SIMEÓN
AGUILERA, UN ANDALUZ DE LUZ.
©Abg. Giuseppe
ISGRÓ C.
Conocí a Simeón Aguilera en el año 2007, en Almería, la ciudad de Abulabás Ben Alarif, uno de los más relevantes sufíes del siglo XI. El autor de Mahasin Al-Machalis es un canal de luz e instruye sobre la conexión con la Divinidad.
Solamente
la figura de Ben Alarif fue suficiente para posicionar a Almería como “ciudad Luz”.
Este insigne místico sufí fue un faro que atrajo a incontables buscadores.
También Ibn Arabi encontró en Ben Alarif, y en Almería, el camino que le haría
reencontrarse consigo mismo y con la Fuente, y convertirse en otro potente foco
de sabiduría.
Era
mi segundo viaje a Almería. El primero, lo realicé en el año 2002, en un
recorrido que hice por diversas provincias de Andalucía.
Iba,
también, tras los pasos de Ben Alarif, cuya luz permanecía como faro,
alcanzando los horizontes de lejanas tierras. Buscaba el resto de sus obras y
el ambiente espiritual con que suele impregnarse la atmosfera cuando en sus parajes
ha vivido un ser de su calibre. Sin embargo, la conexión se efectuó en Lucena,
aquella ilustre ciudad que siempre ha aspirado ser cuna cervantina, a mediados
del año 2003.
Me
pareció Almería una ciudad llena de vigor y dinamismo. Multicultural; en
expansión, con proyectos de crecimiento que se han desarrollado, o que están
desarrollándose, hasta Cabo de Gata, y que, en un lapso de cuarenta años habrá
de transformarse en una de las ciudades más descollantes. Sus excelentes
desarrollos turísticos, sus marinas y hermosas playas, su magnífico clima y su
cálida gente, atrae enorme cantidad de turistas europeos y de diversas partes
del mundo. Gran variedad de grupos étnicos, conviven en armonía y bienestar.
Almería, pese a la escasez de agua, es uno de los graneros de España y de
Europa, con variados cultivos de óptima calidad.
Ese
primer día, María Elena y yo, recorrimos a pies, durante dos horas, parte de
Almería, adyacente a la Estación del tren. Luego, con un taxi, recorrimos toda
Almería, en la parte antigua de la ciudad y en la moderna; visitamos las urbanizaciones,
poblaciones adyacentes y las marinas; llegamos hasta Cabo de Gata. Por doquier
se observaba un creciente florecimiento.
Ahora,
en la Estación de autobuses, de Almería, en el año 2007, al salir del andén y
entrar en el salón de espera, se me acercan dos personas, el primero, con
barba; el otro, sonriente, me pregunta: ¿Yusep? –Sí, le respondo. Él se me presenta:
-Simeón Aguilera. El acompañante, al darme la mano, me dice: -Antonio Requena.
Habían tenido, ambos, la gentileza de buscarme a la Estación de Autobuses para
conducirme al lugar en que se realizarían las VII JORNADAS ANDALUZAS DE DOCTRINA
ESPÍRITA, organizadas por la Asociación Espirita Andaluza Amalia Domingo Soler.
Uno de los dos tomó la maleta, y me dijo: -Vamos, el evento va a comenzar
pronto.
Esa
visita a Almería habría de tener una importante significación para quien esto
escribe. Estaba a nuestro cargo dictar una conferencia sobre LAS FACULTADES
ESPIRITUALES, centrando la atención sobre el Desdoblamiento, o proyección
espiritual, la intuición y la inspiración, entre otras. Se nos había asignado
las primeras cuatro horas del primer día de actividades.
Dediqué
los primeros diez meses del año 2007 a investigar a fondo la bibliografía
mundial sobre el tema, incluyendo autores como Allan Kardec, Gabriel Delanne,
Myers, Podmore y Gurney, León Denis, Paul C. Jagot, José Silva, Edgar Cayce,
Joaquín Trincado, Ernesto Bozzano, Giorgio Di Simone, Emilio Servadio, Joseph
B. Rhine, Massimo Inardi, Homero, Platón, y otros, de diversas corrientes de
pensamiento.
