PAZ
Y ARMONÍA EN EL PLANETA
©Abg. Giuseppe
Isgró C.
Hidalgo,
-dijo Escudero-:
Frente
a la inusual realidad mundial que se observa, que parece trascender la
capacidad de los incontables líderes que cumplen su rol en los diferentes
escenarios, hay muchas reflexiones que me vienen a la mente, pero,
sinceramente, hay cosas que escapan a mi comprensión. Me gustaría que hoy, tú,
me comunicaras cual es el fruto de tus reflexiones, si es que ya tienes algunas
ideas claras, y con franqueza me las comuniques.
-Escudero,
-responde Hidalgo-, el tema que tú planteas es muy complejo, y a pesar de todo
lo que se ha dicho, dice o hace, a nivel mundial, hay muchas cosas sobre las
cuales preciso percibir cosas que aún no se ven claras. Empero, muchos cambios
en los esquemas de vida, trabajo y convivencia están ocurriendo, y muchos más
se generarán, de ahora en más que modificarán la propia manera de ver las
cosas, y de convivir en el planeta. Algunos de esos cambios, aún es pronto para
percibirlos, o anticiparlos. Las causas que los generan, todavía se encuentran
bajo un opaco velo, que habrá que depurar, para ver más allá de las
apariencias.
-Al
final de esta reflexión, se incluirá una meditación, para que sea realizada,
por quienes deseen hacerlo, para la paz y la armonía del planeta-.
Dicha
meditación puede realizarse en silencio en cualquier lugar y hora, leyéndola
de una a tres veces al día, si lo deseas. Habiendo alcanzado cada quien la paz
espiritual y la armonía interior, por efecto de la resonancia magnética, o los campos morfo genéticos que se activan, se
manifiesta, también, -o se contribuye para que ello ocurra- en los seres de los cuatro reinos naturales: humano,
animal, vegetal y mineral.
Luego,
haz que tus pensamientos, sentimientos, palabras y actos respiren vibraciones
de amor, justicia, fortaleza, templanza, belleza, armonía y orden.
Armoniza
tu vida por la justicia divina, la compensación y el respeto. Sin respeto no
hay amor ni justicia. No hagas daño a ningún ser de los cuatros reinos
naturales y haz todo el bien que seas capaz, a los mismos seres de los cuatro
reinos naturales: Humanos, animales, vegetales y minerales.
Purifica
tus pensamientos, sentimientos, palabras y actos: En primer lugar. He aquí
algunas ideas muy breves:
1) RESPETATE:
Si
lo haces, podrás respetar a todos los seres de los cuatros reinos naturales:
humano, animal, vegetal y mineral.
2) ÁMATE:
Si
te amas, podrás amar a todos los seres de los cuatro reinos naturales: humanos,
animales, vegetales y minerales.
3) SE
JUSTO CONTIGO MISMO: Si tú no eres justo contigo mismo, ¿cómo podrán serlo
los demás?
Si
eres justo contigo mismo, podrás serlo con todos: los miembros de tu familia,
las personas con quienes interactúas, y las que aún no conoces, pero, que
conocerás si haces de la justicia tu escudo protector. En caso contrario,
conocerás otras, que tampoco hacen de la justicia su escudo protector,
probablemente en grado mayor aún que tú, que te harán clamar por la justicia
que anhelas. En el primer caso, siendo justo, contigo y con todos, llegará la
armonía y justicia de tu ser como un manto de luz, a todos aquellos seres que
vibran al unísono contigo. Los otros, semejantes a ti, te enseñarán de
múltiples formas adecuadas las lecciones inherentes para discernir
correctamente entre el bien, la justicia y lo que deja de serlo.
SE
JUSTO CONTIGO, Y LO SERÁS CON TODOS, CON DESAPEGO.
Si
eres justo con todos, merecerás que todos lo sean contigo: valor por valor. Y
por el influjo de la naturaleza de las cosas, cada día encontrarás mayor número
de personas justas en tu camino.
4)
SE PRUDENTE:
Mantente
dentro de los parámetros de los valores universales y las virtudes esenciales.
Cuida
tus pensamientos y sentimientos, manifiéstalos en polaridad positiva, en todo.
Por la ley de atracción y repulsión, crean tu realidad según piensas y sientas.
Te protegen al mismo tiempo, de lo contrario.
