CONFERENCIA:
LA LEY DE
COMPENSACIÓN
©Abg. Giuseppe Isgró C.
Granada-España:
01 de noviembre de 2009
Gran número
de personas, hoy en día, manifiestan un marcado interés en conocer más a
fondo la ley de compensación o ley del karma. Estas son algunas de las
preguntas sobre las cuales se expresan inquietudes y se desean aclarar algunos
aspectos.
1. -¿Qué
es la ley de compensación?
2. -¿Cómo
actúa la ley de compensación?
3. -¿Qué
otras leyes le están interrelacionadas?
4. -¿Tienen
las leyes universales, en general y la ley de compensación, en particular,
aplicación instantánea tan pronto se realiza un acto?
5. -¿Existe
un efecto coercitivo de la ley cósmica?
6. -¿Existe,
también, una acción coactiva de la misma?
7. -¿La
acción coactiva implica una sanción previa de la ley cósmica, expresada en la
conciencia?
8. -¿Hay
una vigilancia cósmica que supervisa el cumplimiento de la ley de compensación?
9. -¿Existe
un tribunal de Justicia Divina a semejanza de los de la dimensión física? Dicho
en otras palabras: ¿Existe un gobierno espiritual? -¿Cómo funciona?
En otro
orden de ideas, cabría preguntarse, -¿con qué otras leyes o valores
universales se interrelaciona la ley de compensación? Por ejemplo: -¿cuáles son
las relaciones entre el amor y las leyes de: afinidad,
Ahora
bien, el amor es la ley matriz del universo y constituye el más
antiguo camino que doctrina alguna pregonara. El Jainismo, además del amor,
centraba su atención en el recto camino y en la practica del Ahimsa, es decir,
la no violencia o el seguimiento de la vía pacífica. Quien sigue el amor como
camino, en forma implícita está cumpliendo con la ley cósmica en su totalidad.
Existe una
vertiente del amor, percibida, genialmente, por Platón en su diálogo El
Banquete, que es digna de ser investigada más a fondo en estudios posteriores.
Él expresa la idea de que, al amar algo o a alguien, es porque se experimenta
la necesidad de ese algo o de ese alguien. Es aquí donde se interrelacionan las
dos ideas del poder, la primera, inherente al amor como poder supremo del
universo; y, la segunda, al poder potencialmente infinito del Espíritu humano,
expresado, en forma equivalente, por la necesidad, de acuerdo a su respectivo
grado.
El amor,
como ley matriz, como ley cósmica integral, en sus funciones está asistida por
otras leyes auxiliares como son:
1. La
ley de afinidad: es la rectora del orden universal, ubica a cada ser y a cada
cosa en el orden que le corresponde por su suma existencial. En sus funciones
dispone de la cooperación de:
2. La
ley de justicia: el fiel de la balanza de la justicia divina indica el grado de
compensación que debe aportar o recibir cada acto ejecutado, palabra
emitida, sentimiento experimentado y pensamiento sostenido en la
mente. Como decía Ralph Waldo Emersón: -“Cada acto tiene en sí mismo su
propia compensación”-.
o La
balanza de la justicia divina dispone de dos platillos, el primero de los
cuales representa a la igualdad. Igualdad en la ley y ante ella. Cada ser
dispone de los mismos derechos y deberes que todos los demás, sin
discriminación alguna. No existen privilegios algunos para nadie excepto los
del propio mérito, el cual recibirá su respectivo salario cósmico o
compensación.
o El
otro platillo de la balanza: representa a la ley de compensación, la cual
compensa en forma equitativa cada acto ejecutado, palabra emitida,
sentimiento experimentado y pensamiento sostenido en la mente.
-¿Qué es la
ley de compensación?
Cuándo
hablamos de ley de compensación, -¿estamos refiriéndonos a la ley del karma, a
la de causa y efecto, a la de acción y reacción y a la de siembra y recogida?
Son variantes de una misma ley.
Todo lo que
sucede en la vida de cada persona se debe a alguna causa activada previamente.
Cada causa genera un efecto análogo. De acuerdo a la semilla sembrada se recoge
el fruto. No hay manera alguna de escapar del cumplimiento de esta
ley. Los pensamientos, los sentimientos y las emociones, las palabras y
los actos generan compensación positiva o negativa; es decir: hay que recibirla
o darla. Es una ley constructiva que busca el bienestar, la armonía y el
equilibrio entre las partes y en la humanidad.
Podría
definirse a la Compensación, como el “resarcimiento que se hace de algún
daño, o perjuicio físico o moral, causado
Andrés
Bello, en su Código Civil de Chile, da la siguiente definición: -“Cuando
dos personas son deudoras una de otra, se opera entre ellas una compensación
que extingue ambas deudas”-.
Si una
persona recibe un perjuicio por el cual se hace acreedora a una
compensación, y en su reacción efectúa un daño igual o mayor a la otra
parte, se compensan recíprocamente la deuda de la una con la de la otra,
quedando deudora por el excedente. Es decir, de acreedora pasó a ser deudora.
-¿Existe, a
nivel cósmico, una acción múltiple de la ley de compensaciónequivalente a la de
la cámara de compensación en las instituciones bancarias? Sin duda alguna.
-¿Cómo
actúa la ley de compensación? -¿Qué ejemplo podría permitirnos formarnos una
idea práctica de su aplicación?