Esa
larga meditación sobre el tema, que habíamos estudiado desde temprana edad,
ampliaría nuestra visión sobre gran número de facultades espirituales que son
inherentes al ser humano y los seres de todos los reinos naturales: Desdoblamiento,
o proyección espiritual, clarividencia, intuición, inspiración, interrelación
entre ambas dimensiones, precognición, psicoquinesia, meditación,
concentración, relajación y unificación de la conciencia, entre otros aspectos,
completaban el pensum.
Antes
del inicio de las VII JORNADAS, la Asociación Internacional para el Progreso
del Espiritismo, realizó el debate sobre la necesidad de actualización de El
Libro de los Espíritus. Fue un debate magistralmente dirigido. Allí nacería, en
nosotros, la idea de traducir la obra kardeciana, antes mencionada, en una
versión fiel y actualizada en cuanto a terminología vigente, para nuestra
propia instrucción, y para obligarnos a leer en profundidad la misma. El avance
gradual fue generando un creciente entusiasmo y la percepción de la real
importancia de la obra. Empero, traduciendo un capítulo, o parte de él, cada
domingo, a los tres años, únicamente habíamos realizado el 40% de la labor. En
noviembre del 2010, nos decidimos a emplearnos a fondo, para culminarla, lo
cual, finalmente, en octubre del 2011 se había alcanzado la primera parte de la
meta, incluyendo algunos comentarios exegéticos. Quedaba, ahora, la revisión,
una vez por año, durante tres años, para corregir eventuales errores y para
profundizar su estudio y comprensión. Llegamos a la conclusión de que El Libro
de los Espíritus es uno de los mejores clásicos de todos los tiempos.
La
mayoría de los comentarios exegéticos fueron escritos a vuela pluma. Luego,
revisados y corregidos. De otros, percibíamos las ideas con antelación a la
traducción, en nuestra meditación sobre temas diversos, y en algunos, sin que
tuvieran relación con el objeto de la meditación, y se observaba la conexión en
el momento de la traducción, en el cual las ideas estaban claras para escribir
el comentario, como ocurrió sobre el tema de Dios, foco de nuestro pensamiento.
Algunas ideas allí expresadas han tenidos diversos exponentes a través de los
tiempos, con notables coincidencias. Ese orden de ideas parecería estar
aflorando en la conciencia de la humanidad, en diversos niveles y grados. Por
lo menos, hay gran inquietud por su búsqueda y madurez para su comprensión.
Parecería que una fuerte inspiración colectiva está encendiendo el entusiasmo
por la búsqueda directa de la Divinidad. Es probable que su efecto esté siendo
experimentado, también, en los reinos animal, vegetal y mineral. Todo forma el
Uno; el Uno es la Divinidad, presente en cada ser, en los cuatro reinos, sin
dejar de ser la Divinidad, y sin separarse de sí.
Sin
duda, un plan universal de estudios para la humanidad del planeta tierra, donde
la Dimensión espiritual interactúa con la física, tal como lo percibieron
Homero, en la Iliada y en la Odisea, y Platón, en el diálogo Ion, por medio de
la inspiración. Agregamos: el Creador Universal enseña a los seres por la
expresión de los sentimientos en sus respectivas conciencias individuales.
En
el año 2007, Simeón Aguilera había dado inicio a sus actividades en un Centro
de Estudios Espiritas vinculados con la Asociación Espirita Andaluza Amalia
Domingo Soler. Era su representante en Almería.
Simeón,
emprendió dichas actividades con gran entusiasmo, y dedicación. Las VII
Jornadas Andaluzas de Doctrina Espírita, en Almería, acapararon la atención de
la Prensa, de la Radio y de la Televisión, dándole extensa cobertura. Esto
evidencia el interés que existe en torno a los grandes temas que inquietan al
ser humano: Dios, el Espíritu eterno e inmortal, las facultades espirituales,
la intuición, la inspiración, la reencarnación, la ley del karma, la vida en
otros mundos, la salud espiritual y física, los grandes enigmas, la
meta-historia, la supervivencia del espíritu, etc.
Simeón,
desplegó un excelente trabajo dentro de esas Jornadas almerienses, en coordinación
con un excelente equipo humano. Se le observaba dinámico, servicial, atento,
amable y sonriente por todas partes. Ese don de gente de los andaluces,
caballeroso, afable, y generoso, afloraba con naturalidad en él. Sin duda, un
digno representante del gentilicio andaluz, que tanto recuerdan los visitantes,
al haberse sentido, allí, como en sus casas.
