja de Excel, con cada suma y resta, con cada multiplicación, o división, u otro tipo de actividad matemática, se ajusta el saldo, instantáneamente, y cada quien, en el juego de la vida, es ubicado, o reubicado, donde le corresponde, en primer lugar, por la Ley de atracción, por la naturaleza y polaridad de sus pensamientos y sentimientos; y, en segundo lugar, por la ley del karma y el vipaka, es decir, acción y reacción, causa y efectos, siembra y recogida, para compensar, o recibir la compensación según la índole de los actos realizados, en polaridad positiva o negativa.

 En cada época se cosecha según las semillas sembradas en tiempos pasadas. En el futuro, se obtendrán los que correspondan a las semillas inherentes al presente. Cada quien es el artífice de su destino.

 Es una pugna constante entre diversos niveles morales, o estados de conciencia, en las infinitas estaciones de la vida, que cumple la función pedagógica de la naturaleza. La misma manifiesta por esa conexión inherente a cada ser, en los cuatro reinos naturales, con la Divinidad, quien, en forma silenciosa, cumple su función de guía divina en la conciencia de cada ser.

 La unidad se manifiesta en la diversidad, restableciendo el orden divino de acuerdo a la inherente suma existencial de cada ser, en perfecta armonía con todos y con el Todo.

 Ciertamente, así es, para el bien de todos.

 La vida no permite que nadie se duerma en los laureles, o que se estanque en un recodo temporal del camino, insuflando el aliento divino del ideal supremo, en cada esfera de manifestación, que impele, en cada edad, al cultivo del arte inherente que se es capaz de concebir,  conjuntamente con la inspiración del conocimiento suficiente, en la conciencia, y del poder creativo, expresado por medio de la fuerza de empuje y de bloqueo, para que las cosas se manifiesten en el tiempo perfecto de la Divinidad, en el aquí y ahora, oportunamente, haciendo la cosa correcta, por la persona adecuada, en cada misión de turno.

 Al igual que en el mercado, cada ciclo histórico, hay quien sale del selecto grupo del 20% de personas y/o empresas, que obtiene el 80% de los resultados, en la comercialización de los bienes y servicios, para darle entrada a los nuevos empresarios que, creando, o innovando nuevos bienes y servicios acceden a ese selecto grupo realizador, por propios méritos. Empero, en el siguiente ciclo, quienes dejan de adecuarse a la satisfacción de las nuevas necesidades emergentes del mercado, en bienes o servicios, inevitablemente saldrán de ese selecto círculo de excelencia, para darle paso a los nuevos impulsores del progreso humano.

 Cuando Napoleón Bonaparte perdió la batalla de Waterloo, que virtualmente estaba ganada de antemano, Víctor Hugo que estudió las causas inherentes, expresó que la única razón que había encontrado era que: -“Napoleón se había convertido en un obstáculo en los planes de Dios”.

 En conclusión, el progreso seguirá indetenible su marcha ad infinitum, y todo lo que estorba en los planes cósmicos, será quitado, o reubicado, donde corresponda, en el concierto de todas las cosas, por la Ley de atracción y la del Karma y el Vipaka, es decir: causa y efecto, acción y reacción, y siembra y recogida. 

 Adelante.

 

 


lunes, 12 de agosto de 2024

EL PLACER DE PAGAR, PARA LIBERARSE

 

Aristóteles Onassis

EL PLACER DE PAGAR,

PARA LIBERARSE

 

Abg. Giuseppe Isgró C.

 


Desde una óptica superior, podría afirmarse con absoluta seguridad, que, entre los grandes placeres de la vida, uno de los más importantes es el de pagar, para liberarse.

Pagar no solamente las deudas que se adquieren de múltiples maneras, sino los bienes que habitualmente compramos, por lo que valen, y los servicios que se nos brindan diariamente, compensándolos adecuadamente, muchas veces, con la sola palabra: gracias, acompañada con una sonrisa cordial, afable, de aprecio, o amistosa. También, solicitar el perdón, u otorgarlo, o las disculpas, es una forma efectiva de pago, para liberarse. 