Eres
lo que piensas y sientes: bueno, justo, prudente, fuerte, templado y sereno,
armonioso y ordenado, equilibrado y lleno de belleza interior, y exterior. Recuerda: Como
es adentro, es afuera, y viceversa.
5)
SE FUERTE:
Conquista
tu centro de fuerza interior en conexión con la Divinidad, y el equilibrio de tu fortaleza se
expresará en todo lo que eres y hagas, manteniéndote dentro de los parámetros
de las virtudes y valores universales.
Como un imán atraerás lo análogo a lo que tú eres, pienses, sientas, hables y hagas. Lo semejante atrae a lo semejante. Eres lo que piensas, sientes, hablas y haces o dejes de hacer, de acuerdo con la ley de: Acción y reacción, karma y vipaka, siembra y recogida, causa y efecto.
Se
fuerte en el amor, en la prudencia, en la justicia, en la fortaleza, en la
templanza, en la belleza, en la armonía y en el equilibrio integral de todas
las cosas que te conciernen.
6) SE
TEMPLADO, SERENO, RESILIENTE Y AUSTERO CONTIGO Y GENEROSO CON LOS DEMÁS:
Si
siembras templanza, serenidad, austeridad y justicia, cosecharás una vida
próspera aún en la más rigurosa ausencia de abundancia, porque conservarás todo
lo que es tuyo, lo cual será siempre suficiente para tus necesidades.
Verás
la abundancia donde tú antes la creías inexistente.
La
abundancia existe en todo, aún donde tú creas que no la hay, pero, debes
comenzar a verla dentro de ti mismo, y la verás por donde tu vayas, estés o
actúes, por la disposición interior de servir: el servicio prestado con
desapego de los resultados es la causa de la abundancia y de la prosperidad.
El
mayor líder que exista, en un momento dado, siempre es el que más sirve, en
todos los niveles, y en el mismo grado cosecha: incluyendo la gloria y el
reconocimiento de sus contemporáneos, y aún, muchas veces, de incontables
generaciones futuras, aunque eso nunca fuera el móvil de sus intenciones.
7)
CULTIVA TU BELLEZA INTERIOR:
Cultiva
tu belleza interior por los sentimientos elevados del amor, la prudencia, la
justicia, la fortaleza, la templanza, la alegría y una poderosa autoestima y
conciencia de tu dignidad personal. Igualmente, por el estudio y el trabajo
creador, y la belleza se reflejará en ti, sin necesidad de adornos exteriores
ni retoques innecesarios.
8)
CULTIVA LA VERDAD EN TODO:
Se
veraz contigo mismo; jamás podrás engañar a tu conciencia, que es tu más severo
juez.
Se
veraz con todos; ni a un niño podrías engañar si dejas de serlo, aunque tú
pudieras no creerlo, debes hacerlo. Si no puedes decir la verdad, es mejor
permanecer callado. Pero, recuerda, callar lo que debe ser dicho, antes o
después, generará reproche ajeno. Pagarás un costo diciendo la verdad al igual
que ocultándola. Pero, ganarse la reputación de ser una persona que siempre
dice la verdad, te reportará incontables beneficios que de ninguna otra manera
podrías obtener, bajo esquemas diferentes.
Haz
como Xenócrates, discípulo de Platón, -y Director de la Escuela Platónica durante 25 años, después de Espeusipo-; él fue reconocido, en su época, como uno de los
hombres que siempre decía la verdad, y su palabra era aceptada como tal sin
pedírsele jamás justificación alguna. Cuando Xenócrates testificaba a favor o en contra de
alguien, jamás se le pedía, previamente, juramento, tal era su fama de hombre veraz.
Con
la verdad por delante, aunque duela. Debes aceptar la verdad tal cual es y
debes expresarla en tus pensamientos, sentimientos, palabras y actos, siempre
con respeto y humildad.
