EL JARDÍN DEL TAO –I-
Autores: Huang-Ti y Mo-Tzu
©Abg. Giuseppe Isgró C.
1. Mi mensaje proviene de la naturaleza. Para ello, me uno a los Espíritus de la Naturaleza. Son fuertes, pero también implacables. Son eternos, por lo cual saben esperar.
2. La Naturaleza duerme,
pero pronto se despertará y traerá a todo el mundo el renacimiento.
Renacimiento que no significa únicamente armonía, sino también lo opuesto.
COMENTARIO GIC: Se trata del proceso de la eterna polarización, donde se pasa, siempre, de un estado de conciencia a otro más elevado.
3. Las flores que tengo están prontas
a resurgir, renaciendo: a florecer de nuevo. Hay flores bellas y perfumadas;
algunas no son de tanta belleza, pero siempre están perfumadas.
COMENTARIO
GIC: Es la esencia, y ésta es Dios.
5. Una flor
es.
COMENTARIO GIC: -ES, es el nombre de Dios: ÉL, ES.
6. Pero, también una flor tiene
su evolución, su experiencia, sus caídas y sus levantadas; una flor para volver
a crecer requiere del Yin y Yang, de la luz y del abono.
COMENTARIO GIC: Basta ver a una planta pisada; a la mañana siguiente, se comienza a verla, de nuevo, como se yergue, demostrando una voluntad inquebrantable, anhelo de vivir y de perpetuar la vida de la que ella expresa la ESENCIA.
7. Sabed ver en una flor todas estas cosas, y quizás comprenderéis lo qué significa vivir; lo qué representa esperar; y lo qué implica renunciar.
COMENTARIO GIC: Cada flor, al igual que el ser humano, es un microcosmos, o universo en miniatura; contiene, en esencia, todo lo que alberga el MACROCOSMOS. La flor vive con autenticidad: su esencia, lo que es, y cumple el rol que le ha sido asignado en el plan divino de la naturaleza. Es capaz de esperar la época adecuada para cada una de las funciones que les son inherentes, en el tiempo perfecto de Dios. Tiene la paciencia de esperar la respectiva estación para cumplir cada uno de sus cometidos: La primavera, el verano, el otoño y el invierno, todas y cada una de estas estaciones les ofrecen la oportunidad de la evolución, en ciclos constantes y alternos. En cada uno de ellos, las labores que realiza sirven de descanso de las que le antecedió. La naturaleza es sabia: siempre está trabajando, pero en forma alterna; de esta manera es inagotable, renovándose en cada renacimiento, en cada primavera. De igual manera, cada nuevo nacimiento, es una nueva primavera para el ser humano. Evidentemente, cumplir el propio rol asignado por la naturaleza, implica renunciar a todo lo que deja de serle inherente. El rosal produce rosas, y le deja a la planta de clavel, la elaboración de claveles. En la naturaleza, nadie usurpa la función de nadie, excepto el hombre. Por eso la sabiduría de las flores, de la cual es preciso aprender: la renuncia a todo lo que deja de ser inherente al propio rol de vida, viviendo según el plan divino que cada ser trae trazado en su propia conciencia, por la ley cósmica. Renunciar, también, a todo lo superfluo, lo innecesario, dejando de recargarse de todo lo que no se precisa en el camino de la vida. Solo lo esencial, una cosa a la vez, en el tiempo oportuno.
8. Mirad a una
de las plantas más antiguas de la tierra: El olivo. Tiene la sabiduría. El
olivo tiene en sí una característica muy relevante, pero hay que saber entrar
en él para percibirla:
COMENTARIO GIC: La esencia.
9. Yo os
pregunto: ¿Por qué hay que comer y beber? ¿Por qué hay que pensar? La finalidad
del ser humano es vivir; no es, únicamente, comer, beber o
pensar.
Vivir
significa entrar en toda la Naturaleza, y en el Universo, y descubrir la
grandeza de Dios. (La Esencia).
Ved cuán
diferente es la finalidad de la vida para vosotros y para nosotros.
COMENTARIO
GIC: La
Esencia.
11. Basta escuchar conscientemente; comprender y vivir.
COMENTARIO GIC: Vivir en el ahora, el momento más importante de la
eternidad.
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