El placer de pagar va aparejado con el grado de dignidad humana, desarrollado. Mientras más elevado el nivel de dignidad que se posee, como carácter distintivo, y norma de conducta, más efectiva es la conciencia del cumplimiento del deber de pagar en tiempo oportuno las obligaciones que se adquieren en cualquier circunstancia de la vida.

Pagar es cumplir con la obligación que se adquiere en los negocios, en la vida privada, con el o la cónyuge, con los amigos, con la patria, con toda aquella persona a quien se promete algo, sin gana de cumplirlo, por ausencia de fortaleza de carácter, pero que, aun así, debe cumplir el compromiso que adquirió para salir del paso.

Una promesa incumplida es una deuda impagada que implica un elevado costo, ya que, la palabra dada no vale nada. Y una persona que incumple su palabra, vale tanto como la palabra dada incumplida.

La credibilidad es un valioso tesoro que posee cualquier persona de valor, en la vida. Muchas veces, la palabra vale más que el dinero. Se puede poseer dinero, pero si la propia palabra no tiene credibilidad, ese dinero pierde efectividad, ya que, la confianza que se inspira en los demás, es el capital más importante de una persona, de una persona con valores. Valores de la prudencia, del amor, de la amistad, del respeto, de la justicia, de la fortaleza, de la templanza y de la belleza, ya que, las virtudes son cualidades hermosas.

 

Siempre, la primera prioridad es pagar, por su estricto orden prioritario, las deudas que se puedan tener, en un momento dado.

Hay reglas que cumplir, en el desarrollo del placer de pagar:

1)       No adquirir deuda alguna si no está seguro de poder cumplir, o no desea cumplir con su pago, ya que, al final pagará con su activo más valioso: su reputación. La persona que adquieren la reputación de ser malos pagadores, dicha reputación es como la peste, todos se apartan a su paso.

2)       Si la obligación que se adquiere con la compra de un bien, o servicio, no es prioritaria, o indispensable, o no dispone de dinero para adquirirlo, es preciso ponerlo como objetivo para adquirirlo en el momento justo y perfecto, y adquirirlo pagando de contado. Como decía William Blake: -“Nadie vuela demasiado alto, si lo hace con sus propias alas”.

3)       Si no fuera por el crédito, la mayoría de las personas no tendrían lo que hoy poseen. Es decir, el crédito es indispensable para alcanzar elevado nivel de bienestar y riqueza integral. Por eso, el crédito hay que cuidarlo, pagando puntualmente las obligaciones que se adquieren. De esta manera, el crédito se mantiene intacto, la credibilidad será el propio aval, y en el entorno en que se desenvuelve, una persona, o empresa, se goza de la buena reputación de ser un buen pagador, o de buena paga. No es poca cosa.

4)       Aún esa falsa promesa que se da a una dama, inocente o no, para obtener sus favores, antes del matrimonio; si no se tiene gana de cumplirla, se debe renunciar a obtener algo por nada. Algo por nada, no existe en la naturaleza. Siempre se paga un precio por todo, aunque no se quiera pagar: noches sin dormir, temor a las consecuencias, mantener la puerta de la mente cerrada para dar, la cual, al mismo tiempo, permanece cerrada para recibir. Esa mente ocupada con las deudas impagadas que atosigan a la persona, no tendrá libertad para crecer en los negocios, y en la vida, y gradualmente, sin darse cuenta, junto con la credibilidad, va perdiendo, también, la propia dignidad humana. Dar el pago para recibir el crédito y la satisfacción del cumplimiento del propio deber.

