ESCUCHA MUCHO
©Giuseppe Isgró C.
Decía Bias, El Prienio, uno de los siete sabios: –“Escucha
mucho”.
Es preciso desarrollar en
elevado grado la propia aptitud para escuchar, prestando total atención al
interlocutor, con la intención de entender lo que dice.
Sobre todo, con lo que
dice, o con lo que hace, por las señales imperceptibles del cuerpo, o de las
adaptaciones del yo, como rascarse la cabeza de uno u otro lado, de la misma,
percibir lo que verdaderamente quiere decir, o hacer, una persona determinada.
Muchas veces, un
observador atento es capaz de deducir cosas que trascienden la percepción de la
propia persona a quien se escucha o presta atención.
La idiosincrasia de la
gente indica, claramente, la confiabilidad de su carácter, o de lo que dice, o
de lo que hace, o se propone realizar.
Son señales imperceptibles
que para un observador agudo no pasan desapercibidas, y les sirven de guía para
descifrar lo interno a partir de lo externo. Una palabra, una pregunta, un
gesto, una insinuación, una ausencia de atención, un gesto nervioso, o atento,
una sonrisa, o una actitud preocupada, un semblante feliz, o risueño, un ceño
fruncido, u otro relajado, todas son señales que indican, a las claras, las
intenciones, o propósitos de quien las expresa.
Deben ser tomadas en
cuenta, como señales certeras. Además, es preciso prestar atención, también, a
las propias intuiciones, o inspiraciones, que aportan un conocimiento preciso
de qué, del cómo, del cuándo, del dónde, del quién, del cuánto, y del por qué,
en relación a toda persona, trato e interrelación.
Si no escuchare, prestando
la debida atención, ¿cómo podrías captar lo que dice el interlocutor?
Si no le captas, ¿cómo le
entenderás? El arte de escuchar es preciso aprenderlo desde temprana edad, y
cultivarlo, prestando la debida atención para descifrar las intenciones
ocultas, los mensajes subliminales, o el contenido que servirá de base para
concluir una negociación, en todas sus variantes, o vertientes.
En los tiempos antiguos,
Plutarco escribió un ensayo sobre el arte de escuchar, en el cual demuestra su
profunda agudeza, al respeto. En los tiempos modernos Dale Carnegie, en su
libro Cómo ganar amigos, da las mejores indicaciones en esta disciplina.
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