Volví
a ver a Simeón en otras ocasiones. La última vez, fue en el III Congreso
Andaluz de Espiritismo, en Sevilla, a principios de noviembre del 2011. Afable
y sosegado, me dijo que estaba en fase de restablecimiento de la salud.
Durante
la meditación que dirigimos, en el taller sobre Salud Espiritual, solicitamos a
los asistentes centrar sus pensamientos hacia el hno. Simeón, buscando de
aportarle energías revitalizantes.
Durante
algunos intervalos del III Congreso, Simeón me explicó que había adquirido una
excelente impresora, que abarataba los costos, y me enseñó el material que
imprimía y estaba repartiendo, tanto en el evento, como en Almería. Me hizo
entrega de un libro inédito de Sebastian de Arauco, dos conferencias de Jon
Aizpurua, y otro material de análoga importancia. Simeón era un incansable
divulgador de la doctrina, y no escatimaba costo para hacerlo con información
de gran calidad.
En
esta ocasión observé a un Simeón aún más profundo, más autorrealizado y lúcido
que en viajes anteriores, ya que nos extendimos en mayor grado en nuestro
intercambio de ideas. Se notaba que había alcanzado un excelente nivel de
comprensión en la Doctrina Universal. Tenía consciencia, también, sobre la
importancia de la labor divulgativa que realizaba, la cual le daba un sentido
de vida.
Hoy en día, Andalucía, tal como lo ha sido en la historia, es uno de los centros de espiritualidad más importante del Planeta, por su calidad y elevado nivel. Es cuna de importantes intelectuales, líderes, artistas, poetas, escritores y personas con gran vocación de trabajo y servicio, con excelencia humana. Son incontables los nombres andaluces de prestigio que podrían mencionarse: Antonio Cánovas del Casillo, Niceto Alcalá Zamora y Torres, Pablo Picaso, Juan Valera, García Lorca, Blas Infante, Mario Alcantara, Ibn Azam, Averroes, Moisés Maimónides, Abderramán III, Solomón Ibn Gabirol, Barahona de Soto y Amalia Domingo Soler, entre otros.
La
Asociación Espirita Andaluza Amalia Domingo Soler y los miembros que la
conforman, en diversas partes de España, constituye un faro de luz para
Andalucía y el mundo. Pero, toda Andalucía vibra al unísono. El psicólogo y escritor
Grian, por ejemplo, dirige en Córdoba un proyecto, Avalón, sobre la Paz
mundial, de alcances sin precedentes, aglutinando a un grupo multicultural de
excelente nivel; esto, por nombrar sólo un caso.
En
ese ambiente de luz, en Andalucía, y en Almería, como patria chica, brilló, –y
sigue haciéndolo, aunque ahora desde la otra orilla-, Simeón Aguilera,
alumbrando las conciencias de los almerienses, y todos sus interrelacionados.
Una
luz que, quien la vio, y vislumbró el camino que ella señalaba, ahora sus pasos
marchan seguros por el sendero de la vida y de la verdad universal.
Simeón
ha sido, y sigue siéndolo, un sembrador de luz, repartidor de un nutriente para
el Espíritu, que transfiere su fortaleza al ánimo y al cuerpo. La actitud se
torna más decidida; la faz más luminosa y radiante de felicidad, sonriente,
apacible, y, como decía Don Quijote, siempre sosegada.
Es
el sosiego de quienes cumplen con su misión en la vida, con su deber como
personas, en sus roles de: hijos, padres, cónyuges, amigos, hermanos, -en la
fraternidad universal-, y de compañeros, en la divulgación de la luz.
Es
la serenidad del hombre justo, que se refleja en sus facciones y compostura
erguida, en su frente alta, en su paso firme y seguro, en el brillo de sus
ojos, en la paz de su conciencia, que armoniza, vigoriza y transmite el propio sosiego
a quienes comparten algunos instantes de su fraterna compañía.
Luego,
ya no se puede olvidar al hermano cuya amistad y fraterno afecto hemos
cultivado. La nobleza de su carácter ha aflorado a cada instante, en todos sus
actos.
Simeón,
ahora ha concluido un ciclo en su extensa trayectoria, en la vida eterna y
continuada, en la pluralidad de existencias. De que ha cumplido su misión, lo evidencia
la serenidad que transmitía en noviembre del 2011, en Sevilla. Si algo hubiese
quedado pendiente, lo hará en la jornada siguiente; esa es la inmensa sabiduría
del Creador, que ofrece incesantes oportunidades en el eterno presente, a todos
los seres.