Existe un
ejemplo práctico que nos proporcionará una idea exacta de su funcionamiento. Es
el de la hoja de cálculo electrónica. Como todos sabemos, cada cantidad que se
va sumando, restando, dividiendo o multiplicando en las respectivas columnas y
filas, afecta instantáneamente el saldo total, en mayor o menor
grado. Esto nos da la idea de la aplicación instantánea de la ley de
compensación, es decir, en el mismo instante en que se realiza el acto, viene
registrado en la hoja de vida del ser humano, (archivo espiritual), aumentando
o disminuyendo el total, al igual que ocurre en una cuenta bancaria, donde los
depósitos o retiros efectuados afectan el saldo.De resultar un saldo negativo,
la persona queda obligada a efectuar el respectivo pago. De ser positivo,
otorga libertad al titular de la cuenta de acuerdo a la magnitud del mismo
saldo. Es importante destacar que el saldo existencial delimita, por una parte,
la deuda kármica que la persona tiene pendiente de pago, la cual será
redistribuida en el tiempo por acuerdo entre las partes involucradas;
ocurriendo exactamente lo mismo con las acreencias. Por otra parte, el saldo
positivo es un recurso que la persona en particular administra a su mejor
conveniencia al igual que lo hace con su cuenta bancaria. La suma existencial
de cada ser, se expresa en tres vertientes: la primera, a nivel del espíritu:
como estado de conciencia evolutiva, es decir, aptitud o capacidad
de percepción o visión, mayor grado de comprensión y de hacer o dejar de
hacer. La segunda, como registro de experiencia en el archivo espiritual
ubicado en el alma –peri-espíritu-, que constituye la memoria de todos los
ciclos de vida. Y, la tercera, como potencia espiritual, reflejado por el nivel
del saldo existencial, por cuyo grado la ley de afinidad le ubica o reubica en el
orden que le corresponde, del cero grado al infinito. Ese grado ejerce una
fuerza equivalente de atracción y repulsión que le permite mantener el perfecto
equilibrio u orden alcanzado hasta ese momento. Es decir, siempre se encuentra
ubicado en el lugar que le corresponde de acuerdo a su nivel evolutivo actual.
Si se desea cambiar de ubicación, es preciso cambiar la calidad e intensidad de
los pensamientos y realizar los actos correspondientes al nuevo orden que
seaspira alcanzar. Liberado de deudas kármicas, tiene la libertad de elegir,
dentro de la ley cósmica y los planes evolutivos del planeta, de acuerdo a su
respectiva capacidad de asunción de nuevas responsabilidades y objetivos
existenciales en la realización de la Gran Obra.
La ley de
afinidad, de acuerdo al saldo existencial reflejado en la hoja de vida, por la
justicia divina y una vez efectuada la debida compensación, ubica o reubica a
cada ser en el orden que le corresponde en el concierto de todas las
cosas. Esa es la primera vertiente de la ley de afinidad, es decir,
ordenar a cada ser o cosa de acuerdo a su grado de similitud o afinidad, dentro
de ciertos parámetros entre un mínimo y un máximo. La otra función de la
ley de afinidad es la de contribuir a que se geste la afinidad entre seres antagónicos,
como lo veremos cuando hablemos, dentro de poco, de la acción coactiva de la
ley cósmica.
Es la misma
ley de afinidad la que, a un determinado momento en la vida de un planeta, al
quedarse rezagado un grupo minoritario en relación con la mayoría, y
constituyendo un obstáculo para el resto de la humanidad, es separado y
trasladado a otros mundos cuyas condiciones evolutivas les sean afines.
Hay dos
preguntas de vital importancia que ya hemos mencionado; la
primera de ellas es: -¿Existe un efecto coercitivo de la ley
cósmica? Y, la segunda: -¿Existe una acción coactiva de la ley
cósmica?
-¿Qué se
entiende como efecto coercitivo de la ley cósmica?
En el
Derecho positivo, se entiende como coerción al efecto de la representación
mental que la persona se hace de la aplicación de la sanción contenida en la
norma jurídica, en el caso de infracción, lo cual le inhibe a infringirla, o le
impele a cumplirla, - Es un efecto debidamente calculado por el
Legislador, cuya función, según Francisco de Vitoria, es hacer “buenos” -o
virtuosos- a los seres humanos. Toda norma jurídica contiene un elemento
de advertencia pedagógica, -efecto coercitivo- además del sancionador.
La ley
cósmica, también ejerce su respectivo efecto coercitivo tendiente a desmotivar
a la persona en particular a realizar determinados actos reñidos con los
valores universales o con la ética; por ejemplo: en el mismo instante en que la
persona concibe la realización de un acto reñido con la ética, experimenta un
sentimiento de vergüenza y se representa la situación vergonzosa en que se
vería envuelta en el caso de llevarlo a cabo, lo cual, cuando el mecanismo de
la vergüenza funciona, la persona desiste de realizar el acto. Esto se conoce
como el efecto coercitivo de la ley cósmica. Esta es la razón por la cual
Séneca, en una epístola a Lucilo, le decía: -“Ese vicio, Lucilo es imposible
que lo adquieras a menos que superes la vergüenza”-.
Esta acción
coercitiva, se cumple, también, de otras diversas maneras: por una parte, por
la acción pedagógica del Creador –o de la ley cósmica impresa en la
conciencia- quien se comunica con el ser mediante los sentimientos
inherentes a los valores universales expresados en la conciencia, donde, en el
instante en que la persona piensa realizar un acto determinado, percibe, -en su
conciencia-, un sentimiento de lo justo o de lo injusto del acto, que le
sirve de guía aún cuando desconozca la normativa del Derecho positivo: él, o ella,
sabe si el acto concebido es justo o no, si debe o no realizarlo.