Esta
será lección de gran provecho para los líderes de todas las clases y niveles,
para los profesionales y personas en todos los rangos; igualmente, para las
mayorías de las doctrinas, de todo tipo, que deben dejar de enseñar verdades
que ya no son tales, o nunca lo fueron, y sustituirlas por la verdad, tal cual
es, más allá de las apariencias, exenta de elementos y subterfugios que buscan
la manipulación de las grandes masas. Tarde o temprano, el líder, y las
personas poco veraces, que manipulan, intencionalmente, o en forma
inconsciente, deberán enderezar los entuertos, al estilo de Don Quijote, como
misión de vida para restablecer la verdad, ¿Cómo hacerlo si muchas de las
falsedades enseñadas como verdades, el grueso de la humanidad las cree verdades
absolutas? Esa será la tarea que, en incontable número de vidas, le tocará a
los grandes tergiversadores de la historia.
Mucho
cuidado con lo que se enseña, Escudero. Cerciórate de la verdad, o es mejor
quedarse callado, o hablar de lo que se tiene certeza. Caso contrario, es mejor
expresar la propia ignorancia sobre un tema determinado, o muchos, ya que,
Escudero, nuestra ignorancia es mayor de lo que se es capaz de percibir, y
mientras mayor sea la ignorancia de una persona, más énfasis hace en la firmeza
de su verdad, o falsa verdad. Se podría decir, que la mayor parte de las cosas
en que se cree, habría que someterlas a una severa criba, al igual que lo hacía
Eratóstenes con su método para encontrar número primos.
9)
CULTIVA LA HUMILDAD, tal cual es:
Respeta
a todos los seres en los cuatro reinos naturales: humano, animal, vegetal y
mineral.
Jamás
te creas más que nadie, ni siquiera más que una hormiguita. Ella tiene mucho
que enseñarte, y aunque tú no lo creas, en nada te es inferior. Su inteligencia
es la misma inteligencia que anima a cada ser, en los cuatro reinos naturales.
Es la misma inteligencia universal que se expresa en cada ser, en los niveles
de necesidades y anhelos que experimenta en el rol de turno que le toca
ejecutar, en las infinitas estaciones de los estados de conciencia, o atributos
divinos.
Se
humilde, aprende de todos; trata con cortesía y respeto sin excepción. No te
creas más, ni menos, de nadie. Acepta tu status y el de los demás. Si quieres
ser mejor, supérate a ti mismo. Es preciso aprender a ver, cada día mejor, la
Divinidad existente en cada ser.
10)
EXPRESA AMOR:
Expresa
amor en tus pensamientos, sentimientos, palabras y actos, sin manipulación.
El
verdadero amor se expresa silenciosamente, en tus intenciones, con una sonrisa
casi sin sonreír. Lo puedes sentir tú mismo, y si eres capaz de hacerlo, lo
podrán sentir todos quienes entran en contacto contigo, y muchas más personas,
que, probablemente, jamás llegarán a conocerte. Pero, aun así, no
dejarás sentir los efluvios de su amor, por cuanto, quien da amor, recibe
acrecentado, de donde menos lo piensa y espera.
11)
CULTIVA EL SILENCIO:
Sobre
quién eres, ya que, seguramente, aún tienes que descubrirlo; sobre lo que haces
y son tus objetivos y propósitos, para evitar la creación de fuerzas
antagónicas a su realización, que significarán un hándicap, y te exigirán un
esfuerzo mayor para su logro.
Guarda
silencio: para escuchar en tu conciencia la voz de la Divinidad, quien a cada
instante, como eterna compañera, te acompaña, como certera guía divina.
Su
conciencia es tu conciencia, réplica exacta, donde la Divinidad se comunica
contigo, a cada instante por los sentimientos de los valores universales.
Si
escuchas su voz, como lo hacía Sócrates con la de su Daimón, podrás ser
virtuoso.
Si
hablas, no podrás escuchar. Si no escuchas la advertencia del sentimiento de la
vergüenza que te advierte cuando pararte, señalándote lo que no debes hacer,
pasarás vergüenza, y ésta es quien será tu auténtica maestra. Y cuando desoyes su voz, superando los límites de la vergüenza, entrará en escena la voz del
arrepentimiento, que jamás te dejará tranquilo, hasta que enmiendes tus
pensamientos, sentimientos, palabras y actos y compenses los efectos negativos
de tus palabras y acciones. O, muchas veces, pidiendo disculpas, o perdón,
según el caso. Entonces, volverás a tener paz, armonía, poder, justicia y amor,
pero, antes debes compensar los efectos de tu error.