5)       Una regla de oro de riguroso cumplimiento: Si adquirió una deuda y le resulta imposible pagar a tiempo, afronte la realidad cara a cara. Haga un retiro temporal, de una hora o más, y anote todas las posibilidades de entradas de dinero. Anótelas todas. Vea lo que tenga que hacer para completar el monto de lo adeudado, y en cuanto tiempo podrá tenerlo en su poder. Con esa información clara, en su mente, visite a su acreedor, y dígale con sinceridad: -“Me será imposible pagarle ahora; pero, Dios mediante, en tal fecha, estaré aquí para pagarle. Ese día, con o sin dinero, deberá dar la cara, pagando todo, abonando una parte, y aún sin abonar nada, dar la cara, haciendo un nuevo compromiso de pago, lo cual es una forma de pago, y se demuestra seriedad. Dar la cara es una forma de pago, hablando siempre con la verdad por delante, comprometiéndose a una fecha cierta de pago. Negocie, siempre, fecha cierta de pago, ya que incumplir una, dos o tres veces, implica un costo que debe evitar a toda costa.

Es mejor decirle al acreedor: le pagaré dentro de mil años, dando la cara. Dentro de mil años, diez vidas más adelante, usted pagará su deuda, más los intereses de mora. No lo dude. El acreedor, esté donde usted esté, irá a buscarle para cobrarle. ¿Por qué hipotecar el futuro, o, mejor dicho, su libertad? La libertad es un tesoro de incalculable valor.

Veamos un ejemplo: Existen numerosos casos de millonarios que, al desencarnar, dejan enormes riquezas a un grupo de hijos, que, en línea general serían incapaces de acceder a ese nivel de prosperidad por sí solos. En muchos de estos casos, el padre, y la madre, son deudores de vidas anteriores, que ahora, pagan a sus acreedores, agrupados en familia, como hijos. Son formas novedosas de ver las cosas, de acuerdo con antiguas enseñanzas, o a recientes investigaciones científicas, de corte parapsicológico, o espiritual. Nuestro relato MAMÁ RO, que se puede leer en Internet, aporta importantes referencias al respecto, dignas de análisis: https://articulosdeprensadiaadia.blogspot.com/2014/03/mama-ro-un-caso-probable-de.html

6)       En el libro, El cierre de venta, o el arte de la negociación efectiva, en el que relato mis experiencias personales, en el arte de vender, que he utilizado desde temprana edad, explico un método efectivo para estar al día en el pago de las propias obligaciones, de manera sencilla, pero, efectiva:

·                   Utilizar tres (3) carpetas de manila, tipo oficio. La primera, colocarle por título: ACTIVIDADES POR REALIZAR. Se enuncian todas las actividades, enunciando, al inicio, lo siguiente: Antes del 30 de agosto de 2024, realizar, tales y tales cosas. Se describe cada actividad de acuerdo al orden prioritario, o de importancia, o de factibilidad. La segunda carpeta, se intitula: CUENTAS POR COBRAR. También se encabeza el enunciado: Antes del 30 de agosto de 2024, cobrar.  Allí se describen todas las cuentas por cobrar dentro de la fecha pautada. La tercera carpeta, se intitula: CUENTA POR PAGAR. El respectivo encabezado, debe expresar: Antes del 30 de agosto de 2024, pagaré: …. A continuación, por su estricto orden prioritario, se enuncian los compromisos a pagar, colocando la fecha de vencimiento de la misma. Esas tres carpetas deben ser revisadas todas las mañanas, enfocando la mente el los objetivos de ese día. En todo tiempo tendrá bajo control todas sus actividades y sus cuentas por cobrar y por pagar, al día.