Determinados
aspectos coercitivos de la ley cósmica, se manifiestan mediante el sentimiento
del decoro y del pudor, por ejemplo, en una dama, quién, en el momento en que
piensa hacer algo reñido con las costumbres éticas, el sentimiento del propio
decoro o pudor, le frena y le hace desistir de llevarlo a cabo, experimentando,
enseguida, un efecto liberador.
Otros
efectos coercitivos de la ley cósmica, vienen dados, por ejemplo, por el
sentimiento patriótico, por el del deber y por el del honor. En algunos casos,
una persona podría no desear enrolarse en una acción política, pero el
patriotismo le impele a hacerlo en bien de la patria. De igual manera, tanto el
honor como el deber, tienen efectos coercitivos para realizar determinados
actos así como para dejar de hacerlos, de acuerdo con las circunstancias. Cada
uno de los valores universales tiene su respectivo efecto coercitivo o
inhibidor en la conciencia. Empero, es importante recordar que, cuando se trata
de actos positivos, cada valor universal, por la ley de dualidad o polaridad,
ejerce una doble vertiente, desempeñando, también, su fuerza de empuje
para alcanzar la meta anhelada, es decir, impele al cumplimiento del propio
deber.
La conciencia
es el maestro interior; su dictado es universal por cuanto en todos los seres
expresa la misma enseñanza por medio de los sentimientos análogos a los
respectivos valores. Allí reside el Ojo que todo lo ve y mediante su guía
certera se distingue la verdad del error. Es el lugar en que el Creador
Universal realiza su trabajo de Gran Pedagogo en forma silenciosa y efectiva,
en el eterno presente. La conciencia es el vínculo indisoluble que une al Ser
con el Creador; en esa íntima relación se deja oír la Eterna Voz que dicta las
inmutables leyes y guía en los parajes existenciales. Es preciso oírla con
mayor atención para conocer sus dictados.
En cuanto a
la acción coactiva de la ley cósmica, -¿cómo se manifiesta? -¿Cómo actúa?
-¿Constituye una especie de castigo divino?
En primer
lugar, no se trata de un castigo divino; empero, toda acción tiene su
consecuencia; toda causa su efecto; toda siembra su recogida; y de acuerdo con
la causa puesta en movimiento, se obtienen los resultados análogos y
equivalentes. Si yo pongo las manos en el fuego, experimento el efecto
correspondiente. -¿Es eso un castigo? Es simplemente el efecto de una causa
puesta en acción. El dolor es una señal de que hay que retirar la mano a tiempo
para evitar hacerse daño; si no se hace, se experimentará la respectiva
consecuencia.
Desde el
momento en que la ley de afinidad, de acuerdo al saldo de la suma existencial
de la persona, como veredicto dictado por la ley de justicia, y debidamente
compensado por la ley de compensación, le ubica o reubica en el orden cósmico
que le corresponde en el concierto de todas las cosas, desplazándolo del que se
encontraba, automáticamente, esa reubicación representa una acción coactiva de
la ley cósmica. En ese nuevo orden, si tiene saldos negativos deberá
trabajar para compensarlos y no podrá reubicarse, libremente, hasta hacerlo y
saldar la deuda kármica, momento en el cual pasará a ocupar el nuevo orden que
le corresponda de acuerdo al saldo existencial que arroje, oportunamente, en su
hoja de vida.
Eso por un
lado; por otro: la ley cósmica expresa: -“Quien odia, tendrá que amar” y
“quien quita una vida, con sus besos la repondrá”. En el primer caso, la ley
cósmica, mediante la ley de afinidad, cuando el nuevo ser por nacer planifica
su nuevo ciclo de vida, dentro de los miembros de su familia, incluirá a
quienes les unan vínculos de afinidad, afecto o amor; pero, al mismo tiempo,
hará nacer, como hermanos, hijos o en otros vínculos de parentesco a quienes
tengan cierto grado de enemistad u odio, de manera que los lazos de la sangre
vayan limando las asperazas y en uno o en múltiples ciclos de vida, vaya
naciendo la afinidad, el afecto o el amor. Aquí está implícito un efecto
coactivo de la ley de afinidad. En el segundo caso, cuando alguien haya quitado
una vida, la ley cósmica obliga a reponerla; es un efecto compensatorio de la
ley de la justicia divina. El infractor, nacerá como mujer y dará la vida que
debe, con sus propios besos; y el que antes fuera su enemigo hasta el grado de
quitarle la vida, ahora es su hijo, -o hija-. Me pregunto, -si esa persona
hubiera sabido que de todas maneras no se iba a librar de su enemigo y de que,
al final, lo tendría como hijo, -o hija-. -¿habría incurrido en el acto de
interrumpir esa existencia? Con toda seguridad no lo habría hecho, y es ahí la
importancia de dar a conocer más profundamente la ley de compensación.
Lo anterior
tiene múltiples vertientes: por ejemplo: hace ya algunos años, una señora
vinculada a la familia, que venía de vivir en otra región, siempre mencionaba a
una maravillosa mujer que había adoptado a los hijos de diferentes miembros de
su familia que habían pasado a mejor vida, por lo cual, conjuntamente con los
propios, tenía a su cargo alrededor de doce chavales. Nuestra amiga admiraba la
abnegación de dicha señora. En cierta ocasión nos anuncia de que, en la
siguiente semana, vendría dicha matrona a visitarla y de que nos la presentaría.