Antes
de compensar, es preciso pedir perdón, disculpas, expresando el error en que
has incurrido, prometiendo jamás volver a hacerlo, y aunque lo vuelvas a hacer
mil veces, o más, siempre debes rectificar, arrepentirte, como medio de
aprendizaje, hasta que logres triunfar sobre ti mismo. Esa es la mayor
victoria.
La
voz de tu conciencia, como aguijón divino de la justicia, no dejará de
comunicarte sentimientos de arrepentimientos y de vergüenza, -en la sede de tu
conciencia-, donde siempre predominará la verdad y la justicia divina, que
sopesa pensamientos y sentimientos, que activan la ley de atracción y
repulsión; igualmente, sopesan en la balanza divina, las palabras y los actos,
que activan a la ley de causa y efecto, a la ley de compensación, a la ley de
igualdad y a la ley de afinidad, que ordena todo lo que existe, en el universo,
por el orden que corresponde a cada ser, de acuerdo con su suma existencial, en
forma automática, a cada instante, en un eterno movimiento de perfección, según
los propios méritos, o deméritos, si fuera el caso.
Lo
que hagas se vuelve a ti, en favor o en contra, acrecentado.
12) NO HAGAS DAÑO A NINGÚN SER DEL REINO ANIMAL:
El
dolor que le infliges se vuelve contra ti. Experimentarás el mismo dolor
que infliges, aunque tú creas que es sin causa. Los seres del reino
animal, tienen el mismo derecho que tú de ser respetados. No le hagas daño.
Sustituye la carne, en todas sus formas, por las lentejas y otros alimentos
saludables, bajo la égida de un médico especialista en la materia, y serás
saludable, con un sistema inmunológico equilibrado. No te enriquezcas con el
dolor de los seres del reino animal, y el planeta comenzará a experimentar paz.
La paz del planeta será tu paz.
13)
NO SEAS AUTORITARIO:
No
seas autoritario en forma innecesaria en tu entorno familiar o de trabajo, y
los líderes autoritarios -irrespetuosos, del mundo- desaparecerán como la
sombra cuando brilla la luz del sol. Esos seres autoritarios que superan los
límites del respeto, existen porque hay un entorno que los manifiesta, por
cuanto cultivan esquemas erróneos de pensamientos, sentimientos, palabras y
actos, y por ausencia de auto respeto y de vergüenza. Pero, pasarán con más
penas que gloria, y en el futuro, no tendrán donde esconder su cara, por cuanto
incontables seres le reclamarán la compensación por lo que han hecho, o siguen
haciendo, y en un sinnúmero de vidas, tendrán que compensar los efectos
producidos y aprender por experiencia, en carnes propias. Y eso va con todos
los autoritarios del mundo: en un país, en un condominio, en un departamento de
trabajo, y en cualquier lugar por donde vayas, si tú no comienzas por respetar
la Divinidad que yace en ti, tu ser sublime, y a cada ser con quien te reúnas
por trabajo o convivencia, manifestarás lo mismo que tú eres, en el ahora.
El
respeto, la justicia, el desapego, el amor, la bondad, la virtud, y tantos
otros valores, se expresarán, cada día más y mejor, en el recto camino de la
verdad y la justicia, silenciosamente.
14)
RESPETA EL MEDIO AMBIENTE:
Respeta
el medio ambiente: los reinos: animal, vegetal y mineral, evitando dañar a la
naturaleza innecesariamente.
El planeta tierra es un hogar común de todos.
Respeta
la vida de los ríos, de los mares y de los océanos. Están contaminados.
También
podrían estar contaminados tus pensamientos, sentimientos, palabras y actos.
Empiezas
a limpiar tus pensamientos, sentimientos, palabras y actos, con la verdad, la
justicia, la belleza, el amor y el respeto.
15) CENTRA TUS
PENSAMIENTOS, SENTIMIENTOS, PALABRAS Y ACTOS EN LA SALUD, LA PROSPERIDAD POR EL
SERVICIO, Y LA GRATITUD.
Habla
de salud, siempre.
El
servicio altruista es forjador de prosperidad, para ti, los tuyos y la
humanidad. Recuerda: si das, recibes acrecentado. Empero, hazlo siempre con
desapego de los resultados. Como misión de vida. Si ayudas a otros, en
realidad, te estarás ayudando a ti mismo, de mil maneras, o más, diferentes.