7)       No hace mucho, una empresa nos pasó un caso de cobranza extrajudicial; la deuda se había generado durante un (1) año de arrendamiento de equipos. En ese momento se le redactó un compromiso de pago a dos (2) meses, y a su vencimiento, se le envió su Primera Notificación de cobro. No pasaron cinco minutos, que el deudor me llamó. Lo hizo en forma inmediata. Me dijo: -“Deme cinco minutos, para ver que abono le puedo hacer”. Poco rato después, llamó, diciendo: -“Hoy mismo le haré un pago del diez por ciento (10%) del monto total a pagar. La administradora de la empresa acreedora, dijo: -“Es poco, debe pagar un poco más”. Una persona que responde en forma inmediata, dando la cara, que ofrece un pago del 10% hay que aceptarlo. No debe rechazarlo. El resto es otra historia. La segunda vez, le envié un Memorándum, dándoles la facilidad de pagar en cuatro (4) partes semanales el saldo deudor, y por la mitad de la deuda, se le podría recibir un vehículo.

En forma inmediata, también en esta ocasión, dicho cliente llamó, está vez sin haber leído el Memorándum, expresando que él había informado a la empresa acreedora que, en cuanto cobrara a la empresa a quien le había prestado sus servicios, con los equipos arrendados, pagaría, agregando: -“dígale a su cliente, que si lo desea, que me demande”.

Me senté a la computadora y le escribí el siguiente mensaje:

-“Estimado Ing.: Una vez más, le felicito por su rápida respuesta, que me ratifica el elevado nivel de seriedad y calidad humana que le caracteriza.

Esa es la razón por la cual, los clientes de su nivel de responsabilidad y excelencia, me los pasan a mí, para atenderle, con el trato que usted se merece.

Personalmente, no suelo ir a los Tribunales, sino en casos extremos. De eso se encargan otros colegas.

A mí, como vocación de servicio, me agradan los medios amistosos de solución, de mutuo consentimiento, como debe ser entre personas serias y responsables.

Le sugiero que lea con atención el Memorándum que les hemos enviado en el día de hoy. Estoy seguro que le agradará el enfoque y se podría cumplir de la mejor manera.

No dudo en absoluto de su buena voluntad de pago. Sin embargo, siempre es importante acordar determinados términos, con lo cual, en los lapsos intermedios no hay porque importunarle con mensajes de esta naturaleza, aunque eso está lejos de nuestra intención.

Me gustaría que lea con detenimiento el Memorándum, y mañana, después de analizarlo con mente fresca, me vuelva a escribir para ver de cerrar este caso a la brevedad posible y de la mejor manera. Estimo que podemos encontrar una vía para cerrar este caso en el más breve lapso posible, con la apertura de las alternativas propuestas u otras que usted pudiese proponer, pero de forma precisa como un plan de pago de certero cumplimiento, sin dejar de precisar las fechas exactas de los pagos por realizar. Por experiencia, siempre sugiero lapsos precisos de pagos y cumplirlos. Si usted se decide de aplicar esta modalidad, observará que nadie le volverá a importunar jamás. Pero, por la excelencia y dinámica que usted maneja, estoy seguro que no precisa que nadie le indique lo que debe hacer. Sin embargo, es mi deseo serle útil para cerrar este caso, con la celeridad factible, en el mejor de los casos posibles. Por eso el enfoque del Memorándum, que estoy seguro, usted apreciará una vez leído con detenimiento.

Si lo desea, tómese hasta el 25 de abril de 2024 para efectuar el primero de los cuatro pagos sugeridos, y si tiene la disponibilidad, entregue un vehículo que no necesite, pero que esté en condiciones aceptables, tal como le he sugerido en el Memorándum. Siempre hay una vía mejor de hacer las cosas. Mi intención es serle útil para encontrar su unidad de pago factible de cumplir en tiempo cierto.

Como usted mismo lo dijo, lo que debe, es una insignificante bagatela, por la jerarquía de su empresa, y el nivel ejecutivo suyo personal.

Mañana, con mente fresca, usted nos dará su parecer sobre el enfoque antepuesto a su atención.

Valoro y aprecio, en elevado grado, a las personas que, como usted, inmediatamente afrontan las situaciones para resolverlas de la mejor manera posible.