Pero,
el velo que separa ambas dimensiones es tenue. Simeón está, ahora, del otro
lado, pero, en la ecología mental, o espiritual, el otro lado y éste, son las
dos caras de la moneda, que es una; ambos lados constituyen la unidad. En la
dimensión física se viaja por medio de un vehículo físico; en la espiritual, el
instrumento que permite desplazarse al Espíritu, es el alma, o periespíritu.
Ahora
viaja a la velocidad del pensamiento, a cualquier lugar, y en un instante, en
las esferas mentales que les son inherentes. Aparte de las labores de estudio y
preparación para el nuevo ciclo de vida, asumirá los mismos ideales de difusión
de la luz, cual lo hiciera en la dimensión física, y llegará a cualquier rincón
del mundo tierra, -y de otros más, también-, donde haya alguien que precise un
mensaje de la luz, que difunde la Doctrina Universal. Antes, entregaba un
folleto, o un libro, que a sus expensas publicaba; ahora le bastará la
inspiración de un pensamiento en el pensamiento de la persona que precisa la ignición,
la chispa de la inspiración, para encauzar su acción por los canales de la
creación de nuevas obras o la realización de proyectos innovadores.
Millares
de mundos esperan a que Simeón le alumbre con su luz, desde ahora, en el ahora,
es decir: el eterno presente. Un largo camino donde los seres afines volverán a
reencontrarse una y otra vez, incesantemente, en la realización de la Gran
Obra, según los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo.
Gracias
por tu amistad, hno. Simeón.
Adelante.
ADELANTE,
ANDALUZ DE LUZ
©Giuseppe
Isgró C.
Al hno.
Simeón Aguilera
¿Quién ha dicho que te has ido,
querido hermano Simeón?
¡Si tú estás presente, aquí!
Más radiante, jamás, antes,
te había visto!
Has culminado una etapa,
en tu ya extensa carrera
de Espíritu eterno e inmortal.
¿En cuántos mundos
has ya reencarnado, antes?
La tierra, de seguro, no es el primero.
¿A dónde irás, ahora?
¿A dónde tus pasos se dirigen,
en su nueva etapa?
¿Qué nuevos mundos irás a descubrir?
De seguro, nuevamente, tendrás tiempo
para alimentarte en la Doctrina Universal
que con tan gran afán, pregonaras.
Con más fuerzas divulgarás,
de la verdad universal, lúcido mensaje,
para enrumbar al género humano,
que tan precisado se encuentra de luz;
y liberarle, del círculo limitado,
en que circunscrito, se encuentra.
Por alguna rara razón,
pareciera cautivo;
pero la ley del incesante progreso
le impele ascender sin límites algunos.
Ahora vendrás con más ímpetu;
¿acaso con mayor fervor
del que tú, ya, desplegaste?
¡Era tanto tu entusiasmo
y la fortaleza de tu ánimo,
así como la valentía de tu ser!
Los de tu casta, en continuo reto,
se superan constantemente;
se crecen con las pruebas
y la inmensidad del compromiso.
Ahora, por tiempo breve,
en la dimensión de allí,
que es la misma que la de aquí,
mientras preparas tu nueva fase,
atento escudriñarás la realidad del mundo,
para ver donde tu concurso será necesario.
Las afinidades de tu ser orientarán tus pasos,
y la rueda de la familia espiritual
dará una nueva vuelta,
en un círculo sin fin.
En algún lugar, cerca de ti,
se encuentra la Rueda de la Divinidad,
ella es la que canaliza tu poder,
y te hace incansable en el sendero.
Veo miles de mundos
que esperan, en el eterno ahora,
tu luz de buen guía, pastor de hombres.
Establecer la conexión divina, es lo esencial.
Primero, es preciso adquirir la conciencia
de la unidad con la Divinidad.
Te percibo como creador
de mundos nuevos, o parte de ellos.
Forjador, también, de mayores
estados de conciencia.
Serás un jardinero privilegiado
de esos mundos, o un artista cósmico.
Pero, mientras tanto, la tierra, espera,
nuevamente por ti,
en nueva y más importante misión, aún,
querido hermano.
Adelante, el Creador siga guiando tus pasos.
La nobleza de tu carácter,
es el emblema de tu ser.
Adelante, Simeón, andaluz de luz.
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