Se
agradecido: anticipa la gratitud, por cualquier situación que desees resolver u
objetivo que anheles realizar.
Expresa:
1) -“Gracias, Divinidad, por cuanto esta situación, (Enunciar), en tus planes
cósmicos, ya está resuelta”. 2) –“Gracias, Divinidad, por cuanto este objetivo
ya está alcanzado satisfactoriamente”.
Expresa
gratitud en todo y por todo, y tu vida se enriquecerá integralmente.
Empieza
a mejorar tú mismo, y el mundo mejorará, a cada instante, contribuyendo a que
sea cada día un mundo mejor, justo y perfecto, en todos los sentidos. Adelante.
MEDITACIÓN POR LA PAZ Y LA SALUD
EN EL PLANETA TIERRA
©Giuseppe Isgró C.
Del libro: Iluminación Interior
• Meditación por la paz -y la salud- en el mundo, los días jueves, entre las 22 y 24 horas, o cada vez que se desee.
Sin
embargo, en vista de la situación actual, en el planeta, que precisa ayuda
espiritual que permita restablecer el equilibrio, la salud, la paz, la justicia
y el sentido común, y el respeto a la vida para vivir en armonía con la
naturaleza, sugerimos a nuestros lectores nos acompañen, por 22 días, desde
hoy, en cualquier momento del día que se pueda, o entre las 10:00 y las 12:00
pm, para efectuar la meditación que sigue.
•
Me he unido a esta cooperación por la paz y comparto el flujo de poder, fruto
de la suma magnético-espiritual conformada por quienes participan en ella.
•
Visualizo, el Planeta Tierra, envuelto en un círculo de luz luminosa o blanca,
-transparente-; luego:
Afirmo:
El
Planeta Tierra es del Creador Universal, y de todos nosotros.
El
Creador Universal le protege, le guía y conduce por senderos de prosperidad,
bienestar, justicia y Paz; le ilumina y le envuelve en un círculo de luz
divina, a él y a nosotros; nos protege, y nos lleva con éxito y felicidad a
cumplir nuestro destino.
El
orden divino y la armonía cósmica se establecen en el Planeta Tierra, y en
nosotros, aquí y ahora. Hecho está; así es; así será.
Creador
Universal, en Tus manos confiamos el Planeta Tierra, y nuestras vidas. Sea el
Planeta Tierra, y nosotros, como Tú quieras, cuanto Tú deseas, de acuerdo a Tus
Divinos Planes Cósmicos.
Seamos,
el Planeta Tierra, y nosotros, conducidos por el Camino de la sabiduría, la
prudencia, la comprensión, el progreso, la armonía y el orden divino, la
confianza y fe en un futuro mejor, el respeto mutuo, elevada y vigorosa
auto-estima, con Paz y ánimo contento, aquí y ahora.
Creador
Universal, toda condición que en tu Justicia Divina lo requiera, en el Planeta
Tierra, y en nosotros, transmútela –por la ley cósmica- en su condición positiva,
instantáneamente, aquí y ahora.
Hecho
está. Seamos, el Planeta Tierra, y nosotros, tal como está decretado en Tus
Divinos Designios. ¡Hoy! Cada día mejor. Hecho está.
Que
aquí y ahora, se restablezca el equilibrio de la salud física, mental y
espiritual en cada ser de los cuatro reinos naturales: humano, animal, vegetal
y mineral, en el Planeta Tierra.
Gracias,
Creador Universal, por haber escuchado nuestro pedido.
Imagina
un planeta tierra radiante de salud y bienestar, en los cuatro reinos
naturales: humano, animal, vegetal y mineral.
Visualiza
el planeta Tierra, visto desde un punto del espacio, cubierto por un manto de
luz divina -Luz del Ser Supremo- que penetra en la conciencia de cada ser, en
los cuatro reinos naturales, y restablece el orden cósmico y la armonía divina,
la justicia y la paz, la salud y el bienestar, como un Dorado Amanecer.
Termina
esta meditación pidiendo a la Divinidad, que ilumine a los líderes mundiales
para que, de acuerdo con la justicia divina y la verdad universal, sepan en
todo momento lo que deben hacer para cumplir sus responsabilidades inherentes a
sus cargos y funciones, para conducir el planeta tierra a un orden justo y
perfecto, en armonía con todos y el Todo.
Gracias.