Personas como usted constituyen un modelo de excelencia a emular, en un mundo donde de lo que se requiere, precisamente, es de valores, y el valor de dar la cara en forma inmediata, cuando se le hace un requerimiento, solamente los grandes líderes lo poseen como aptitud de la propia naturaleza humana, tal como lo posee usted.

Observe que no le he enviado, en esta ocasión, una segunda Notificación de cobro, sino algunas ideas precisas para facilitar en forma cómoda el pago. Usted, si lo considera oportuno, podría sugerir algunos ligeros ajustes, precisos, a convenir.

Hace tiempo escribí un artículo intitulado: El Gran Secreto: Afrontar. Un secreto que usted domina a la perfección. Aunque es un poco largo, me voy a permitir de enviárselo; estoy seguro que le agradará.

“Reciba un cordial saludo, Giuseppe Isgró, 18 de abril de 2024”

No pasaron 15 minutos, envió a la empresa acreedora, un pago por el 40%, adicional a lo ya pagado previamente.

Se dejó pasar el mes que se le había ofrecido para realizar el pago, y se le envió una Carta Misiva, invitándolo a efectuar el pago del saldo restante.

Me envió el siguiente mensaje: -“Requiero el saldo actualizado de lo pendiente. Algo muy importante ese saldo que no sea con interés por que no se va a pagar ningún interés del saldo real.” La empresa acreedora accedió a descontar dicho importe de intereses, que, realmente no eran muchos, y unos minutos después, le envió a la empresa acreedora, el pago del saldo restante.

Observé lleno de satisfacción a esta persona después de haber pagado la totalidad de su deuda y expresó sus sinceras gracias.

Este hombre demostró ser una persona seria, con valores. Mantendrá las puertas abiertas con la empresa acreedora, en el futuro, y no solo eso, cualquier otra empresa, por su seriedad y sobre todo, su aura de hombre serio le acompañará a donde vaya.

Personas renuentes a pagar, cuando se le ha explicado los riesgos que implica dejar sin atender la obligación, y las razones de la deuda, que, a veces, paradójicamente, el deudor no las tiene claras, al comprender su obligación de pagar, dos o tres días después acuden al acreedor para efectuar el pago. Lo hemos visto muchas veces.

Hoy en día, implica un enorme riesgo dejar de pagar una obligación, ya que, mediante un juicio ejecutivo por intimación de pago, si el deudor no paga en el breve lapso que otorga el Tribunal, a tales efectos, podría verse embargados sus activos, además que su empresa queda afectada en su imagen, en el mercado, al ser demandada por cobro de dinero, y embargos algunos de sus bienes.

 Nuestra efectividad en la gestión de cobranzas extrajudiciales es elevada, podría decirse que de cada diez (10) casos ocho se resuelven satisfactoriamente. Los otros dos casos, también lo hacen por la vía judicial, pero de esos casos aislados, se ocupan otros colegas. Nuestra misión es ayudar al deudor a resolver su problema, si se deja ayudar. La mayoría se deja ayudar.

Aunque no se pueda creer, hay casos de deudores que quieren pagar y el acreedor no desea cobrar, por algún interés particular. Casos como esos, se resuelven con facilidad, al notificarle el ofrecimiento de pago, y si en quince (15) días no lo acepta se le hace una oferta real de pago, en un Tribunal competente. Generalmente, al día siguiente, suelen aceptar el pago.