Varios días antes de su llegada, tuve un sueño con un individuo que parecía ser
un “ganster” en un escenario semejante a lo que debía ser la ciudad
de Chicago, en los inicios del siglo XX. Cuando llegó la matrona a visitarnos,
su fisonomía era equivalente a la del personaje del sueño; caí en cuenta,
inmediatamente, de que el espíritu del personaje del sueño y el de esta persona
era el mismo, reencarnado, ahora, como mujer para dar algunas de las vidas que
debía, y por otra parte, para experimentar las mismas experiencias que
proporcionó a otras personas, en su vida anterior, cuando dejó huérfanos a
numerosos niños. Pudo ver lo que significa que algunos niños queden abandonados
y esta experiencia, que la asumió muy bien, evidentemente, en las sucesivas vidas,
probablemente, no volverá a incurrir en esos mismos actos.
En algunas
ocasiones, el “efecto sancionador” de la ley cósmica se expresa bajo la
modalidad de esterilidad en las mujeres cuyos espíritus, en ciclos de vidas
anteriores quitaron vidas; ahora desean darlas, pero no pueden.
Si una
nación supiera que, al entrar en conflictos bélicos con otra, y enviar a
mejor vida a determinada cantidad de soldados del bando contrario, constituyen
vidas que deberán ser repuestas, oportunamente, y que, el enemigo nacerá como
ciudadano del propio país, se evitaría de ir a la guerra; además, los propios
soldados caídos en batallas por efectos del bando enemigo, nacerán en el país
que se fue a atacar, y luego, como ciudadanos de aquel país, en su mayoría
viajarán a la patria anterior, por cuanto hay una fuerza de atracción natural
que lo va a determinar, con cuyo conocimiento tampoco entraría en conflictos
con otros países.
Eso pasó
con la conquista del continente americano, donde los indios fueron
exterminados. Muchos de los espíritus de esos indios han nacidos en poblaciones
norteamericanas. No hay escapatorias a la ley cósmica. Los conquistadores
españoles, que, pese a la leyenda negra que les acompaña, realizaron una obra
grandiosa en Ibero-América. Pero, los indios que fueron enviados a mejor vida y
los negros vendidos como esclavos, han ido naciendo como descendientes de
aquellos conquistadores españoles, así como muchos de aquellos conquistadores,
hoy visten ropaje criollo latinoamericano, que por su origen en la madre
patria, han ido volviendo masivamente a ella,enriqueciendo, de todas maneras,
al grupo étnico europeo, de múltiples formas. ¿Quién controla el mango de
la retorta del mundo?
Otro
ejemplo importante es el caso de un comerciante que, en una vida anterior,
mediante prácticas comerciales indebidas, llevó al insuceso a sus competidores,
ocasionándole un perjuicio económico. En la nueva existencia, aquellos
competidores nacerán como hijos, por acción coactiva de la ley cósmica, para
mejor compensar las deudas kármicas, ganando cantidades importantes que pasarán
a las manos de sus antiguos competidores, ahora en el rol de sus hijos.
El mejor
camino es el del amor, el de la justicia y el del bien común.
-¿Hay una
vigilancia cósmica que supervisa el cumplimiento de la ley de compensación?
Por
supuesto. En otra parte hemos escrito: -“Los guardianes cósmicos supervisan el
universo y cada planeta de turno en donde a cada quien le toque vivir, en un
momento dado. Cada nación, ciudad, pueblo, grupo, familia, individuo, etcétera,
los tiene, bien sea que hayan sido elegidos por méritos propios por los
regidores universales o por afinidad, deber, justicia, o cualesquiera otras
causas. Constituyen una especie de guías espirituales a cuyo cargo reposa la
vigilancia del bien universal. Desde la más remota antigüedad se ha reconocido
su existencia y quien sabe ver, ve su inherencia en muchos aspectos de la vida
diaria, que se presentan como coincidencias, aparentes casualidades,
etcétera. Su principal medio de actuación es el de la inspiración”-.
Empero, es
preciso recordar al “ojo que todo lo ve” impreso en la propia
conciencia que percibe exactamente todo lo que acontece en pensamientos,
sentimientos, palabras y actos, activando, instantáneamente, la ley de acción y
reacción.
-¿Existe un
tribunal de Justicia Divina a semejanza de los de la dimensión
física? Dicho en otras palabras: ¿Existe un gobierno espiritual?
-¿Cómo funciona?
-¿Ustedes
que creen? Este es un tema que proponemos para investigar con la finalidad de
desarrollarlo en ulteriores trabajos. Empero, podríamos destacar tres
vertientes:
1. La
primera: El Creador Universal, como ley cósmica impresa en el Espíritu, ejerce
funciones pedagógicas, coercitivas, sancionadoras y coactivas en la conciencia.
2. La
segunda: De acuerdo a la ley de los reflejos, simbolizada en el sello de
Salomón o estrella de seis puntas, y a lo expresado por Hermes Trismegisto, en
la Tabla Esmeraldina, “como es abajo es arriba” y viceversa, por lo cual, se
percibe la existencia de un Tribunal de la Ley Cósmica integral a semejanza de
los de la dimensión física, que es el instrumento ejecutor de la Voluntad
Universal y/o ley cósmica.
3. Las
tercera: El Tribunal –órgano de la justicia humana- en la dimensión física, el
cual constituye, a la vez, un instrumento del de la dimensión espiritual, o del
Creador Universal, directa o indirectamente.
De análoga
manera ocurre en lo relativo al Gobierno Espiritual.
Otra
pregunta de gran interés que suele plantearse, es: -¿Como se efectúa el plan de
vida, antes de reencarnar, mientras el Espíritu se encuentra en la dimensión
espiritual?
