AMISTAD
©Abg. Giuseppe Isgró C.
-Hidalgo, -inquiere Escudero-, ¿qué me puedes decir, ahora, sobre
el siguiente verso de Pitágoras?
-“De
los demás, del más virtuoso, por mérito, hazte amigo; con serenas palabras y
útiles acciones, sigue su ejemplo. Por leve falta no te irrites con el amigo,
de acuerdo con tus fuerzas. Al lado del poder, convence la Necesidad”.
-Este verso, Escudero, sugiere hacerse amigo de los seres más
virtuosos y prudentes, por cuanto, son quienes pueden fungir, en un momento
dado, de maestros y guías. Se le puede emular, o seguir su ejemplo como
paradigmas, en la oportunidad de discernir sobre la recta conducta, frente a
las múltiples situaciones que se afrontan en la vida.
Luego, el cultivo de la gente virtuosa y prudente, es el medio
idóneo que permite fomentar las buenas costumbres y la nobleza de carácter.
Esto crea la cooperación sincera y generosa entre los seres, y constituye el
terreno ideal para el desarrollo de las cualidades de la personalidad en un
mejor nivel, cada día.
Es preciso, en las relaciones que desarrollamos en nuestro entorno
total, a nivel personal y profesional, mantener un trato amable, cortés, digno
y facilitar los actos útiles, tanto los propios como el de estimular los ajenos
en beneficio de la colectividad.
El cultivo de la amistad debe ir más allá de lo que pueda
significar una falta leve en personas que conforman el propio círculo. La
tolerancia permitirá, al amigo que incurrió en falta leve, de rectificar y
mantener un vínculo valioso, por cuanto, la amistad es uno de los valores más
grandes que posee el ser humano. El afecto amistoso, una palabra de aprecio, de
apoyo, de estímulo, de simpatía, son caudales que enriquecen a quienes los
cultivan, recordando que la amistad comienza donde termina el abuso. Como decía
Aristóteles, -“si hay amistad, no hace
falta justicia”.
El aforismo sugiere de hacer todas
estas cosas de acuerdo a las propias fuerzas y virtudes, recordando que lo posible se encuentra junto a lo
necesario, deducido de la expresión:
-“Al lado del poder, convence la Necesidad”.
Desde el momento en que se experimenta
una necesidad, de la índole que fuere, es porque se está en condiciones de
satisfacerla de manera adecuada, caso contrario, la necesidad habría dejado de
expresarse. Toda necesidad genera, siempre, una fuerza equivalente y
suficiente, capaz de facilitar el traslado, de la persona, desde el lugar en
que la afronta, hasta aquel otro en el cual reside la satisfacción de la misma.
También, la necesidad, permite
expresar el poder potencialmente infinito del cual está dotado el ser humano,
en el respectivo grado de su manifestación, para resolverla.
Frente a todas las situaciones de la
vida, es preciso mantener una actitud de confianza, por cuanto, todo, siempre,
se resuelve de la mejor manera posible, por ser ese el fin de la naturaleza de
las cosas y la misma vida apoya, a cada quien, a tales efectos. Hay una
condición sine que non: Que se siga adelante cuando las cosas se pongan menos
fáciles.
Ese representa el instante en que la
noche muda en día y se activan las fuerzas creadoras de la mente, resolviéndose
las situaciones favorablemente.
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