Uno de los servicios prestados, en nuestro Despacho de Abogado Giuseppe Isgró & Asociados, es el Dictamen Jurídico, por escrito, que permite disponer de elementos de juicios suficientes para tomar decisiones efectivas en casos de controversias. Algunas veces, determinadas personas no tienen claros cuáles son sus derechos. Un amigo del autor, en una estadía mía en España, tuvo un siniestro de incendio en su apartamento. Su agente de seguro le dijo que no estaba cubierto; su abogado, le dijo lo mismo. Al consultarme, le pedí la póliza de seguro para estudiarla. Le dije que, ese tipo de pólizas, generalmente no cubrían dicho siniestro; pero su póliza, por la forma como fue otorgada, sí lo cubría. Le sugerí hacer el reclamo con confianza. Cuarenta y cinco días después, me llamó dicho amigo para decirme que la compañía le ofrecía pagar 36.000 euros, en vez de 45.000 euros que era el monto de los daños. Me preguntó: -“Que me sugiere hacer?”. Le sugerí de aceptarlos en forma inmediata, ya que, la Compañía de seguros, sabía que, si no los aceptaba debería recurrir a un abogado, quien, al cobrar el importe completo, le cobraría, a su vez, mínimo el 20% de honorarios. Al final, estaría en el mismo lugar.

Pagar, o cobrar, no deja de ser un arte que precisa, muchas veces, un buen asesoramiento. Asesoramiento que muchas personas solicitan a sus respectivos abogados, pero que, casi nunca tienen conciencia de pagar.

Tanto pagar, como cobrar, son fuentes de gran placer, un placer que es preciso cultivar a conciencia, haciendo suyo, cada quien, este poderoso gran secreto.

Como decía Ralph Waldo Emerson: “Toma lo que quieras, y paga el precio”; al final siempre se pagará el precio, o la deuda contraída, con honor o sin él. El magnate griego, en su época uno de los hombres más ricos del mundo, Aristóteles Onassis, tenía como norma absoluta, pagar puntualmente, todos sus compromisos, desde sus comienzos humildes.

Para concluir, mencionaremos un aforismo de Louis Pauwels, en el libro: El admirable Blumroch o el almuerzo del superhombre. Blumroch dice: -“Para hacernos ricos hemos de crear obras filantrópicas: ¿Se ha dado cuenta de que todos los filántropos son acaudalados?”

Por eso, se hace necesaria una pregunta: ¿Se ha dado cuenta usted de que, todos los buenos pagadores son personas de gran prosperidad, felices y, sobre todo, duermen tranquilos, y vayan dónde fueren, siempre se les abren todas las puertas?

A partir de hoy, y todos los días, disfrute de EL PLACER DE PAGAR, para liberarse. Las deudas impagadas son la forma más terrible de esclavitud y las que más dañan la propia reputación.

Sea también usted un filántropo inteligente, pagando a tiempo cualquier deuda que deba pagar, y disfrute uno de los placeres más grande de la vida. Hasta por viveza debe pagar a tiempo. Se gana el respeto del acreedor.

La regla de oro: Pague a los demás como le gustarían que le pagaran a usted, en igualdad de condiciones.

Usted, también, cada día mejor, puede desarrollar, o mejorar aún, si ya lo es, su aptitud de buen pagador. 

¡Si quiere, puede!  Pasará a formar parte del selecto grupo de seres humanos que practican el arte de pagar bien, sin regateos injustificados, y que disfrutan del placer de la conquista de la propia libertad, o independencia personal, así como del auto respeto y del respeto ajeno. Ser libre y de buenas costumbres, es una cualidad y un requisito sine qua non para formar parte de los hijos de la luz. Denota, sin duda alguna, elevada autoestima y conciencia clara de la propia dignidad personal y del cumplimiento del deber que le es inherente,

Por último, es oportuno pagar al Planeta tierra, -y al país en el cual cada quien vive-, con obras virtuosas, para convertirlo, respectivamente, en un lugar mejor que cuando llegamos a él.

Por eso, el estudio de todas las ciencias, de todas las filosofías, de todas las artes y la práctica de todas las virtudes, al estilo de los hijos e hijas de la luz, emulando a Andrés Bello, es tarea de todos los días, ad infinitum. 

Adelante.


EL SIMBOLISMO DE VITRIOL

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