EL PODER
MENTAL, ¿O, EL PODER DEL RESPETO?
O, ¿GANAR
EL RESPETO AJENO CON DIGNIDAD?
©Giuseppe Isgró C
Escudero,
-dijo Hidalgo-:
El mayor
poder mental que existe es no utilizar ningún poder mental sobre nadie, sino
sobre ti mismo, que te permita descubrir el poder del respeto hacia los demás
seres de los cuatro reinos de la naturaleza.
Ese poder
del respeto ajeno, el que tú otorgas y el que te otorgan, te permitirá adquirir
conciencia de tu dignidad
Luego
siguió diciendo:
El poder
mental más grande que tú puedas utilizar es el poder del justo y perfecto
respeto.
El poder
mental más grande que existe, es el justo y perfecto poder del respeto.
Hay que
respetar a los demás: Quienes son, como son, cuanto son, hacia donde se dirige,
lo que hacen, donde lo hacen y porque lo hacen. Es una cuestión de cada quien.
Por supuesto, tú puedes sugerir con desapego, o con apego a la justicia, y al
respeto del libre albedrío que la divinidad colocó en cada ser de los cuatro
reinos naturales.
El
trabajo de enmendar a cada ser lo realiza la Divinidad en la conciencia de cada
ser, en los cuatro reinos naturales, en forma silenciosa, pero efectiva, por
medio de la inspiración de los sentimientos de los valores universales dentro
de la conciencia.
Allí, la
Divinidad realiza su trabajo silenciosa y efectivamente. Aplica el poder de la
fuerza del bloqueo para mantener a cada ser en el lugar que le corresponde para
cuando llegue el momento de aprovechar las oportunidades que conforman su plan
de vida, haya madurado lo suficiente para encontrarle preparado para afrontar
su destino: es decir su plan de vida combinado con el plan de vida que la
Divinidad tiene preparado para ese ser en particular.
La
Divinidad utiliza el poder de la fuerza de empuje que impele a la persona, en
el momento justo y perfecto, a la acción necesaria para realizar la obra que el
ser eligió por sí mismo como asunción de su responsabilidad cósmica de cooperar
en el desarrollo de los planes universales y colocar su piedra cúbica en la
edificación del Gran Edificio. Allí descubre la importancia de esa cooperación
y el sentimiento de sentirse útil. Es la conciencia cósmica que le permite que,
aún sin percibirlo, en todo lo que hace rige el plan: el plan divino, y el que
traza cada ser, al asumir su cuota de cooperación, metiéndole el hombro al peso
del mundo.
El poder
mayor es el respeto a cada ser de los cuatro reinos naturales:
Por
ejemplo:
1)
Respetar las decisiones de cada quien.
2)
Respetar la vida humana, animal, vegetal y
mineral.
3)
Respetar cuando alguien te dice no, y tú, en
forma irrespetuosa comienza a ejercer el poder mental para obtener algo que te
negaron, en el ejercicio del propio libre albedrío. Si no respeta el libre
albedrío ajeno, beberás la sopa de tu propio chocolate, para que aprendas a
respetar.
4)
Respetar la vida que inicia su proceso de
venir al mundo a cumplir su plan existencial, divino, ya que ninguna persona
viene al mundo por puerta equivoca.
5)
Respetar la vida animal, descubriendo los
alimentos naturales que la naturaleza elaboró para ti, para gozar de la salud
perfecta.
6)
Toda violación de los derechos ajenos merma
tu verdadero poder mental que debes aplicar para ti, sobre ti mismo, como
templanza, fortaleza, prudencia, respeto, belleza, armonía, justicia y orden.
7)
Se implacable, utilizando tu poder mental
sobre ti mismo, respetando la Divinidad interior que reside en ti mismo y no la
bestia que busca apartarte del camino.
8)
Respeta el silencio del ambiente en que
vives, dejando de perturbar la armonía existente.
9)
Respeta los derechos ajenos y cumple tus
deberes.
10)
Respeta tu dignidad, permitiendo que los
demás respeten tus derechos. Si tu respeta, te respetarán.
11)
Si no lo hicieran, si te faltan al respeto,
lo no faltes tú, ya en cada acto se encuentra la compensación, o la reprimenda
de la propia conciencia con su acción coactiva que te induce a la
rectificación, y al aprendizaje.
12)
Respeta la advertencia de la Divinidad en la
conciencia mediante el sentimiento de la vergüenza que te hace conocer a tiempo
la vergüenza que experimentarás si tus pensamientos, sentimientos, palabras y
obras se salen de los parámetros de los valores universales.
13)
Respeta a todos, en todos los niveles y evita
el abuso de quienes tú pudiese estimar indefensos. No te equivoques. La
divinidad, con sus atributos divinos, vela por cada ser de los cuatro reinos
naturales: Pesa, en la balanza divina, los pensamientos, los sentimientos, las
palabras y los actos, como expresión de la propia voluntad ejecutora. También,
por la ley de compensación, la ley de la justicia, la ley de la igualdad, la
ley del amor y la ley de afinidad, por la suma existencial arrojada por la
balanza divina, te ubica por tus méritos o deméritos, en el orden justo y
perfecto, que te corresponde en el concierto de todas las cosas: Allí
encontrarás a quienes te harán experimentar todo lo que hayas hecho
experimentar a los demás; pero, también, a todos aquellos a quienes haya
efectuado un determinado bien, porque la ley de vida es justa y perfecta: se
recibe exactamente lo mismo que se da, en la misma cantidad -aunque con
intereses a favor o en contra-. Lo que se siembra se recoge y no se puede
construir una gran fortuna a costa de infringir los derechos ajenos.
14)
Respeta la ley del servicio: Sirve en forma
efectiva a todos de acuerdo a tu vocación y deber por la siembra y recogida,
que señala tu camino a recorrer mientras te emancipes por el respeto:
15)
SI RESPETAS LA LIBERTAD AJENA, SERÁ RESPETADA
TU PROPIA LIBERTAD: Por la conciencia de tu propia dignidad.
16)
Respeta tu propia dignidad, y podrás respetar
la dignidad ajena.
17)
El mundo tierra del futuro será un mundo de
gente digna. Todo el mundo se convertirá, a consciencia, en genta digna, y como
decían los Estoicos, se podrá vivir en armonía con la naturaleza.
18)
Es una misión de todos, nadie escapa a ella:
utilizar el potencialmente infinito poder del respeto con los demás, y consigo
mismo.
Es decir,
en síntesis: respetar y hacerse respetar, con dignidad, con suavidad, con
justicia justa y perfecta, con comprensión del verdadero poder mental: No
perturbando e irrespetando a los demás, creyendo que no pagarás el precio. El
precio siempre se paga. Toma lo que quieras y paga el precio, eso dijo el sabio
de Concord: Ralph Waldo Emerson.
Respeta las
ideas ajenas, a las personas, a tu país, a tu ciudad, a tu pueblo, a tu
familia, a tus hijos, a tus padres, a tus amigos, y un largo etcétera. Gánate
el respeto ajeno con dignidad.
Adelante.
Para
seguir meditando……
Trabajo
en revisión….
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