Este tema
de la reencarnación y la manera de como se planifica el siguiente ciclo de
vida, siempre suele fascinar a todos.
Es preciso tener en cuenta
lo siguiente:
o Los
Espíritus, en la época previa a la reencarnación, piden a la Ley de Afinidad,
que le presente un balance de todas sus acreencias y deudas que precisan
compensación, y la inminencia prioritaria de las mismas, en base al cual,
organizan el plan del nuevo ciclo de vida, basado en las prioridades
emergentes, en el cual se involucran todos los seres inherentes, en combinación
con la obra colectiva –de estos seres- con el conjunto de la zona en la cual
habrán de reencarnar- y a los planes cósmicos y a la cuota de obra colectiva
del planeta y al pensum de estudio correspondiente a ese período en el planeta.
Los Representantes de la Justicia Divina, en el Planeta Tierra, son los que
aprueban el nuevo ciclo de vida, con los respectivos ajustes que el plan de
vida presentado precise.
o Sin
duda alguna, es un acto solemne, el de la reencarnación, por cuanto, ha sido
elegido por el Espíritu a punto de iniciar un ciclo de vida y ha sido aprobado
por los regidores de los destinos del Planeta Tierra, los representantes de la
Justicia Divina, por los guías y protectores del Espíritu que ha de tomar
materia, por los de sus padres y por otros seres afines que les acompañan al
igual que se hace con un ser querido o amigo o amiga que emprende un viaje,
para desearle una feliz llegada y exitoso regreso. La solemnidad del acto está
representada por el registro cósmico del engendramiento del nuevo ser y las
respectivas pruebas, compensaciones y objetivos de aprendizaje que habrá de
cumplir durante el ciclo de vida por iniciar, con carácter de obligación
asumida y que constituyen un gravamen para esa existencia que habrá de liberar,
en forma total o en parte, al final del plazo concedido a tales efectos.
o Es
un acto importante en la vida del Espíritu y para todos los seres involucrados,
al igual que cuando se emprende la compra de una casa con un crédito
hipotecario, que va acompañado de la emoción de la nueva adquisición y por la
aprehensión del compromiso que adquiere, el cual deberá cumplir empleándose a
fondo y no descansará tranquilo hasta haber satisfecho, felizmente, la
obligación asumida.
o Es
la emoción frente al reto y la confianza de que lo superará con éxito. Puede
experimentar, también, la incertidumbre del resultado final de la acción que
emprende en los casos de Espíritus que precisan de alcanzar mayor nivel
evolutivo. Sin duda alguna, ocurre igual que en la vida, cuando se deben
afrontar situaciones pocos fáciles, antes de hacerlo se ven menos fáciles de lo
que realmente son, hasta que se les afronta cara a cara, instante en que
emergen del interior las fuerzas suficientes para resolverlas y/o superarlas exitosamente.
El resto
del proceso es muy sencillo. Vamos a verlo más detalladamente. Es equivalente a
la formación de una asociación civil o a la de una empresa. Se reúnen varias
personas con ideas afines para realizar un proyecto común, cuyo interés puede
ser dado por diversas causas, por afinidad, por intereses recíprocos, por
necesidad de cooperación, por razones humanitarias, por un ideal, por deudas
kármicas, por razones de estudios, por anhelo de formar familia y cubrir un
nuevo ciclo de vida incluyendo seres afines, o antagónicos, con la finalidad de
apoyarse los unos a los otros, o de ir limando asperezas recíprocamente. El
grupo inicial, para el desarrollo del plan de vida, precisa de colaboradores, y
es allí donde se realizan acuerdos de cooperación, bien sea que los seres
comprometidos nazcan en el mismo seno familiar o en familias diferentes, en
diversos países o en uno solo, ese plan de vida puede cubrir una o muchas
encarnaciones sucesivas, hasta que se realice la totalidad del plan y aún así,
el grupo podría querer seguir junto para emprender nuevos proyectos.
Al igual
que en una empresa en la dimensión física, el potencial y los recursos de
diversas índoles, otorgan mayor o menor capacidad de acción y alcances del o de
los proyectos. Las circunstancias kármicas que cada ser arrastra es una
limitante o un potencial que permite conformar el grupo homogéneamente.
Concebido
el proyecto, se planifica por escrito, se elabora el documento constitutivo y,
en la dimensión física, se lleva al Registro Mercantil o Público competente,
para efectuar su inscripción y darle publicidad. Por ejemplo, la presencia de
menores de edad, de personas inhábiles civilmente, y de tantas otras
circunstancias que podrían requerir la autorización de un Juez que apruebe el proyecto
para esas personas. Exactamente lo mismo ocurre en la dimensión espiritual; un
funcionario competente deberá autorizar el proyecto y a las personas que lo
precisen, y de acuerdo a la ley cósmica, hacer las correcciones pertinentes a
cada caso, otorgando la definitiva autorización al proyecto, tanto en lo
individual como colectivamente.
Debido a
que cada ser tiene libre albedrío, dispone de cierto grado de libertad, dentro
de la ley cósmica, para tomar decisiones, con las limitantes kármicas que pueden
corresponder a deudas por pagar o por cobrar, a hipotecas equivalentes a las
inmobiliarias, que constituyen obligaciones que, antes de emprender
determinadas acciones es preciso liberar; a algunas vidas pendientes de
reponer, en el tiempo, que hacen prioritario su cumplimiento; reclamo de
obligaciones de diversas índoles que inhiben ciertas libertades de acciones
pueden implicar el logro de autorizaciones respectivas y el pago diferido de
otras para las sucesivas reencarnaciones, en forma gradual, debido a su
cuantía. Además, la cuota de progreso y estudio que debe ser alcanzado de
acuerdo a los planes de desarrollo del planeta para esa etapa en particular y
las siguientes.
