LAS FACULTADES DEL ESPÍRITU
©Abg. Giuseppe Isgró C.
18 de Enero de
2013
Cada ser está dotado de un sin número de
facultades físicas, mentales y espirituales que le permiten tener una salud
perfecta, una vida armoniosa y una realización creativa y efectivas de todos
sus objetivos concebidos.
El inmortal espíritu, dentro del cuerpo, tiene
la facultad de percibir, por medio de los cinco sentidos físicos una gran
variedad de estímulos y hechos cuya recepción en su cerebro, por la lógica
inductiva y deductiva y su capacidad de razonamiento, le permiten clasificarlas
y almacenarlas como conocimiento, el cual puede utilizar cuantas veces le sea
necesario por medio de la memoria objetiva y por la memoria conservada en su
archivo espiritual correspondiente a sus múltiples ciclos de vida.
Con el pasar del tiempo, el conocimiento
acumulado en cada uno de los respectivos ciclos de vida y registrado en el
archivo espiritual de cada ser, contenido en su Espíritu como información y como aptitud o capacidad de percibir, comprender, hacer o dejar de hacer,
fobias, traumas u otras condiciones que sea preciso corregir o fortalecer,
actitudes e ideas innatas, lo va reflejando como suma existencial en los nuevos
ciclos de vida.
Dicha suma existencial conforma el rasgo
distintivo de la personalidad de cada ser, y por la ley del servicio universal
dar y recibir ayuda, compartir comunicaciones de contenidos mentales y canalizar
una mayor suma de poder de acuerdo con las inquietudes de los tiempos y a los nuevos
retos que, cada ser, en cada época, afronta como meta o misión de vida.
El libre albedrío, por el cual, en la ley y
dentro de ella tienes completa autonomía y eres libre de hacer y deshacer y por
la ley de causa y efecto, cosechar lo mismo que siembras, así como, por la ley
de justicia, precisas regir todos tus actos, que serán compensados por las
leyes de compensación e igualdad-, obteniendo el salario cósmico, por cuya suma
existencial que representa, la ley de afinidad te ubica o reubica,
constantemente, en el espacio y en el tiempo, donde mejor armonices de acuerdo
al orden cósmico, en el cual cada ser ocupa su justo lugar en el eterno ascenso
de la espiral evolutiva.
Tiene, cada ser, el poder de elección, para
seleccionar los objetivos con los cuales anhela, en un momento dado, contribuir
al bienestar colectivo como fuente para aspirar a su salario cósmico y hacerse
acreedor a que se le deleguen funciones de un orden más elevado.
Una de las variantes de las facultades
espirituales, constituye el grupo que facilita el conocimiento
psico-espiritual: que contempla la vasta gama de comunicación de contenidos mentales
–telepatía-, entre los seres en la total ecología mental, –seres encarnados y desencarnados-,
percepción clarividente en el espacio y tiempo: -clarividencia, retro cognición,
precognición, psicometría, intuición, presentimientos o corazonadas y cualquier
manifestación de índole psíquica o espiritual que aporte un conocimiento
psico-sensorial o percepción de la realidad y/o verdad universal en
cualesquiera manifestaciones y grados.
La otra variante, conforma el grupo de
facultades denominadas de movimiento psico-cinético o energético que sirve de
soporte a la realización de las ideas por cuanto éstas, al ser concebidas,
generan energía con doble polaridad, es decir, capacidad de atracción y repulsión:
atrae a los elementos análogos o semejantes y repele los contrarios. Este
potencial energético que posee el ser –potencialmente infinito- se expresa o
canaliza de acuerdo con las ideas concebidas o necesidades manifestadas, como
quedó expuesto antes; y tiene múltiples aplicaciones, por ejemplo: imaginación
y visualización de situaciones, lo cual crea un molde magnético que conforman
contenedores que materializan, en el plano correspondiente, los contenidos análogos;
de igual manera se manifiestan en las curaciones psico-espirituales y en las
comunicaciones de estados o contenidos mentales.
Existe un secreto esencial que es preciso
conocer: donde se proyecta la energía allí está proyectado –o desdoblado-,
también, el espíritu o ente espiritual, cuya proyección o desdoblamiento
constituye el vehículo de alcances potencialmente infinitas de conexiones e
interconexiones mentales o espirituales tipo “internet psico-espiritual”.
Las facultades del espíritu, de las cuales hemos
enunciados las principales, cuyo conocimiento es imprescindible tener para
optimizar su desarrollo y mantener un perfecto equilibrio físico, mental y
espiritual, permiten, sobre todo, utilizando como recurso especial la
elasticidad del alma, por cuyo medio el espíritu se emancipa del cuerpo,
durante el sueño o en los momentos de ensoñación o recogimiento y viaja a la
inmensidad de mundos habitados del universo donde el respectivo nivel evolutivo
lo permita y copiar, allí, avances y progresos existentes en aquellos mundos y
traerlo al planeta tierra, como inventos o innovaciones que impulsen el
progreso aquí; así como, puede ir a mundos de nivel inferior de progreso, a los
cuales llevar los adelantos aquí existentes, al igual que lo hacen los maestros
de mundos superiores cuando se acercan a la tierra para inspirarnos los
adelantos existentes en sus respectivos mundos; es la gran labor de solidaridad
universal, donde se comparte, generosamente, el propio acervo espiritual en
beneficio de todos.
Adelante.
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