martes, 11 de julio de 2023

LA NUEZ DENTRO DE LA CÁSCARA

 LA NUEZ DENTRO DE LA CÁSCARA



©Abg. Giuseppe Isgró C.





Napoleón Hill, acuñó un aforismo que encierra profunda sabiduría: -“Toda adversidad trae un beneficio equivalente”.
¿Qué es la adversidad? Es la situación adversa que se afronta en la vida, en diferentes épocas, la cual constituye un obstáculo a vencer en el camino que conduce al logro de los propios objetivos y al disfrute de los estados de felicidad.
Generalmente, la adversidad suele traer las mejores oportunidades escondidas dentro de las situaciones por resolver.
Empero, la adversidad tiene diversas vertientes que es preciso diferenciar.
En primer lugar, dentro del plan de vida que cada ser trae a la existencia actual, existe un determinado número de pruebas que el mismo espíritu se ha antepuesto en la etapa de preparación previa, antes de encarnar, en la dimensión espiritual.
Esas pruebas resultan de aquellas condiciones de flaquezas que ha observado en sus últimas encarnaciones, y las antepone como un ejercicio que le permita desarrollarse y fortalecerse en esas áreas específicas, cuyas condiciones, cuando oportunamente las enfrente, en el presente ciclo de vida, se suelen presentar como adversidad o dificultad a vencer, en cuyo logro genera nuevos estados de conciencia y sienta las bases para abordar retos de mayor envergadura.
Empero, otras condiciones adversas son antepuestas por la misma vida como consecuencia de la ley del karma, mediante las cuales el ser debe compensar a otros por actos realizados con anterioridad.
Por la ley de afinidad, la vida coloca a determinados seres en condiciones adversas, en lugares específicos, como karma colectivo.
Por la ley de atracción, cada persona atrae a la propia vida condiciones análogas a los pensamientos  que alberga en su mente. 
Los propios objetivos, presuponen, muchas veces, retos  que es preciso superar. Cada éxito alcanzado prepara para otro mayor.
La vida es una escuela y tiene sus propios objetivos de enseñanza por medio de las pruebas existenciales que implican la utilización de fuerzas adormecidas, las cuales, automáticamente, son activadas por la adversidad.
La fortaleza es la virtud que conlleva a la superación exitosa de toda adversidad, así como la templanza es la que se precisa en épocas de abundancia. Implica confianza en sí, en la vida, en las leyes que le rigen, en el Creador Universal y en la bondad de la intención que se anida detrás de cada prueba.
La adversidad concentra en un solo punto el poder creador y expande la conciencia para obtener el logro, la  enseñanza y el beneficio implícitos. Cada una que se afronta es un grado de necesidad que genera, automáticamente, el poder potencialmente infinito que se posee, en ese mismo nivel, para autosatisfacerla.
De no existir necesidades que satisfacer,  como pruebas adversas que superar, dejaría de expresarse el propio poder.
Se requiere aceptar las situaciones que se afrontan tal cual son, sin exagerarlas ni subestimarlas, con realismo, calma imperturbable, impasibilidad y serenidad, buscando comprender su causa y esencia y cual es la solución respectiva, poniendo manos a la obra.
En el acto de asumir la prueba, con determinación de triunfar, la misma naturaleza secunda para que sea superada exitosamente.
Toda adversidad objeto del propio karma que sea afrontada y superada, tiene efectos liberatorios.
Los obstáculos de la vida templan la personalidad y desarrollan las propias habilidades para afrontar retos de mayor envergadura.
Don Juan Matus,  decía: -"En tanto enfrentemos nuestro destino específico con definitivo abandono da igual cuál sea ese destino".
 La conexión con el Creador Universal y el constante recuerdo de Él, mediante la repetición de su nombre,  -o la meditación en Él y sus atributos o valores cósmicos-, armonizándose y elevándose a esferas superiores de vibración mental, es el mejor camino para potenciarse y superar toda prueba favorablemente.
Es propicio perdonar para auto-liberarse, dejando que actúe la justicia divina; pedir perdón, aunque sea mentalmente, si la persona está ausente; compensar y/o pagar las deudas de cualquier índole, única manera de emanciparse.
La programación de la mente con afirmaciones positivas  permite crear nuevas realidades y generar ideas intuitivas e inspiraciones que guían en la acción con efectividad.
Aunque parezca que todo está acabado, hay que seguir adelante con expectativas positivas. La victoria muchas veces está más cerca de lo que se cree.
Hay que expresar gratitud a la vida, por cuanto las cosas son mejores de lo que parecen.
La gratitud es una fuerza poderosa y efectiva. Afirma, diez o cien veces al día: -“Gracias, Creador Universal,  -ELOÍ-, por cuanto esta situación, en tus planes cósmicos, ya está resuelta”-.
Una voluntad decidida a vencer hace realidad, siempre, los mejores resultados factibles, en cada caso.
Adelante.

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