Una vez
alcanzada la autorización de las autoridades espirituales competentes, cada
quien asume un compromiso consigo mismo, con el grupo y con los instructores
espirituales, que debe cumplir en el espacio y en el tiempo oportunos. Podría
uno de los miembros volverse atrás en su compromiso y tener que readaptarse el
plan sobre la marcha y de acuerdo a las circunstancias. Automáticamente, el
plan de vida constituye una promesa de ayuda mutua y esa es la razón por la
cual, muchas veces, la asistencia aparece de donde menos se espera y es porque,
ya, en la dimensión espiritual se ha previsto ese tipo de cooperación. Además,
la ley de provisión universal, provee a cada ser de recursos acordes a la
magnitud de la obra que les irá entregando, oportunamente, en la forma
apropiada, como salario cósmico u otro concepto. Recordemos que, en el fondo,
cada ser lo que realiza es una obra común: la universal: aportando su
respectiva cuota de trabajo y percibiendo el salario cósmico, de múltiples
vertientes.
Dentro de
ese proyecto, cada ser es guía y protector de otros y a la vez dispone de un
guía y protector, y de otros cooperadores, de acuerdo a la parte de la obra en
desarrollo. Luego, se encuentran guías espirituales según el tema de interés
que se tenga, en un momento dado, y la solidaridad universal, que, por medio de
la intuición permite a cada ser acceder a las fuentes de informaciones
necesarias, estén donde estén, y a las inspiraciones y asistencias energéticas,
y de protección, desde la dimensión espiritual, por cuanto, el grupo que va a
realizar el proyecto se encuentra simultáneamente, una parte en la dimensión
espiritual y la otra en la física, realizando cada quien su cuota del proyecto,
por turno.
Es preciso
tomar en cuenta que existen numerosos usuarios o usufructuarios de los
servicios que el proyecto brinda, que van a utilizarlos, aportando los recursos
respectivos y apoyándolo, así como numerosos servidores, encarnados o
desencarnados que, en su momento oportuno, desde la dimensión espiritual o en
proyección, brindan valiosa asistencia.
En ese plan
de vida, cada ser tiene previsto quienes van a ser sus padres, su cónyuge,
hijos, nietos, biznietos, etcétera y a su vez, cada uno de los descendientes ya
tiene previsto su propio plan de vida con todos esos elementos esenciales
incluidos, además de los objetivos existenciales, pruebas que ha elegido
superar, temas de estudios que se ha planteado desarrollar, carreras
profesionales, obras de servicios, funciones privadas o públicas al servicio de
su país o de la humanidad, etcétera.
Este es un
tema apasionante, y clarificante sobre el sentido de la vida.
La vida,
desde este punto de vista, adquiere un significado más profundo y realista y se
hace más interesante vivirla, sobre todo a conciencia.
Hace poco
nos referíamos a la instantaneidad de la acción de la ley de compensación, en
base a cuyo saldo existencial la persona es ubicada o reubicada por la ley de
afinidad en el orden que le corresponde. Ahora, en la explicación anterior,
observamos que el pago de las deudas kármicas, lo va proyectando por etapas y
en forma gradual en diversas y sucesivas reencarnaciones; en este caso,
entonces, podría caber la pregunta: -¿tenía razón Justiniano cuando pensaba que
las gentes, -que creían en la reencarnación-, pensando que pagarían lo que
hacían en la siguiente vida, incurrían fácilmente en algunos actos?
Realmente
las dos cosas son relativamente ciertas y complementarias. La compensación de
los actos se efectúa instantáneamente a la realización de los mismos, con lo
cual se da el saldo existencial que reubica a la persona como en un nuevo eje
alrededor del cual girará su nueva órbita existencial. Si la persona, en su
saldo anterior, tenía cifras positivas importantes, se efectúa la compensación
y todavía le queda un saldo existencial positivo. Empero, si el saldo era
insuficiente, al efectuar la compensación, queda un remanente en “rojo”, que es
preciso cubrir, lo cual, para hacerlo, dependiendo de su cuantía, podría
requerir un tiempo más o menos largo y cubrir diversas o numerosas existencias.
Es allí que, en su respectivo pago, es preciso efectuar planes mediante los
cuales, en el desarrollo del siguiente ciclo de vida o varios, la persona, en
la medida de sus posibilidades va saldando las diversas deudas; y, también,
cobrándola, por cuanto, esa compensación instantánea, contempla, muchas veces,
saldos acreedores que les deberán ser pagados y las acreencias y los pagos
diferidos contribuyen a mantener el respectivo equilibrio en el espacio y en el
tiempo, por la respectiva compensación que le es inherente. Es decir, existe un
asiento contable a nivel del libro de la vida que registra, instantáneamente,
la compensación efectuada. Empero, el pago de la deuda o el cobro de la
acreencia podría espaciarse en el tiempo de acuerdo a las circunstancias
correspondientes en cada caso. Empero, el efecto tiene aplicación inmediata y
la acción coactiva de la ley de afinidad que le reubica en el nuevo orden que
le corresponde, de acuerdo al saldo existencial, también.
Otra
pregunta interesante que suele plantearse es: -¿de qué manera la persona justa
es protegida por la ley cósmica? -¿Lo es, realmente? -¿Por qué observamos que a
las personas buenas les ocurren cosas que parecieran no merecer?
-¿Qué podría decirse al respecto?
Vamos a
analizar las diversas vertientes que encierran esta pregunta.
