UN ETERNO CAMINO DE RETORNO
©Abg. Giuseppe Isgró C.
Escudero, -dijo Hidalgo:
El ser humano es el caminante y el camino, a la vez, hacia el SER
UNIVERSAL, formando una unidad perfecta e indisoluble con Él, en una
ESPIRITUALIDAD directa, sin intermediarios.
Luego, percibe, que también es una parte indivisa del Ser Universal, o
Divinidad, sin separarse de la Divinidad y sin dejar de ser la Divinidad.
Percibe, también, que posee los mismos atributos de la Divinidad, entre
ellos una conciencia que es la réplica exacta de la conciencia de la Divinidad,
y el mismo poder creador de la Divinidad, en estado de potencialidad infinita.
Precisa, únicamente, la EXPERIENCIA.
Expresa la sabiduría de los atributos divinos o valores universales, y el
poder creador potencialmente infinito, en el mismo grado en que experimenta
necesidades, anhelos, propósitos, y concibe objetivos, para llevarlos a feliz
término, tanto para resolver situaciones y restablecer el equilibrio
preexistente, como para alcanzar logros que impulsen a un cambio más allá de la
fase temporal en la que, cada quien, en un momento dado se encuentra, en el
eterno camino de retorno desde el ser individual al Ser Universal.
Camino que jamás completará por cuanto siempre encontrará un más allá en progreso.
Caso contrario, ¿qué habría más allá del fin? La nada. La nada es el espacio
infinito y eterno que contiene todas las esferas mentales del cero grado al
infinito, es decir todos los estados de conciencia, en todas las estaciones,
sin límites algunos, en una eterna polarización de un estado de conciencia a
otro más elevado, ad infinitum.
Como decía Lao Tse: Cuando se descubre lo que es la belleza -en un estado
de conciencia más avanzado-, se percibe lo que es la fealdad del nivel en que
cada quien se encontraba. (parafraseado),
Lo importante, Escudero, es percibir, que no sólo el ser humano es una
parte indivisa del Ser Universal, o Divinidad, sino que también lo es cada ser
de los otros tres reinos naturales: Animal, vegetal y mineral. Además, cada ser
de estos otros reinos, también poseen idénticos atributos divinos que la
Divinidad, y el mismo poder creador en estado de potencialidad infinita. Es
decir, Escudero, no existe diferencia alguna entre cada uno de los seres de los
cuatro reinos naturales, ni entre ellos y la Divinidad, conforman un todo
indiviso. La única diferencia que existe es en la experiencia adquirida y en el
rol asumido en el concierto de todas las cosas, que, al emanar a la conciencia
individual, en el alma universal, a partir de la Divinidad, sin separarse de la
Divinidad y sin dejar de ser la Divinidad, cada quien con libre albedrío,
comienza eligiendo el rol o camino que eternamente recorrerá para adquirir la
experiencia total, que jamás alcanzará totalmente. Es una Paradoja Divina para
descifrar. Este orden de ideas, Escudero, contribuye a encontrarle el sentido a
la vida.
Escudero, a través de la atención constante sobre estos temas, se expande
la conciencia perceptiva, comprensiva y realizadora.
Quilón El Lacedemonio, Escudero, inscribió uno de los siete aforismos
atribuidos a los siete sabios griegos: Solón, Tales de Mileto, Cleóbulo,
Pitaco, Quilón, Bias, y Mison, el cual decía: -"Hombre, conócete a ti
mismo que el estudio del hombre no es conocer sino conocerse a sí mismo".
Quién se conoce a sí mismo?
Como decía Mahoma, Escudero: Conócete y conocerás a Dios.
Los sufís, Escudero, practican el constante recuerdo de Dios, el Dzickr,
repitiendo el nombre de la Divinidad de mil a dos mil veces diariamente. Por el
principio de la atención de: donde se centra la atención se expande la
conciencia perceptiva, comprensiva y realizadora, quien centra la atención en
la Divinidad, y en los atributos divinos, o valores universales, meditando, a
la vez, en la Divinidad y en sus atributos divinos, le percibirá, cada vez, en
mayor grado de profundidad, canalizando tanto la sabiduría de los valores
universales, como el poder creador potencialmente infinito, en los niveles de
conciencia que va alcanzando, en las inherentes estaciones, o grados de manifestación,
en la eterna polarización.
Podemos concluir, Escudero, que:
Quien recuerda al
recordado,
recuerda al recordado;
cuando le recuerda,
percibe que ya le conocía.
Hidalgo, comenta Escudero:
-Cuantos secretos se
revelan con lo que antecede!!!
Percibo la importancia de
poner en práctica la sugerencia del Dzickr, y la meditación en la Divinidad y
en los atributos divinos o valores universales, práctica a la que estoy
dedicado, pero que estoy consciente de la importancia de la persistencia en la
misma, en forma sosegada, serena, como una forma de vida, que llegue a formar
parte de la propia naturaleza, o esencia personal. De esta manera, elevando los
niveles de conciencia, en sintonía con la Divinidad, se vibra a una frecuencia
más elevada, en pureza,o depuración del velo, de esa manera, por efecto de la
resonancia magnética, se puede ejercer, sin esfuerzo, un efecto benéfico sobre
el entorno, en los cuatro reinos naturales.
Así es, Escudero, -comenta Hidalgo. La misma Divinidad constituye el Gran
Pedagogo Universal, enseñando en la conciencia de cada ser, en los cuatro
reinos naturales, por el lenguaje de los sentimientos análogos a los valores
universales, o atributos divinos, según lo precise cada ser. Esas enseñanzas
contienen inspiraciones sobre los valores universales, en el respectivo estado
de conciencia de cada ser, y en la inherente estación, aportando los parámetros
dentro de los cuales hay que enmarcar los pensamientos, los sentimientos, las
palabras y los actos, para vivir una vida justa y perfecta, virtuosa, y en
armonía con la naturaleza.
También, Escudero, la Divinidad, aporta las advertencias, como acción
coercitiva, haciendo representar en la conciencia de cada ser, la vergüenza que
experimentaría si llegara a realizar un acto indebido; pero que, si lo hiciera,
enseguida, instantáneamente, se activa una acción coactiva dentro de la
conciencia, en forma de reprimenda, que induce a la persona en particular, o al
ser de los cuatro reinos de la naturaleza, a percibir el error en que ha
incurrido. A partir de ese instante, la persona dejará de tener paz hasta que
haya compensando el efecto de la acción, o palabra indebidas.
TODA ESA EXPERIENCIA acumulada, Escudero, conforma lo que se denomina: suma
existencial: es el saldo de vida, en razón de la cual, Escudero, la ley de afinidad,
-coadyuvada por las leyes de justicia,
igualdad y compensación-, que es la ordenadora del universo, ubica o reubica,
a cada ser, en el lugar que le corresponde, en el concierto de todas las cosas.
Esa posición es dinámica,
cambiando constantemente de acuerdo a las variaciones, positivas, o no, de la
suma existencial, ad infinitum.
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