©Abg. Giuseppe Isgró C.
Carlos V, con
agudeza singular, frente al voraz afán por destruir todo vestigio del pasado,
como lo señala Bartolomé De Las Casas, en su reseña al respecto, sugería
rescatar la memoria histórica de los antepasados, en el territorio americano.
Uno de
los que siguieron aquella sugerencia fue Pedro de Cieza de León, que en su Crónica del Perú y en El Señorío de los Incas.
En todo país es
preciso rescatar los Valores de
Ya al salir para
Londres, en junio de 1810, en compañía de López Méndez y de Simón Bolívar,
había escrito su Resumen de
Sin duda, denota
ya, a esa temprana juventud, un genio formidable, con la que habría pasado como
uno de los grandes hombres de la humanidad. Es la segunda gramática más
importante después de la de Antonio Nebrija, escrita en 1492, con análogo fin.
Su lectura es una delicia, por la concisión, perfección de estilo y claridad en
las ideas, en la edición ampliada y comentada por Rufino José Cuervo.
Su permanencia en
Londres, y su acceso a
Su extensa obra
como Jurisconsulto y Legislador, por su aporte a
Fue, además
Pedagogo, de múltiples facetas, que creó “escuela” y una constelación de
discípulos que continuarían su obra. Su discurso al inaugurar
Fue el pionero, en
América, del Derecho Internacional, siendo el redactor de gran número de
Tratados, además de la reseña de Bolívar en Londres, de lectura obligada, y de
la adaptación de los principios del Derecho de Gentes, a la realidad americana,
para hacer más fluidas las relaciones internacionales de las jóvenes naciones.
En geografía,
astronomía, historia, poesía de corte clásico, cultivo del latín, griego y
otras lenguas, Derecho Romano, Crítica Literaria, Discursos en el Senado
Chileno, traducciones como la de Orlando Enamorado, e incontables artículos
para la educación de América, sus estudios del Cid, los de Filosofía y
filología, entre otros, sus columnas en el Repertorio Americano y en el
Araucano, denotan la vastedad de su saber.
Cuando, en cierta
ocasión Antonio Leocadio Guzmán daba un discurso sobre Andrés Bello, se
disculpa enseguida cuando observa que le resulta poco fácil abarcar la
inmensidad del personaje.
Andrés Bello sigue
siendo uno de los principales maestros de las patrias americanas, ya que
trascendió los límites de la propia, y los nuevos líderes e intelectuales, y
cualquier persona que se precie de culta, precisa emular, cultivándose, en las
obras completas del sabio venezolano.
Qué influjo no
ejercería sobre Rafael Caldera en su larga trayectoria política, pedagógica y
de profundo pensador, como se denota en “Moldes para
Juan Vicente
González estaba asombrado cuando el 24 de noviembre de 1865, al llegar la
noticia de la desencarnación de Bello, la gente, en
Luis Correa señala
algo análogo con Teresa de
Empero, los
maestros de
Pero, al igual que
lo hiciera Andrés Bello, hay que avocarse al estudio de la obra de todos los
grandes hombres, y mujeres, de la humanidad, para el cultivo de
Centremos, las
nuevas generaciones, la atención en la obra de Andrés Bello, y sin duda alguna
tendremos el mejor ejemplo a emular en el desarrollo del propio intelecto y
comprensión del mundo en el que nos ha tocado vivir.
Adelante.
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