En primer
lugar, -¿protege la ley cósmica al hombre justo? En teoría, y en la práctica,
sí, podemos afirmar que la ley cósmica protege a la persona justa de diversas
maneras.
-Preguntémonos,
antes de todo: -¿qué es una persona justa?
Podría
decirse que una persona justa es alguien que nunca hace daño a nadie y da a
cada quien lo suyo, cumpliendo todos sus tratos equitativamente o de manera
correcta; además, es virtuosa, respetuosa, cordial, servicial, humilde,
prudente, juiciosa, fuerte, templada y paciente. Conserva siempre la serenidad,
la calma, la impasibilidad y espera siempre lo mejor de la vida. Es agradecida
con el Creador Universal y siempre positiva; y, por la ley de atracción, atrae
lo mismo que piensa, hace o dice.
Realmente
es así. Recordemos que cada persona está dotada de libre albedrío, es decir,
que toma decisiones libremente o forzada por las circunstancias, pero, en
últimas instancias, lo hace por libre elección, aún en aquellos casos que no
toma decisión alguna, lo cual, en sí, representa una elección. Si es justa en todos
sus actos, automáticamente deja de crear resistencias o animadversión de otras
personas, y reduce al mínimo esas reacciones eventuales que pudiesen afectarle.
Si a esto, le sumamos la prudencia de disminuir a la mínima expresión el riesgo
en cada acción que emprenda, por sí misma, se estaría resguardando de
eventualidades negativas, tal como es su propio deber.
Por otra
parte, la persona dispone de intuición e inspiración, y otras señales
perceptivas que les advierten de peligros inminentes, con el fin de tomar
previsiones oportunas y lo hace, controlando la situación por sí misma, si
eventualmente llegare a presentarse.
Ahora bien,
recordemos que, existe un aforismo popular que expresa: -“Dios protege a los
niños y a los inocentes”-. La sabiduría popular ha sabido ver a través de
milenios como el ser justo conserva un halo protector. En circunstancias
colectivas, con pocas probabilidades a favor, algunas personas salen ilesas
mientras que a otras le ocurre lo contrario. -¿Por qué este efecto protector
para algunas personas? Otras veces, momentos antes de ocurrir alguna
eventualidad colectiva, una o varias personas, a última hora, deciden no ir a
ese lugar o circunstancias de fuerza mayor les impiden hacerlo con lo cual se
libra de la circunstancia.
La persona
justa es menos susceptible de ser afectada por circunstancias ajenas a su
propio karma y cuando por alguna razón se viese afectada en determinado grado,
por la causa que fuere, la afronta y resuelve de la mejor manera posible sin
detenerse mucho en ello, dedicándose a lo suyo, aprendiendo, al mismo tiempo,
la lección inherente.
Otra
pregunta que se suele plantear es: -¿cómo deben ser afrontadas las
circunstancias de la vida cuando se presentan las pruebas más severas?
En primer
lugar, cuando se afrontan pruebas severas, tanto por sí mismos como por los
seres más allegados, jamás debe verse en ello un castigo de parte de nadie; al
contrario, en primer lugar, lo primero que es preciso hacer es agradecer
al Creador de que la cosa resultó mejor de lo que pudo haber sido. Es posible
que ese mal menor haya evitado otro de mayores alcances. La gratitud es una
fuerza poderosa que activa la energía creadora del ser y canaliza la del
Universo. La gratitud conecta la conciencia con la Fuente, con el Creador y
facilita la solidaridad universal y la acción de la ley cósmica. Nuestra
actitud debe ser, en ese momento: -“Lo que el Creador quiera; nada se le
asemeja”. Repetir esas expresiones tantas veces como sea necesario hasta
comenzar a sentir un estado de quietud o sosiego interior, lo cual es
indicativo de que la conexión divina se ha efectuado. A partir de ahí, todo
comenzará a fluir con armonía, buscando la mejor solución posible para todas
las partes involucradas. Es importante involucrarse con su verdadero sentido y
alcance.
Esta
actitud denota, en primer lugar, que se está afrontando la situación con ánimo
de resolverla, asumiendo la propia responsabilidad inherente. En el
momento en que se afronta una situación, con decisión de resolverla, sin
importar su cuantía, ni las apariencias en contra, las fuerzas creadoras del
universo vendrán a coadyuvar positivamente.
Recordemos
que, de ser un resultado de efectos kármicos previamente activados, al ser
aplicada la acción coactiva por la ley cósmica, es ella misma que coadyuvará a
la solución si la persona involucrada asume la responsabilidad que le
corresponde y afronta con actitud positiva y resoluta, la situación. Lo
mismo ocurre en el caso de que haya sido una prueba antepuesta por la misma
persona en su plan de vida. Empero, sea cual fuere la causa, la actitud
correcta es la de aprender la lección que dicha circunstancia ofrece como
oportunidad, por cuanto su finalidad siempre será un resultado positivo a pesar
de las apariencias en contra.
-¿Tiene
este tipo de pruebas menos fáciles algo que ver con lo que se conoce como “la
noche oscura del alma?”-.
