Y SIEMPRE ESTÁS PRESENTE
©Giuseppe Isgró C.
Con el vuelo del tiempo cierto
y un
ver más lejos en el horizonte humano,
se
acrisola el pensamiento joven
y la
intensidad del ser se deja ver.
¿Qué
han de ser todas estas cosas
que
nos rodean y como pruebas afrontamos,
que
nuestras fuerzas calibran
y
nuestra experiencia ensanchan?
Las
circunstancias adversas que el ser enfrenta,
en su
batallar continuo en la vida,
con
frecuencia cierta le alejan de sí mismo,
pero
mientras más se aleja
mejor
aprende a conocer
el
camino de la vida.
¡OH,
sublime tiempo que vuelas
y
contigo nos llevas
en el
recorrer de la existencia;
a ti,
que lentos pasas y siempre estás presente,
el ser
debería poseerte más intensamente!
El
ser, en los días inciertos
de los
tiempos presentes,
el
presente de ti, ¡OH, tiempo!,
parece
como si no viviera.
Inquieto,
al mañana su pensar proyecta,
debiendo
centrarse en el aquí y ahora.
El
mañana es incierto,
el hoy
es certero y está presente,
y del
ser que piensa
y
tranquilo avanza,
es
preciado tesoro.
Con el
pasar del tiempo certero,
el ser
supera su prueba.
Porque
la vida es prueba,
es
enfrentar continuo las propias fuerzas,
con
las fuerzas adversas,
y del
triunfo seguro aunque a veces tardío,
nace
la evolución, la sabiduría del ser.
¡A ti, OH
tiempo, tesoro
del
ser,
yo te
canto y alabo
tu sublime grandeza!
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