La noche
oscura del alma constituye el período menos fácil que la persona enfrenta en un
determinado ciclo de vida. Es la etapa en que afronta la prueba más severa que
ha traído para esa vida. Nadie sabe cuando se presenta ese período, ni cuanto
durará; pero, siempre se presenta y es preciso afrontarlo con serenidad,
entereza, calma imperturbable, impasibilidad absoluta, paciencia, amor, ánimo
tranquilo, templanza, perdón, gratitud, sosiego y humildad. Sea lo que fuere lo
que se esté afrontando, jamás se debe perder la fe en la bondad de la vida y en
su solución satisfactoria, sin importar el esfuerzo que pueda requerir su
solución ni el tiempo necesario. Asumir el hecho y afrontarlo con voluntad
firme y determinada a triunfar. Es aquí donde la espiritualidad directa
centrada en el Creador Universal demuestra su mayor efectividad. La conexión
divina permanente centrada en el Creador es indispensable, mediante el dickr,
es decir, el constante recuerdo del nombre del Creador, una, diez, cien, mil o
más veces diarias, hasta sentir que las fuerzas emergen serenando el espíritu.
Es preciso descentrar la atención del hecho afrontado y del propio ego, para
centrarla en el Creador y mantener imperturbable la conexión divina con
absoluta confianza. Afirma: -Que sea su voluntad; nada se le asemeja. Con esto
entra en el orden armónico de la vida y la firmeza en la mejor solución
factible, sin interferencias, hará el resto, oportunamente. Es el poder de la
expectación positiva. Fuerzas positivas, protectoras, asistenciales, emergerán
en grado suficiente, llevando las circunstancias afrontadas a su mejor
solución, oportunamente.
Es aquí
cuando se demuestra la efectividad del previo desarrollo espiritual y la
comprensión de las leyes universales, por una parte, y por la otra, la
habilidad de resolver situaciones con un enfoque científico-espiritual,
mediante la aplicación del método científico de resolución de situaciones y la
practica del dickr, -el constante recuerdo del nombre del Creador, y la
meditación en Él y sus atributos divinos, con un dominio absoluto de la
relajación físico-mental y espiritual, por cuanto la quietud mental activa los
poderes creadores de la mente y la actitud de jamás abandonar en la expectativa
positiva de que todo saldrá bien. Aquí se puede aplicar esta poderosísima
técnica: Aquietarse y afirmar: -Gracias, Creador Universal, por cuanto esta
situación, en tus planes cósmicos, ya está resuelta-. Es una práctica de
efectividad comprobada si no se abandona hasta alcanzar el resultado anhelado. La
clave reside en: jamás abandonar. Al mismo tiempo, es importante
visualizar los resultados anhelados realizados satisfactoriamente en su etapa
final.
Mucha gente
formula esta pregunta: -¿cuál es la mejor manera de depurar el propio karma?
En primer
lugar, es preciso conocer la vida, sus leyes, la finalidad y el sentido
existenciales, por qué estamos aquí, de dónde venimos y hacia dónde vamos,
descubrir la misión que se trae de acuerdo a la propia vocación, a las
aptitudes o dones naturales, las eventuales carencias, practicar algunas
técnicas de meditación efectivas, familiarizarse con las diversas corrientes de
pensamiento que aportan informaciones útiles sobre el desarrollo personal y
espiritual del ser humano, por cuanto, dentro de cada quien reside el poder
creador suficiente para afrontar y resolver cualquier eventual situación. Esto,
además de hacer más fácil la vida, permite resolver con efectividad las
situaciones que la vida va presentando. Recordemos que, el objetivo esencial de
toda persona es el estudio -y la adquisición gradual del respectivo
conocimiento- de todas las ciencias, de todas las artes, de todas las
filosofías y la práctica de todas las virtudes.
En segundo
lugar, es indispensable plantearse objetivos a corto, mediano, largo y macro plazo
hacia los cuales orientar la propia existencia, de manera que se pueda tomar
las riendas de la vida en las propias manos. Somos los artífices de nuestro
propio destino. Si tenemos objetivos por los cuales trabajar, las energías
personales fluirán hacia su realización, experimentando, al mismo tiempo, un
sentimiento de autorrealización.
Dentro de
la práctica de todas las virtudes, -a las cuales hacíamos referencias poco
antes, para ello es preciso meditar constantemente en los valores universales.
de manera que nos sirvan de guía y de parámetros en cada una de las propias
acciones. Es indispensable, también, practicar el Noble Sendero Óctuple,
pregonado por Sidharta Gautama, Shakyamuni, es decir: 1) Rectas opiniones, que
implican un profundo conocimiento de la vida y del proceso de toma de
decisiones. 2) Rectos propósitos, expuestos en forma de objetivos esenciales y
realizarlos por su estricto orden prioritario. 3) Rectas palabras: lo que
decimos, recibimos. 4) Rectas acciones: son las liberadoras del antiguo
karma y las creadoras del nuevo. 5) Rectos medios de sustentamiento de
vida. 6) Recto esfuerzo: el trabajo suficiente para alcanzar cada logro,
manteniendo el perfecto equilibrio integral. 7) Recta atención: donde centramos
la atención se expande la conciencia, el conocimiento y la capacidad de
percepción. 8) Recta concentración: este es el secreto supremo, activando el
poder creador. Donde concentras tu mente, -tus recursos generales- se expande
tu poder realizador. Recuerda que los rayos del sol concentrados por medio de
una lente de aumento o lupa: adquieren la capacidad de crear combustión. Es
necesario, además, la practica de la meditación en el Creador Universal y su
atributos divinos –valores universales-, como medio de conexión divina, para que
fluya la luz, la sabiduría. la energía creadora y la conciencia cósmica.
Luego, así
preparado, recorrer el camino de la vida haciendo la mayor suma posible de
bien. Recordemos: cada persona es: el caminante, el camino y la fuente,
conformando una UNIDAD perfecta e indisoluble, en la Rueda de la Vida, es
decir: el Círculo y el Signo Más. Muchas gracias.
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